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Cartel de esta tercera edición de la Nocturna de Tuéjar |
Una vez más la semana se había mostrado como complicada y poco motivadora a la hora de salir a correr. No voy a insistir en esos problemas que ya todos conocéis pero lo cierto es que al final, después de un inicio prometedor que llegó hasta el martes, ni miércoles ni jueves ni viernes hubo salida a mediodía y el trabajo engullió todo el tiempo esos tres últimos días. Además era semana de traslado; en esa ruta de nómadas en que se convierten lo veranos para la familia tocaba volver a cargar trastos en el coche, dejar de lado Benicàssim y, previo paso de un día por Valencia, instalarnos para lo que resta de verano en Albentosa donde además a partir del miércoles se desarrollaban las fiestas patronales. El resultado de todo esto no podía ser otro que el de llegar al viernes completamente agotado y con ganas de descansar. Y claro, a la hora de descansar, ¿qué mejor manera de hacerlo que haciendo una carrerita para desconectar aunque sea por un rato de todo lo demás. Y es que para esta semana tocaba empezar el periplo runner en una poco habitual "modalidad" de carrera nocturna que me trasladaba a tierras de Tuéjar donde siempre soy bien recibido y mejor tratado. Finalizada la semana laboral y con dos "cortas" semanas de vacaciones por delante, apenas tuve tiempo de acercarme a Valencia a recoger cuatro trastos para llevar al pueblo y casi de inmediato preparar la ropa de correr, coger el coche y dirigirme hacía Los Serranos por enésima vez este año. Resulta siempre agradable poder acudir a esta zona de Valencia para hacer lo que más me gusta. Como ya he dicho antes, y sin saber exactamente porqué, el trato que recibo de la gente de la comarca es espectacular y creo que es de ley corresponder acudiendo por allí siempre que se puede a colaborar de alguna manera en todo el elenco de actividades que realizan y tratar de agradecer de esta manera todo el esfuerzo y el cariño. En esta ocasión la tarde-noche amenazaba con regalarnos una espectacular tormenta; en el momento de salir de Valencia a lo lejos negras nubes se alzaban amenazantes sobre el horizonte y hubo un momento en que pensé en que iba a ser inevitable que acabase por descargar. Desafortunadamente al final fue una noche más sin lluvia, al menos mientras yo anduve por allí y pudimos correr sin mojarnos.
Aunque en esta ocasión la carrera no se desarrollaba por la zona, el nacimiento del Río Tuéjar es una de las zonas más características de esta localidad valenciana; el lugar en el que la Rambla de Arquela se convierte en el Río Tuéjar es un punto de elevado interés ambiental. Riberas y montañas confluyen creando un espacio único que alberga abundantes especies animales y vegetales. Encontramos 613,25 hectáreas en las que la abundancia de agua, los contrastes climáticos entre zonas de solana y umbría, así como las diferencias en los suelos favorecen que nos encontremos con un variado mosaico de paisajes matizado por las actividades humanas tradicionales. Esta importancia ecológica se ve reforzada por la presencia de la Microrreserva de Flora “Riveras del Tuéjar” dedicada a proteger el bosque de ribera de la zona, que se caracteriza por la presencia de tamarindos, adelfas y diferentes géneros de sauce y chopo entremezclados con otras especies como la sabina o las secuoyas, de las que aquí podemos encontrar uno de los pocos bosques en la península. Además de la flora podemos disfrutar de una abundante fauna de invertebrados terrestres y acuáticos acompañados de truchas, barbos, culebras bastardas, serpientes de escalera, ginetas, tejones, conejos, zorros, jabalíes, ciervos, cabras montesas y abundantes aves y rapaces.
El paraje cuenta además con una rica historia que va desde las pinturas prehistóricas de los Corrales de Silla haasta la actualidad, con interesantes monumentos de diferentes periodos: la Presa Romana y el acueducto de Peña Cortada, el Azud medieval, el Molino Marco, el Puente de Tudela. junto a ellos encontramos un rico patrimonio etnológico de acequias, muros de piedra, corrales y huertos tradicionales. la construcción más destacada es el nevero.
Dentro del paraje podemos encontrar dos áreas recreativas: El Azud y la Fuente del Saz, que contribuirán a hacer más agradable nuestra visita, facilitar nuestro descanso y ocio. El paraje municipal se puede recorrer de norte a sur siguiendo el PR-V93 y su variante el PR-V93.1.
Momentos previos a la salida |
Llegados arriba quedaba otro kilómetro de moderado descenso (falso llano) que intenté que sirviese para volver a recobrar sensaciones en las piernas y que transité en 6.21, tiempo que incluye la última parte de la subida. Llegados a mitad de carrera pude comprobar, siguiendo la luz de los frontales de los corredores que me precedían, por dónde se desarrollaba la siguiente parte de la carrera, en un descenso en zig-zag que aproveché para adelantar algún que otro corredor y buscar poco a poco un ritmo que me llevase hasta meta. Hasta el kilómetro ocho y medio la carrera nos llevaba cuesta abajo, de manera más o menos clara hasta el siete y con mucha menos claridad hasta ese punto del ocho y medio. Aquí tocaba correr, siempre con cuidado de no tener algún problemilla con el terreno ya que habíamos abandonado el asfalto y compartir la experiencia y los comentarios con la gente que formaba el grupeto en el que me ubicaba. Un par de parciales clavados en 4.34 y 4.35 me dejaban en el siete y otro de 5.07 en el ocho. Este último parcial era consecuencia de haber bajado algo el ritmo porque las piernas así lo pedían y para prepararme para la parte final de carrera que, siguiendo una pura lógica, nos llevaría con casi total seguridad nuevamente hacia arriba. Y así es, a lo largo del kilómetro nueve un par de repechos de cierta consideración nos mantenía alerta y nos castigaba las piernas, de manera que este noveno parcial volvió a estar por encima de los seis minutos. Llegados aquí me debía un último esfuerzo a pesar de las menguadas fuerzas y de que el camino seguía marcando, como antaño sucedía con el IBEX, "tendencia alcista". A pesar de ello me dejé llevar por un grupillo que me dio alcance y el último parcial lo completé en 5.19, de manera que el tiempo en meta fue de 54.14, algo mejor de lo que pensaba antes de llegar a Tuéjar.
Bien, se trata de una experiencia diferente que te obliga a estar muy atento porque al no transcurrir en su totalidad por asfalto, lo irregular del terreno puede llevar a sufrir algún accidente desgraciado. Pero en general se trata de una buena carrera, con un inmejorable ambiente en la salida y meta del que no pude disfrutar cómo me hubiera gustado porque me tocó salir pitando hacia Albentosa a tratar de disfrutar un poquito del viernes de fiesta y todavía me quedaba un trecho para llegar. Enhorabuena a todos los que de una u otra manera formaron parte de la misma, corredores, organización, voluntarios, ... y espero que esta semana que entra sea provechosa y cumpla las expectativas. Tengamos en cuenta que al margen de las salidas previstas, el fin de semana doblaré de una manera diferente: el sábado estaremos por Eslida en su Volta a les Fonts, que ya viví un par de veces, la última de ellas en el 2010, y para el domingo toca debutar como organizador en la I Carrera x Montaña de Albentosa. Esperemos hacerlo la mitad de bien que esta gente de Tuéjar porque sólo eso ya sería sinónimo de éxito en la organización. Ya os contaré. Mientras os dejo los habituales enlaces.
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