domingo, 23 de septiembre de 2012

V Marxa a Peu Entreparets, vuelven las buenas sensaciones

Cartel correspondiente a la edición
de este año, la quinta de la "nueva era"
Una semana más o lo que es lo mismo, una semana menos para que llegue ese reto en forma de camino oscuro que el 18N nos llevará a tratar de completar la mítica distancia de Filípides por las calles de Valencia en el menor tiempo posible. Y la verdad es que entre la mala química que se ha instalado en el curro, el asfixiante calor que sigue haciendo a estas alturas de septiembre y algún que otro problemilla adicional que tampoco viene a cuento, las cosas no acaban de rodar como uno esperaba a estas alturas. Cierto es que ya la semana pasada se produjo un cambio de tendencia, una especie de esperado punto de inflexión con la salida del domingo por las calles de Valencia después de la gamberrada del sábado por Sot de Chera. Cierto es también que los entrenamientos de esta semana han transcurrido en todo momento con mucho mejores sensaciones que hasta la fecha. Pero con todo llegábamos al viernes y seguía sin tener nada claro mi estado de forma de cara a esa ya famosa MDP.

La historia de Vilafranca comienza realmente el día 7 de febrero de 1.239, cuando Blasco de Alagón otorgaba la “Carta Pobla del Riu de les Truites”, en el lugar que actualmente se conoce como “La Pobla del Bellestar”. La finalidad de este documento era fomentar la atracción de nuevos pobladores hacia el territorio recientmente conquistado a los árabes, y revitalizarlo. Concretamente, se repartía los derechos y obligaciones entre el Señor (Blasco de Alagón) y los primeros pobladores (Marco de Villar Longo y García Navarro). Suponía también la independencia del “Riu de les Truites” del Castillo de Culla y la partición de los términos. Es por tanto, la partida de nacimiento del pueblo.
El señor que reparte la tierra lo hace de forma que sea atractivo para los pobladores a causa de las ventajas que les da: reconocimiento de los derechos cívicos, poca presión económica, etc., unos privilegios que en definitiva, sirven para atraer a los nuevos pobladores de un territorio que, de no ser así, permanecería deshabitado e improductivo, dada la escasa densidad demográfica del siglo XIII.
La Carta Pobla permite la creación de una villa (y no-aldea) “franca y libre” a la que se le asignan unos límites con absoluta presición. Los pobladores se regirán conforme a los fueros, usos y costumbres de Zaragoza, tendrán que guardar fidelidad a Dios y estarán obligados, como vasallos, a guardar fidelidad y lealtad a Blasco de Alagón y a sus sucesores, quiénes como contraprestación respetarán los pactos y los harán respetar. Los nuevos pobladores que tengan casa abierta y habitada durante un año y un día podrán hacer lo que quieran con sus propiedades con absoluta libertad.

Bonita foto, ¿quién será la de detrás de la pared?
El viernes pude acabar la jornada laboral a mediodía, dejando atrás así una semana que volvía a ser "intensa" en este aspecto pero que dejaba paso a un fin de semana que prometía. De la misma manera que ocurrió ahora hace un año el plan era atractivo: dejar atrás Valencia, acompañados "pels veins" y poner rumbo a Vilafranca donde íbamos a repetir estancia de fin de semana en La Casa del Mercat, vivienda de turismo rural enclavada en pleno centro de la villa y que recomiendo de manera entusiasta. Y la verdad es que el fin de semana ha sido provechoso, con un sábado en plan turista por la zona de la Pobla del Bellestar, origen de la actual Vilafranca, y la de la Iglesuela del Cid, localidad próxima a Vilafranca y cuya carrera es de las que merecen la pena (en este enlace tenéis mi experiencia en la edición del 2010), aprovechado también para la visita de rigor al outlet para cargar de cara al ya iniciado otoño y, en fin, tratando de desconectar de ese día a día tan complejo que llevamos últimamente. Y así, entre visitas, compras y algún que otro paseo nos plantábamos en el domingo, día en el que se disputaba la quinta edición de la Marxa a Peu Entreparets, que se convertiría si no pasaba nada en mi tercera experiencia en la misma.

Museo de la Piedra Seca de Vilafranca
La piedra en seco ha sido y es una constante en Vilafranca. Durante siglos, la necesidad de aumentar la superficie y la calidad del terreno hizo que se extrajera de sus tierras grandes cantidades de piedra. Con ella y con el ingenio y las manos de los pobladores de esta villa se creó una arquitectura propia, sencilla y popular, una forma única de entender el medio que los rodeaba. Se crearon centenares de kilómetros de paredes de piedra seca y centenares de casetas, balsas, pozos, bancales, artigas, azagadores, etc.
Una imagen del Museo de la Piedra Seca

Así, para dar a conocer esta arquitectura ecológica que ha transformado el paisaje de una manera sabia y respetuosa con el medio ambiente, Vilafranca inauguró el sábado 14 de octubre de 2006 el primer Museo de la Piedra Seco de la Comunidad Valenciana.
Este espacio museográfico, único por sus características, está ubicado en la planta superior del edificio gótico de La Lonja. En él se puede conocer la rica técnica de la piedra en seco que forma parte del patrimonio de Vilafranca, las herramientas, los modelos constructivos, las tipologías de casetas o el paisaje humanizado, a partir de un recorrido por paneles, maquetas, recreaciones y proyecciones con fragmentos del audiovisual “Toda Piedra Hace Pared”. Además, también da la oportunidad de gozar de una de las vistas más privilegiadas de toda la Vega y del mismo edificio donde se ubica, la Lonja gótica de Vilafranca.
De todas formas, este Museo va más allá de los límites físicos del edificio; quiere dar las herramientas para interpretar el paisaje lleno de piedra y para comprender el esfuerzo de los vecinos de Vilafranca; para poder subsistir en estas tierras transformando el paisaje. Así pues, tres son los itinerarios que se pueden realizar para completar la visita:
  • ITINERARIO “PLA DE MOSORRO”: Pastores y Ganaderos.
  • ITINERARIO “LES VIRTUTS”: Agricultores y Masoveros.
  • ITINERARIO “LA PARRETA”: El bosque de “La Parreta”.

Con Rubén, poco antes de la salida
Y llegaba el domingo; las nueve de la mañana era la hora prevista para que diese comienzo esta nueva aventura en el mundillo del trail. Una de las ventajas de anticipar el viaje a Vilafranca es que teniendo la casa a apenas treinta metros de la salida uno no se ve en la obligación de pegarse el gran madrugón para acudir a la carrera. En este caso, apurando un poquito el momento de ponerse en pié, preparamos las cosas en compañía de Rubén y en cuanto estuvimos listos nos plantamos en la salida, recogimos los dorsales y a partir de ahí a esperar el momento de la salida en agradable compañía y tertulia con numerosos compañeros de este mundillo que por allí se habían congregado. Y la verdad es que casi sin darnos cuenta ya estábamos preparados para dar comienzo a la prueba, sin haber hecho nada de calentamiento y con el objetivo único de comprobar como asimilaban mis piernas la tralla de la semana. Así pues, ubicados en la zona media del grupo dimos comienzo a la carrera. Inicialmente las condiciones parecían idóneas para correr, con el cielo "enboirat" y Lorenzo tapado y sin dar señales de vida. Sin embargo, como me temía después de la experiencia del sábado, esa situación iba a ser temporal y pronto desaparecería esa neblina dando paso a un cielo despejado. Pero tampoco podemos quejarnos demasiado porque al menos yo no he tenido la sensación de que hiciese mucho calor durante prácticamente todo el recorrido.

En pleno descenso, detrás aparece Teo
Como he dicho antes ya nos habíamos puesto en marcha; lo primero que me gusta de esta carrera es su salida cuesta abajo que te permite, aunque sea un tramo cortito, empezar a calentar las piernas sin tener que sufrir un calentón ya de salida. Pese al favorable perfil inicial, tal y como tenía previsto, mi salida ha sido tranquilita y sin forzar más de la cuenta de manera que transcurridos los seiscientos metros iniciales, y con el inicio del primer tramo de ascenso tampoco iba con las pulsaciones arriba y eso me ha permitido afrontar esta subida con la misma tranquilidad que el inicio. De todas formas con este inicio me pasa siempre lo mismo, recuerdo los primeros metros pero cuando creo que ya hemos llegado arriba y que empezamos a descender llega la cruda realidad y nos regala un tramo mucho más largo de ascensión. Al final la misma, con mayor o menor pendiente nos lleva hasta el kilómetro tres para, después de un kilómetro de llaneo, volver a empezar a subir hasta más allá del cinco. Y acaba siendo un tramo bastante más exigente de lo que parece. Bien, con toda la tranquilidad del mundo acabamos por llegar al kilómetro cinco en algo más de treinta y siete minutos, dejando de lado el primer avituallamiento y aprestándonos a iniciar el primer descenso de cierta consideración de la carrera. Un tramo corredor que nos llevará hasta más allá del siete y en el que, en caso de apretar puedes volar... algo que no es el caso en esta ocasión.

Tratando de seguir con mi idea de no forzar la máquina, y pese a que ya en este tramo empezaba a encontrarme más entero de lo esperado, me acoplo al ritmo que lleva el grupeto que me precede y así doy cuenta de un cómodo tramo de descenso que sobrepasado el siete nos lleva a correr entre el bosque y que enseguida nos regalará la segunda ascensión del día, de apenas un kilómetro y no demasiado dura pero que vuelvo a afrontar con la prudencia con la que llevo toda la carrera. Esta subida nos deja prácticamente en el kilómetro nueve y desde ahí iniciamos un nuevo descenso que nos llevará hasta el segundo avituallamiento de carrera, allá por el diez y medio. Las sensaciones en este punto siguen siendo esperanzadoras e incluso me permito forzar un poquito en el tramo viendo que las piernas siguen respondiendo. Debo reconocer que en este punto mi cabeza ya está madurando la idea de meter una marcha más y probar cómo va todo con un ritmo menos cómodo pero todavía aquí me parece un poco precipitado así que aprovecho el segundo avituallamiento para alimentarme bien y afrontar el siguiente tramo a modo de prueba para decidir si cambiar de paso o no. El tramo entre el cinco y el diez lo hago en 33.10.

Después del avituallamiento llegaba lo que personalmente me parece la subida más exigente de la carrera; apenas kilómetro y medio de ascensión, con un tramo inicial muy suave que se deja trotar y que nos deja prácticamente en el kilómetro doce que deja paso a un tramo de cuatrocientos metros con una pendiente media del 24 por ciento que alguno trotará pero no seré yo. El caso es que abandono el avituallamiento en compañía de un componente del C.M. La Pedrera y aprovechando la coyuntura me pongo a su rebufo y con él vamos subiendo ese primer tramo trotador. Las piernas siguen respondiendo bastante bien y así llegamos a la parte dura en la que inicialmente me sigo dejando llevar para finalmente apurar un poco la marcha para tratar de superarla lo antes posible. Y casi sin darnos cuenta nos plantamos en el final de la parte dura a la que sucede un tramo de kilómetro y medio de falso llano que nos llevará hasta el catorce al punto más alto de la carrera. Sigo haciendo la goma con el compañero de Borriol y, una vez llegados a este punto más alto, coincidiendo con el inicio de la bajada ya tengo claro que en adelante hay que apretarse los machos y forzar la máquina. Todavía queda algo más de un kilómetro de descenso hasta el avituallamiento que me tomo con cierta calma a la espera del mismo; finalmente, alrededor del quince aparece el avituallamiento donde apuro la pertinente hidratación, lleno el botellín y me preparo para una carrera de diez kilómetros dentro de la Entreparets. Este tercer cinco mil lo he recorrido en 36.11.

Empieza aquí una nueva carrera para mí. Viendo que las piernas están mucho más fuertes de lo esperado  decidí apretar el paso y a pesar de que llega un tramo de descenso no del todo cómodo para correr, me "deshago" del grupito en el que había transitado hasta entonces y me lanzo a tratar de ganarle segundos al crono. Las piernas pero, sobre todo, la cabeza están a tope de fuerza aunque sigo temiendo posibles desfallecimientos más adelante, en especial a partir del último avituallamiento donde el terreno es corredor pero seguramente el menos bonito del circuito. Apuro el descenso y empiezo la última subida de entidad de la carrera, más allá del último kilómetro que picará nuevamente hacia arriba. Me permito el lujo de trotar en algún tramo y el kilómetro más duro de esta subida, que siempre se me ha atragantado, lo paso con mucha fuerza, recortando distancia con el grupo de delante de una manera significativa. Alcanzado el dieciocho y medio aparece una bajada muy pronunciada y que puede pasar factura a mis piernas pero la verdad es que sigo encontrándome fuerte y mentalmente, tratando de no perder la concentración voy preparándome para ese kilómetro largo que tenemos desde el final del descenso hasta el último avituallamiento y que siempre se acaba por hacer duro. Finalizado el descenso hago una breve parada para beber y de inmediato me pongo en marcha para tratar de superar este kilómetro antes mencionado del tirón. Dicho y hecho, después de pasar a varios corredores alcanzo el avituallamiento, prácticamente en el kilómetro veintiuno habiendo superado una fase de la carrera que en otras ediciones me había pasado factura pero que este año transito con muy buenas sensaciones.

Estos nanos me sprintaron al final.
Así da gusto acabar una carrera
Breve parada y a dar buena cuenta de lo que queda, algo menos de cuatro kilómetros bastante favorables a excepción del último, de subida hasta el final. El caso es que hasta el final seguiré encontrándome bien de verdad, superando a gente e incluso en las calles del pueblo, una vez superada la tachuela de entrada, breve pero de las que pican, me permito mantener un ritmo bastante decente a pesar de ese breve tramo de escaleras que dejan huella en las piernas. Total, me planto en meta en algo más de 2.55, tiempo que colma mis aspiraciones iniciales con suficiencia. Solamente un dato; en el avituallamiento apenas llevaba un minuto de ventaja sobre mis tiempos del 2011 y al final rebajo ese tiempo en siete minutos. Pero lo mejor de todo es que acabo muy entero y con ganas de más, algo que realmente considero sorprendente después, insisto, de una semana cargada de volumen de trabajo. Entrada en meta bien acompañado de Leyre, Biel y Oriol y después de hidratarme, rápidamente a la ducha, en la casa (qué bien sienta una buena ducha nada más acabar, sin prisas) y a acabar el fin de semana de una buena manera. Lástima que al llegar a casa tengamos que vivir una vez más, y son ya muchas este verano, el drama de los incendios forestales, esta vez entre Chulilla y Sot de Chera, parajes por los que he disfrutado del trail recientemente.

En fin, de momento es todo, esta semana toca seguir sufriendo el asfalto aunque haremos un aparte el domingo para correr el Trail de Alpuente, cuarta prueba de la Liga CxM de la Serranía. Intentaremos que sea un pequeño homenaje a estas tierras tan castigadas por el fuego en este dramático verano que nos ha tocado vivir. Hasta entonces os dejo con los enlaces de siempre, sin olvidarme de agradecer a todos los miembros de la organización y voluntarios de Vilafranca por permitirme disfrutar de un fin de semana tan especial.


Perfil de la Entreparets en Wikiloc

domingo, 16 de septiembre de 2012

Vuelve el atletismo popular; XXXVI Volta a Peu als Barris de Sant Marcel·lí i Sant Isidre


Circuito de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia
La esencia del atletismo popular
Llegábamos hace una rato de la aventura por Sote y con el recuerdo todavía fresco de los chapuzones y el buen ambiente vivido en la SotExtrem tocaba volver a ponerse las pilas para afrontar un reto completamente diferente al tiempo que más adecuado para la preparación de ese cada día más cercana Maratón Divina Pastora de Valencia (y lo que vendrá detrás). Siete y cuarto de la mañana, suena el despertador y toca cambiar el chip para afrontar una nueva carrera de esa fiesta del atletismo popular que resulta ser el Circuito CRM de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia que retoma su actividad después del parón veraniego con la disputa de la XXXVI Volta a Peu als Barris de Sant Marcel·lí i Sant Isidre, la carrera más antigua de cuantas se organizan en la ciudad de Valencia.

Iglesia Parroquial de Sant Marcel·lí
Sant Marcel·lí es un barrio de la ciudad de Valencia perteneciente al distrito de Jesús. Está situado al suroeste de la ciudad y limita al norte con La Creu Coberta y L'Hort de Senabre y al este, al sur y al oeste con Camí Real. Su población en 2009 era de 10.385 habitantes. El barrio de San Marcelino fue promovido en el año 1949, y fundado en el año 1954, por el entonces arzobispo de Valencia, monseñor Marcelino Olaechea, que impulsó la creación de este barrio para procurar viviendas a personas sin hogar. En abril de 1954 empezó a ser habitado el primer bloque de viviendas. El 16 de junio de 1976 se fundó la Asociación de Vecinas y Vecinos de Sant Marcel·lí, que ha promovido el progreso de las infraestructuras del barrio. El principal monumento del barrio y su único Bien de Interés Cultural es la iglesia parroquial de San Marcelino Obispo.

Original el plano de la zona de salida y llegada
Una distancia de 5600 metros que resultaba del todo insuficiente para preparar la cita del 18N me llevó a quedar con el amigo Titonarman para aprovechar la mañana haciendo la distancia entre Mislata y la salida de la carrera trotando para, después de la misma, volver a hacer el camino inicial y de esta manera completar unos dieciséis kilómetros de rodada incluyendo esos cinco y medio a ritmos más elevados y dar así por concluido el fin de semana en cuanto a entrenes. Dicho y hecho, poco después de las ocho de la mañana estábamos los dos camino de la zona del Cementerio para dar buena cuenta de este extraño rodaje que nos habíamos preparado. La verdad es que el recorrido no invitaba al optimismo porque después de salir de Mislata en dirección al parque fluvial, pasábamos por la cárcel donde recogíamos a otro compañero, poco después sobrepasábamos el hospital y, claro, después de esos dos antecedentes llegar al cementerio no dejaba de ser curioso. Bromas aparte, cinco kilómetros después, y tras veintiocho minutos de trote suave nos plantábamos en la zona de salida donde ya se podía vivir ese ambiente de los días especiales. Al final unos cuatro mil valientes nos dábamos cita por allí para celebrar una nueva fiesta del deporte popular. Una vez llegamos a la zona, transcurridos unos minutos, y rodeado de gente del C.D. Es Posible, nos metimos en el cajón de salida que nos correspondía (Dorsal Preferente C, toma ya!!!) con un pequeño contratiempo. Igual es falta de experiencia, jeje, pero el caso es que el chip se había quedado en casa así que en principio iba e competir de tapadillo.

En la parte intermedia de la prueba
siempre a la vera de Dámaso, magnífica referencia
Comentario previo a la salida, como no, salimos tranquilos, ¿verdad?. Y claro, salimos tranquilos. Tampoco me quejaré más de la cuenta pero imagino que el ritmo de carrera fue superior a lo pensado pero eso es algo inevitable en estas ocasiones. De todas maneras debo admitir que el ritmo de crucero que impusieron estos de azul me vino muy bien para mis objetivos. Las sensaciones, a pesar del cansancio acumulado en las piernas, fueron inmejorables y la cabeza funcionó, esta vez sí, como un reloj. Pero volvamos atrás; una vez dada la salida y traspasado el arco de salida nos pusimos a la marcheta y siempre en grupo (menos un tramo casi al final en el que los amigos Alfonso y Dámaso se dieron temporalmente a la fuga) marcamos un ritmo casi constante durante los cinco primeros kilómetros de recorrido, prácticamente llano y sin repechos de relevancia; así los pasos de cada kilómetro fueron los que pongo a continuación: 4.53, 4.51, 4.45, 4.55 y 4.43. No sé ese pequeño frenazo del cuatro a qué se debió y en ningún momento fui consciente de ello; en cualquier caso fuera la compañía o el hecho de salir sin ningún tipo de "presión", el caso es que como ya he dicho me encontré en todo momento muy cómodo y rodé con suficiencia durante todo el recorrido.

El momento de la llegada; hoy sí, contento
Habréis comprobado que todavía falta el último parcial; cómo no, de manera repentina, el ritmo se aceleró y no precisamente a la vista del arco de meta porque fue antes. El caso es que cuando me quise dar cuenta entre la multitud entre la que corríamos todavía a estas alturas, el amigo Alfonso había "desaparecido" y se encontraba unos metros por delante. Igual no eran más de cinco pero a mí me pareció que iba muy por delante. En cualquier caso me impuse un último esfuerzo para entrar juntos así que acabé por alcanzarlo y entrar en meta con él y con Dámaso, quien aparece de azul a mi lado en la foto de la entrada, después de un último parcial para los seiscientos metros largos de este tramo en 4.13. Al final el cacharro me marcaba un tiempo de 26.41, a 4.45 de ritmo medio, mejor de lo previsto inicialmente sobre todo porque, insisto, por primera vez en este periplo de asfalto me encontré cómodo de verdad. Llegado este momento, de manera rápida nos hidratamos, y sin pausa nos aprestamos a deshacer el camino inicial para completar ese rodaje previsto. Finalmente a un ritmo muy parecido al de la ida, algo más de veintiocho minutos después, llegábamos a Mislata con la satisfacción de haber pasado una muy buena mañana de carrera por las calles de Valencia al tiempo que éramos capaces de hacer una salida decente para la preparación de la maratón. Imagino que ésta será la primera de unas cuantas salidas con Alfonso para tratar de llegar al 18N en condiciones.

Poco más que decir; como siempre estas carreras me dejan encantado. Ver tal cantidad de gente disfrutando de correr por las calles de una gran ciudad, la mayoría de los cuales solamente aspiran a conseguir acabar la mismo o ver las caras de felicidad de éstos cuando alcanzan la meta no tiene precio y hace que te quedes siempre con ganas de más. Esto es lo verdaderamente importante de esta afición, su carácter popular y el espíritu de superación de la gente. Por cierto, no quiero acabar sin una mención a Rubén que casi consigue acabar por debajo de seis el kilómetro; enhorabuena por ello pero déjame que ejerza de trainer: para la siguiente el objetivo es necesariamente más exigente, ese ritmo es el bueno pero hay que conseguir acabar sin andar (en la carrera del CD Es Posible habrá que conseguirlo). 


El perfil en Wikiloc. Pese a lo que pueda parecer la carrera es plana cien por cien
Y para el fin de semana que viene toca estancia en la Casa del Mercat, Vilafranca del Cid, totalmente recomendable para estancias de relax. Allí el amigo Sergio os atenderá de manera inmejorable. Y claro, aprovechando el asunto, ¿o era al revés?, el domingo nos meteremos entre pecho y espalda la Entreparets. Ya os lo contaré.

sábado, 15 de septiembre de 2012

SotExtrem, gamberros a todo ritmo!!!



SotExtrem, un trail running diferente en todos
los aspectos
No ha sido una buena semana; las cosas siguen sin enderezarse y lo que es peor me parece que estoy empezando a magnificar las cosas. El ambiente en el trabajo sigue muy enrarecido y al final cualquier tontería se convierte en algo importante y a lo que acabo por dar más importancia de lo que realmente tiene. Imagino que todo es por un problema de saturación y de no ver ningún atisbo de mejora. Y lo peor de todo es que todo este tema acaba por trasladarse al resto de aspectos personales; es difícil separar lo personal de lo profesional y ello se traduce en demasiados malos rollos en casa y, en el ámbito deportivo en malos entrenes y pocas ganas de salir a correr. Y todo ello a poco más de nueve semanas de la Maratón de Valencia es muy preocupante porque semana a semana se complica el objetivo de las 3.30. Con este panorama hasta el jueves todo el bagaje deportivo se reducía a un par de sesiones en el gimnasio (encima el calor sigue apretando y a mediodía, con poca motivación, se hace imposible salir a rodar). Afortunadamente el jueves pude sacar un rato para salir con los compañeros del Rocafort Running que acabaron por "regalarme" una buena sesión de una horita a muy buen ritmo en un circuito de esos de subir y bajar que tanto están gustándome últimamente. Y así llegamos al fin de semana, un fin de semana que se presentaba diferente en cuanto al aspecto deportivo...

Aunque se carece de datos exactos, en el actual Sot de Chera hubo asentamientos ibéricos, ya que se han encontrado monedas y vasijas en el paraje conocido como Los Casericios, amén de un acueducto en las cercanías de la población, situado en el paraje de la Canal. En el siglo XI, en el periodo de taifas, se erigió una torre o atalaya de vigilancia sobre el paso fronterizo entre los reinos de Toledo y Valencia en el paraje denominado Soto de Chera, compuesto del latín saltus, paso, estrecho y el prerromano chera, peñasco, en torno a la cual se fue configurando el primitivo núcleo de población.
Tras la conquista en 1271, se convierte en Señor Territorial D. Hurtado de Lihory, caballero que había tomado parte en la conquista del futuro Reino de Valencia; en el siglo XIV el señorío pasó a la familia de los Feández de Heredia, nobles vinculados por parentesco con los Ruíz de Lihory, hasta que en el siglo XVI el señorío fue comprado por la familía Mompalau para añadirlo a sus posesiones de Gestalgar.
El 10 de enero de 1540 se verifica la escritura de población o carta puebla de Sot de Chera otorgada por D. Miguel Ángel de Mompalau, señor de la Baronía de Gestalgar y de Sot de Chera, a favor de 12 moradores, mediante la cual pasan a ser vecinos con los derechos y deberes que en la misma se expresan.
En 1654 D. Gaspar de Mompalau, para evitar discordias entre ambos pueblos ordena el acta de levantamiento de mojones que, derruido, ya existían desde tiempo inmemorial. Gestalgar se deslinda de Sot de Chera. 
En 1812 la querrilla de Romeu, precedente de Siete Aguas, penetró en Sot de Chera, pueblo que había elegido por sus condiciones estratégicas para concentrar a varios jefes guerrilleros que actuaban por parte de Cuenca y Teruel. Al amancecer de día 5 de junio, Sot de Chera fue invadido por las tropas francesas al mando del capitán Lacroix, donde fue apresado nuestro héroe. Conducido a Liria y luego a Valencia, fue ahorcado en la plaza del Mercado el 12 de junio de 1812. En Sot quedó el resto de la guerrilla, siendo fusilados cuarenta y cinco hombres.
En 1836 los habitantes del caserío de Chera solicitaron del gobernador civil la segregación de Sot de Chera, instruyendose un expediente por dicho motivo, durante los años que van desde 1836 a 1840. El 1 de enero de 1841 toma posesión el nuevo ayuntamiento de Chera practicándose durante dicho año las primeras diligencias de amojonamiento. 


Vistas del centro "El Cerrao"
Llegado el sábado por la tarde tocaba una aventura diferente a todo cuanto hasta la fecha había realizado. Después de más de ciento treinta carreras por montaña y unas cuantas también de asfalto tocaba coger el coche y poner rumbo a Sot de Chera donde tendría lugar la segunda edición de la SotExtrem, una carrera por montaña a la que, por si no es suficiente con la montaña propiamente dicha, los amigos de la organización, añaden toda una serie de obstáculos artificiales que, a buen seguro, pondrían a prueba mi limitada habilidad a la hora de sortear ese tipo de obstáculos. Así pues, nada más comer tomaba rumbo, esta vez más que nunca, hacia lo desconocido. Un camino ya conocido de muchas batallas anteriores por la Serranía me dejaba con tiempo de sobra en Sot de Chera, en concreto en el Cerraoun centro municipal que da servicio a los visitantes de Sot de Chera desde el año 2002, enclavado en un medio natural privilegiado, desde donde es posible realizar deportes en la naturaleza y excursiones patrimoniales. El centro recibe un gran número de visitantes al año, atraídos por el servicio del centro y por las inmensas posibilidades que ofrece el entorno. El Cerrao está gestionado por la empresa Geonatur, dedicada a los deportes de ocio en la naturaleza, por lo que sus huéspedes tienen la posibilidad de realizar piragüismo, barranquismo, tiro con arco,senderismo..... 


Limpitos y listos para la batalla...
vaya tres patas para un banco!!!
Una vez aparcado el coche un breve paseo siguiendo el cauce del río me dejaba en el espacio donde se ubicaba el centro neurálgico de la SotExtrem. Allí, en un pequeño espacio se concentraba el local de entrega de dorsales, la zona de salida y de meta y, sobre todo, la pequeña "pista americana" que nos había preparado la gente del C.D Barranco (gracias a Héctor como cabeza visible de la organización) y que más tarde pondría a prueba nuestras habilidades, escasas en mi caso, para sortear este tipo de obstáculos: "toboganes" con chapuzón final, neumáticos, balas de paja, grandes rulos que superar, reptar en seco pero también en mojado, en fin, toda una serie de obstáculos que nada más pude verlos supe que no iban a dejar indiferente a nadie. Una vez inspeccionada la pista americana, algo que hice después de una animada tertulia con varios personajes del mundillo tales como el amigo Torko con su inseparable Inés (os recomiendo que no os perdáis su vídeo de la prueba que pondré al final de la crónica), Paco con su lesión, el inefable Kike Gallego, Toni de "A les nou", Héctor, de Leonia, alma mater de la carrera o Jaime, espiquer.com, maestro de los locutores de carreras que tanto nos hizo disfrutar en la carrera de Albentosa, tocaba esperar la hora de salida que se amenizó con un espectacular desfile de disfraces de todos aquéllos que iban a optar al premio en esa categoría. Llegado el momento de la salida, con un poquito de retraso, empezaba el show: quinientos metros de carrera con un pequeño obstáculo en forma de neumáticos que superar, dejaban paso a la zona del río. Aquí tocaba remontarlo durante unos cien metros, salir de él, correr un poquito y tras el paso por un breve lodazal volver a remontar el río en una zona donde el tarquín hacía difícil mantener el equilibrio. Superado el obstáculo tocaba volver a correr, algo que quien esto escribe se tomaba con calma y alrededor del kilómetro dos y medio empezaba el show en forma de circuito de obstáculos que teníamos que afrontar por primera vez. Empezaba el mismo con el tobogán y la primera remojada completa del día, y acababa saltando las balas de paja. Entre medio de ello un completo devenir de obstáculos artificiales que lograban sacarte la mejor de las risas a medida que los ibas superando (en el vídeo del final podréis verlos todos de mejor manera de lo que sería capaz de describir así que os emplazo a ello).

Alcanzado el kilómetro tres daba comienzo la segunda vuelta del recorrido. Con el segundo paso por la zona del río, igual a la primera vuelta, acababan las bromas y la cosa se ponía seria. Enseguidita, con una rampa que recordaba de la edición de la Media del año 2009 se iniciaba la ascensión del día. Alrededor de dos kilómetros y medio de subida, de esas que sin ser explosivas salvo algún tramo corto sí que van pesando en las piernas porque el calor empieza a dejar huella y esos porcentajes constantes también. En cualquier caso habíamos ido allí a disfrutar y además la mañana siguiente tocaba tralla así que me impuse un ritmo de caminante trotón, es decir más caminar que trotar y con ese ritmo acabé por superar la subida. Alcanzado lo que parecía el final, todavía quedaban un par de kilómetros de pista pero que con toboganes continuos seguían dibujando un perfil de subida e iban dejando las piernas más cascadas si cabe. También acabé por superar este tramo y ya solamente quedaba una larga bajada, algo técnica en algún tramo pero que recordaba peor del año 2009 (salvo que mi memoria me juegue una mala pasada entonces también se bajaba por ahí), y que nos devolvía a El Cerrao donde un breve tramo de enlace nos volvía a poner en lo alto de la rampa para el segundo chapuzón integral que daba inicio al segundo paso por la zona de obstáculos artificiales al final de la cual se encontraba, ahora sí, la línea de meta.

El después, no tan limpitos
pero igual de sonrientes
Os habréis percatado de que en ningún momento he hablado de ritmos, tiempos ni demás historias de otros relatos. No os voy a engañar, el Garmin se quedó en la mesa de Jaime, el espíquer, porque finalmente decidí que no quería arriesgarme a que acabase maltrecho pero, y sobre todo, quería disfrutar de esta propuesta sin más intención que ésa, disfrutar de una tarde de trail running diferente a lo que había hecho hasta la fecha. Y debo reconocer que me lo pasé en grande;  a pesar de los problemas de los que hablaba al principio del relato por un rato logré desconectar al cien por cien e incluso reír como hacía tiempo que no conseguía. Como he puesto en una entrada en el facebook, creo que estas cosas son necesarias de vez en cuando ya que se tratan de experiencias inmejorables para disfrutar en un entorno privilegiado y para desconectar al tiempo que disfrutas de la pasión del trail. Por eso solamente me queda dar las gracias a la gente de Sote porque logran que los que hasta allí nos desplazamos pasemos un rato inolvidable. Anotada queda para años venideros con la intención de repetir siempre que sea posible.

A falta de tracks, os dejo un enlace a la página oficial de la prueba, http://www.sotextrem.es/

Vídeo de la prueba (Inés y Torko); en mi opinión espectacular!!!


Versión extendida (Inés y Torko); en mi opinión espectacular!!!


Hasta aquí la historia de una gamberrada por la zona de los Serranos (decir que ya van tres de tres en el circuito); la mañana siguiente, pocas horas después tocaba disfrutar del running de una manera diferente. Pero eso será otra historia...

domingo, 9 de septiembre de 2012

Trilogía del fin de semana, domingo 9... VIII Cursa Ibérica Figueroles


Cartel de esta octava edición
de la Cursa Ibérica
Como ya se ha dicho en las entradas anteriores, el fin de semana llegaba cargado de carreras para el que esto escribe. A la nocturna del viernes en Alfafar le sucedía la carrerita del sábado en Castellón y de ahí, casi sin tiempo más que para una agradable cenita en Castellón en buena compañía y un breve aunque reparador sueño, tocaba volver a preparar los trastos de correr y enfilar rumbo a Figueroles de l'Alcalaten una de las citas clásicas del final del verano en las montañas castellonenses y que llegaba ya a su octava edición. En compañía de Ruben, con quien una vez pasados los meses de verano volvemos a compartir calendario de carreras, nos dirigimos cuando todavía era noche cerrada hacia esta localidad de la comarca de l'Alcalaten, en Castellón, donde dicho sea de paso siempre es un gustazo correr por el gran ambiente que se respira y por el excelente trato que recibimos año tras año los que por allí nos acercamos a disfrutar durante un rato de nuestra pasión por la montaña. Al llegar allí pudimos disfrutar de un buen rato en compañía de los habituales amigos y compañeros que por allí se daban cita también en esta ocasión. Sería largo de citar a todos los que por allí estaban, muchos de ellos doblando después de la carrera del día anterior por Soneja (eso para que no creáis que el único loco soy yo), pero podemos destacar al maestro Rafael Murcia, quien en en esta ocasión compartía con Adrián la representación de los Murcia, el incomparable Takito que ha jubilado ya su bañador, Campanilles, Fernando García, Berto y Ayacucho representando a los Iglesias (a recuperarse Juanjo...), una numerosa representación de mi club, Mur i Castell-TUGA que acabó en victoria de Silvia Miralles entre las chicas, Fede Arnau y muchísimos más del MiM, Jose Carreras, el eterno llorón... en fin, muchísimos conocidos y amigos entre la multitud de congregados en Figueroles. Pero en esta ocasión permitidme saludar el retorno a las carreras del amigo Rafa de Gomar después de un tiempo sin ponerse un dorsal. Vamos Rafa, que poco a poco volverán todas las buenas sensaciones.

Mirador de la cueva, Figueroles de l'Alcalaten
La Ruta Etnográfica de l’Alcalatén, como proyecto cultural, pretende reflejar la herencia dejada por generaciones y generaciones de pobladores de estas tierras que, de una manera respetuosa y singular, lograron durante siglos mantener un equilibrio entre el entorno natural y su medio de vida, que giraba en torno a la agricultura y la ganadería. Fieles a esta tradición, nuestro proyecto de senderismo asienta los fundamentos de un turismo de interior respetuoso con el medio natural y basado en el desarrollo sostenible de nuestra comarca. El sendero PRCV-341 es un sendero de dificultad media, de tipo circular con salida y llegada en la población de Figueroles y de una distancia total de 14.204 metros. La ruta comienza en las afueras del pueblo en la zona denominada Bassa Passá. Desde aquí continúa atravesando campos cultivados hasta el cruce con una pista asfaltada. Una vez cruzada ésta, continúa por un sendero que, en fuerte ascenso, nos deja en la entrada de la cueva del Castellar y, posteriormente, en la cima del Castellar. Aquí comienza a descender por un sendero hasta el entronque de una pista forestal que nos deja a la entrada del Pinar Burgá. Desde aquí, continuamos en dirección al Pla del Vinyè atravesando el Barranco de la Volatera y por pista forestal subiremos hasta su final en donde, al lado de una casa de campo, tiene su inicio el sendero de la Paridora que nos dejará en el Bassot del Conde de Aranda. Una vez pasado el bassot, cogeremos la primera pista de la derecha que nos lleva hasta la masía del Quadrat y que, poco después, convertida en senda, nos baja hasta el cauce del Barranco de les Olles donde se encuentra el Cocó. Desde el barranco comenzaremos el ascenso por una pista de tierra que nos deja en otra más importante; y que nos lleva hasta el Poblado de la Edad del Bronce de la Penya- Roja y, una vez pasado éste, en la Bassa de Baquero. Una vez pasada la bassa, continuamos por una pista de tierra hasta encontrar de nuevo el Bassot del Conde de Aranda donde una bifurcación nos deja en el sendero que atraviesa por su parte baja la Roca Naram y que termina en la pista forestal de la Barceloneta. Desde la barcelonesa atravesamos campos cultivados por una pista forestal hasta la zona del Maset, donde atravesaremos un pequeño barranco y continuaremos hasta encontrar el Molí Vell; justo en el cruce de la carretera con el Rio Llucena. Una vez atravesado el puente del río, continuamos por la pista forestal de Cantala y Secanet hasta el cruce con el sendero que nos baja al Molí del Pito y al río. Desde aquí, siguiendo su curso, atravesamos el paraje de la Fuente de la Carreraça y subimos al pueblo por el camino de la Volta hasta llegar de nuevo al inicio de la ruta.


Casi al final, en el tramo por el río. Poco después
 nos espera un considerable repecho
Y así, entre conocidos y amigos, que no es mala manera de estar, se hizo la hora. Como es habitual, salida neutralizada hasta el arco de salida real y enseguida a ponerse a correr en serio. Evidentemente, después de las dos carreras de viernes y sábado, salir a disputar ésta era, cuanto menos, temerario así que desde el primer momento me impuse una marcheta tranquila con el único objetivo de hacer una salida de un par de horitas de montaña que contase con compañía y con la logística adecuada sin tener que preocuparme yo de ello. Inicialmente me coloqué junto con Adrián que iba a un ritmo que me parecía adecuado para mis objetivos y así fuimos desgranando los primeros kilómetros. El único problema con el que me encontré en los primeros kilómetros fueron un par de tapones, breves pero que siempre fastidian, pero con los que también contaba en el planteamiento inicial de la carrera. Una vez salimos enseguida nos plantamos en una cuesta importante aunque no demasiado empinada en la que, pese a que podría haberlo hecho, enseguida desistí de correrla en su totalidad porque ibba con bastante miedo a lo que pudiesen decir mis piernas. Allí ya se alejó un poquito Adrian pero tampoco me importó demasiado porque en este caso la compañía es continua. Enseguida alcanzamos el kilómetro tres, a ritmos medios ligeramente superiores a los seis minutos el kilómetro, y con ello el paso por el pueblo, por sus afueras para ser más exactos, a lo que seguía nuevamente un tramo cómodo de pista/senda que allá por el kilómetro cuatro nos llevaba hasta la primera subida del día. Se trata de una subida corta, de apenas medio kilómetro que ya te obliga a cambiar el chip y hacerla como buenamente se pueda. En este caso me limité a acoplarme al ritmo de la gente que iba alrededor y así acabamos por subir, sin demasiadas complicaciones. Una vez coronamos un cómodo descenso da paso a un nuevo tramo corredor en el que continuo sin forzar demasiado y después de un repecho algo prolongado por hormigón llegamos al inicio de la subida importante de la carrera. Ya estamos prácticamente en el kilómetro siete y se inicia aquí un tramo de prácticamente dos kilómetros de subida con un único descanso allá por el ocho y medio pero que tampoco es tremendamente exigente. Pese a ello nuevamente me lo tomo con calma a pesar de que aquí fuerzo un poquito más y adelanto a algunos compañeros de aventura. Parece que las piernas van mejor de lo esperado pero sigo sin fiarme así que tampoco fuerzo más de lo estrictamente necesario. Durante la subida ya he adelantado a Adrián quien parece no ir demasiado bien y también aquí ya me ha pasado el compañero Senda Llarga, quien parece estar fuerte. en fin, poco a poco llegamos al final de la subida donde me encuentro, a mi juicio, sorprendentemente fuerte de piernas. A destacar que es en este punto donde se produce, a pesar de que no fui consciente de ello, con el compañero Canh63, del popular foro carreresdemuntanya (un placer, compañero sin cara)

Con Canh63 al final de la subida
Se inicia ahora un largo descenso que en general es bastante corredor a pesar de tener algún tramo más complicado. En este tramo era donde se iban a poner a prueba mis piernas. Insisto que sin ser complicado en exceso sí que es de esos descensos que en caso de que las piernas no te vayan no vas nada cómodo. Sin embargo, y siempre sin forzar, hice la bajada muy cómodo y confiado en lo que iba haciendo. Después de adelantar a algún compañero me acoplé en un grupeto que me pareció llevar buen ritmo y ahí hasta el final de la bajada. Por cierto, durante la misma se produjo el segundo encuentro forero del día, con la presentación, por la espalda y a traición (es broma, claro) de "Er Urtimo". No veáis el susto que llevé cuando me preguntan si soy Tinyo y al decir que sí la respuesta es que era el último. Ya me veía yo superado por el escoba, jeje. Bromas aparte, un placer haber compartido esos kilómetros y la charrada en carrera. Claro, tampoco iba a quedarme el último y aunque inicialmente llegó a pasarme al final tuve que forzar y volver a adelantarle.... Finalizado el descenso, viendo que las piernas iban razonablemente bien y que en los primeros tramos de llano seguían igual me planteé la posibilidad de forzar un poquito pero al final opté por seguir igual y acabar según lo previsto la carrera. De aquí al final se trataba de mantener un ritmo más o menos constante, dar buena cuenta, a veces andando, de algún repecho más importante y llegar al final entero. Ni siquiera en la vertiginosa bajada hasta el pueblo, por esa misma pista de hormigón que subimos en los primeros compases de carrera me lancé así que, una vez superado ese último repecho de subida desde el río, hice la entrada en el pueblo y, enseguida, en meta en un tiempo de 02.01.10, más o menos el que había pensado hacer.

Momento de la llegada
Conclusiones; a pesar de la paliza del fin de semana las sensaciones fueron muy buenas. Cierto es que al no forzar puede resultar engañoso pero no lo es menos que las piernas respondieron en todo momento a las exigencias y que esas dos carreras de los días anteriores no pasaron la factura que pensaba. Otra conclusión importante es que necesito mucho asfalto para habituarme al mismo porque la mala cabeza de los días anteriores en Alfafar y Castellón no apareció en Figueroles lo que me hace pensar que es necesario empezar a sufrir en asfalto para fortalecer eso que dicen que piensa pero que a veces no sé si no lo hace o lo hace, al contrario, en demasía. En fin, satisfecho de mis prestaciones en Figueroles, aún sabiendo que no iba a tope ni mucho menos y eso me da moral para continuar adelante con más determinación si cabe. Esta semana tocará entrenar duro. Para el fin de semana solamente tengo previsto hacer esa cosa extraña del SotExtrem y el domingo intentaré salir a forzar en la carrera del Circuito de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia a ver si poco a poco la cabeza y las piernas cogen el gusto al asfalto. Y esas serán las historias de la semana que viene. Mientras os dejo los habituales enlaces. Por cierto, Rubén cumplió como un jabato y acabó también la Cursa Ibérica, enhorabona veí!!!


El ya clásico perfil de la carrera en Wikiloc

sábado, 8 de septiembre de 2012

Trilogía del fin de semana, sábado 8... 5k CAU Castellón

Imagen del histórico centro del CAU
El  Centro “El Cau” en Castellón está íntimamente ligado a la historia de la educación especial y el tratamiento de las personas con autismo en nuestra provincia, en nuestra Comunidad y en España y en estos momentos su labor de investigación y desarrollo de programas de innovación educativa  y terapéutica está reconocida en los más importantes foros de debate científico  nacionales e internacionales. Hace ya 27 años (1978) que iniciaron su camino tres profesionales castellonenses Juan, Higinio y Montse, ante la necesidad de dar a las personas con autismo unos cuidados específicos y  de alta cualificación profesional, centrándose en los siguientes objetivos: promover el conocimiento de la naturaleza y las características del autismo así como su carácter susceptible de tratamiento, propiciar la promoción, ayuda y defensa del niño autista, colaborando con otras entidades, realizar actividades docentes y formativas con el niño autista y, por último, orientar a padres y familiares y promocionar la formación de profesores en el tratamiento del autismo. Sus comienzos fueron modestos, en un viejo chalet en la avenida Villarreal, cedido en precario, con  iniciativa e ilusión empezaron esta apasionante aventura en la que tan sólo podían dar atención a 6 niños autistas. Sin embargo, poco a poco se ha ido haciendo un hueco como centro de referencia para la sociedad castellonense. Podréis encontrar toda la información referida a ellos en el siguiente enlace http://www.autismoelcau.com/

Cartel de la carrera
Organizada por la Escuela-Taller CAU y por Free-Run, el sábado por la tarde se celebraba la primera edición de esta carrera solidaria parte de cuya inscripción se destinaba a cubrir las necesidades de este importante centro de Castellón. Dado que para ese fin de semana estábamos por la zona, y a pesar de que el fin de semana ya se presentaba cargado de competiciones, con el I Gran Fons Nocturn d'Alfafar el viernes por la noche y la Cursa Ibérica de Figueroles el domingo por la mañana, me pareció una buena causa para colaborar y de paso volver a disfrutar de lo que supone birlarle el espacio urbano, aunque sea por breves momentos, a los coches y demás fauna habitual de las calles de las ciudades y poder correr con libertad por mi ciudad. Además se trataba también de una buena ocasión, ahora que toca cambiar la montaña por el asfalto, de hacer mi primera incursión en una distancia que sigue siendo demasiado agonística para mí, acostumbrado a las distancias más largas y, además, en montaña.
Después de una copiosa comida en casa de los papis y de haber dedicado el sábado a hacer un rato el ganso, llegada la media tarde poníamos rumbo los tres hacia Castellón, al encuentro dels veins ya que a  Rubén también lo había liado para formar parte de esta mini aventura a pesar de que también él corría el domingo en Figueroles. Así, como si nada, en un breve paseo por la zona del PAU Gumbau nos dejaba en la zona de salida donde la verdad es que el ambiente parecía menor de lo esperado. Cierto es que al ser la zona tan espaciosa al final eramos más gente de lo que pudiera parecer. En este caso no hubo ni calentamiento ni nada parecido, dedicando el tiempo de espera una vez recogido el dorsal a saludar a amigos y conocidos de este mundillo (como casi siempre, nada de nombres porque siempre acabas dejándote a gente). Una cosa de las que me gustó es la presencia de familias enteras que se congregaron allí para hacer el recorrido en compañía, algo que siempre es bonito y, además, permite que los más jóvenes vayan entrando en este apasionante mundillo. En lo que a mí respecta me tuve que conformar con que me acompañasen a la carrera; Leyre es todavía demasiado pequeña para tanta distancia y Mónica... bueno, es Mónica.

Entrando en meta de la mano de Leyre
lo mejor de la carrera sin ninguna duda
A las 19.00 horas se ponía en marcha la carrera. Al pistoletazo de salida respondíamos todos saliendo como verdaderos poseídos en busca de cerrar los cinco kilómetros en el menor tiempo posible. Y claro, el idiota de Roberto se plantó en esos ritmos que al final son imposibles y al final acabó pagando eso y el tute del día antes por Alfafar. Ya digo, salida a todo tren por la zona del Auditorio en dirección a la estatua de Tombatossals, momento en el que, apenas medio kilómetro después de la salida ya decidí bajar el ritmo porque al que iba acababa asfixiado seguro. A pesar de ello el primer kilómetro lo pasé en 4.17 lo que me hace pensar que en esos cuatrocientos metros iniciales iría incluso por debajo de cuatro. Claro, con ese inicio pronto empecé a encontrarme algo sofocado por no decir nada peor. El segundo kilómetro, en unos decentes 4.35 dio paso al momento crítico de la carrera. Ya ves, apenas cinco kilómetros y aún tuve tiempo de momentos críticos. No sé qué es lo que sería pero de pronto me quedé sin fuerzas y tuve incluso la idea de parar, algo que al final pude evitar; afortunadamente fue algo pasajero y bajando el ritmo del tercer kilómetro hasta los cinco pelados parece que conseguí superar el bajón y volver a disfrutar de la carrera. Sin embargo ya no tuve ni las ganas ni las piernas de volver a cambiar el ritmo así que me dejé llevar a ritmos algo por debajo de ese cinco del kilómetro tres para finalmente alcanzar la meta en 23.47, de la mano de Leyre y satisfecho por haber cerrado mi primer cinco mil (con margen de sobra, espero, para mejorar en el siguiente que haga que espero no tarde demasiado) y de haber disfrutado de un agradable rato en compañía de la gente del CAU y de los amigos de Free-Run y demás compañeros de esta locura en que se convierte el running. Y de paso, seguir acumulando kilómetros y sensaciones de asfalto en la búsqueda de esa fortaleza mental que me permita afrontar el reto de la maratón en buenas condiciones.




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viernes, 7 de septiembre de 2012

Trilogía del fin de semana, viernes 7... I Gran Fons Nocturn d'Alfafar


Cartel de la carrera
Otra semana que acaba y desgraciadamente en el trabajo las cosas siguen sin mejorar. El ambiente sigue enrarecido y las cosas no tienen pinta de mejorar, antes al contrario. Menos mal que nos queda la familia, sobre todo, y también las carreras para evadirnos de ello aunque sea de manera temporal. La semana empezó tranquilita, siguiendo más o menos el plan marcado hasta que llegó el jueves... y con él la locura. 
Ese día me fue imposible hacer el entrene habitual de mediodía por problemas en el trabajo. Tampoco me preocupaba demasiado porque en la planificación semanal había programado el Gran Fondo Nocturno de Alfafar para el viernes, quince kilómetros en un día que normalmente debería haber sido de descanso. Sin embargo al llegar a casa las niñas se habían ido de parranda así que sin pensarlo me fui a hacer una salida, en principio tranquila, con la gente del Rocafort Running que tan bien me acogen siempre. Y claro, como suele ocurrir, la salida tranquila se convirtió en una horita de patiment; la primera mitad por la constante subida en la que se desarrollaba la misma y la segunda mitad porque algún "loco" impuso un ritmo de esos que acaban dejando huella. El caso es que fue una salida muy productiva, con grandes sensaciones y que seguro que iba a dejar huella, para lo bueno y para lo malo, en este segundo caso en la carrera del viernes.

Alfafar es un municipio de la Comunidad Valenciana; el topónimo proviene de la alquería andalusí que debió llamarse al-fajaratu, "alfarería" o al-jafà, "lugar hondo". Sea cual fuere el término original, en el Llibre del Repartiment aparece como Alfolfar, que derivaría a Alfofar y finalmente, Alfafar. 
Bonita foto de la plaza desde donde salía y
donde llegaba la carrera
Por las cercanías del actual núcleo debió circular la Vía Augusta, que probablemente dio pie a la construcción de un pequeño núcleo agrícola y pesquero (por la proximidad de la Albufera en aquella época).  Dicha población existía ya al menos en el siglo IX o X, como constatan los hallazgos de cerámica de la época que se han encontrado en una serie de fosas en la plaza del País Valencià. El rey Jaime I tomó el lugar al menos en junio de 1238, cuando hay constancia de las primeras donaciones en el Llibre del Repartiment. En enero de 1347 el Rey Pedro IV donó todas las tierras a Pere Boïl, pasándolas a condición de señorío el 14 de febrero de 1363. Esta familia ejerció el señorío de Alfafar hasta la abolición de los señoríos en 1812.
Entre sus monumentos destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Don (Església Parroquial de Nostra Senyora del Do), cuya construcción se inició en 1736 con aportaciones del propio pueblo y se abrió al culto en 1748. Tiene una torre campanario de tres cuerpos y reloj, mientras que el templo es de tres naves con crucero, cúpula y capillas laterales.1 Alberga la imagen de la Virgen que, según la leyenda, se encontró en el siglo XIII, durante la conquista. Las fiestas patronales, dentro de las que se enmarcan esta carrera, se celebran precisamente en honor a la Virgen del Don durante la primera decena de septiembre.

Bien, el caso es que llegado el momento, después de preparar las cosas con la duda si estrenar ya las nuevas zapas que me deben guiar por las calles de Valencia en el MDP (algo que al final dejé para mejor ocasión y de lo que me arrepentí porque las viejas, ahora ya en la basura, estaban demasiado cascadas), en un breve paseo en coche me planté en la zona de salida y una vez recogido el dorsal me atreví con un ligero calentamiento al final del cual me encontré con el amigo Kike Gallego (espectacular su vídeo de la CxM de Albentosa) con quien compartí los últimos momentos previos a la salida y unos pocos kilómetros de la carrera hasta que me decidí a bajar el ritmo y se fue lanzado hacia meta. El caso es que en principio todo marchaba bien y cinco minutos antes de las 22.00 horas, hora prevista de salida, estábamos ya en la misma para empezar la carrera. Mucho calor en esa zona ya que la aglomeración de gente era mucha y a pesar de la hora de la carrera la temperatura no era ni mucho menos agradable. Pero claro, poco a poco, se hizo la hora, y allí no se daba la salida. Desde donde estábamos nosotros era difícil saber qué estaba pasando pero lo cierto es que al final más de veinte minutos fue el retraso acumulado, al parecer porque había un coche que tenía que retirar la grúa del recorrido. En caso de ser así me parece que el fallo es grave porque esas cosas deben preverse y tenerlas en cuenta; no sé si fue achacable a la organización o a las autoridades, en cualquier caso me parece que son cosas que no deberían pasar nunca. Personalmente no deja de ser un pequeño contratiempo pero para la gente que sale a tope y que ha calentado a conciencia seguro que es una gran putada (y permitidme la expresión).

Entrada en meta después de una larga travesía
Finalmente, como ya he dicho con más de veinte minutos de retraso, se dio la salida y, como es norma habitual, entre la multitud te dejas llevar y el ritmo de salida empezó a ser demasiado elevado. Breve callejeo por la localidad y enseguida salimos, después de pasar un paso subterráneo y de transitar también por un paso elevado, hacia la zona del polígono industrial de la localidad. Poco a poco, de momento con la compañía de Kike, fui adecuando el ritmo de carrera a la previsión si bien es cierto que, por un lado siempre en esa primera parte del recorrido fuimos más rápidos de mi previsión inicial y, por otro lado, enseguida dejé de encontrarme cómodo debido a que las piernas no iban del todo frescas desde un primer momento y a que seguramente la preparación psicológica no había sido del todo adecuada. Me suele ocurrir cada vez que inicio un paréntesis en el asfalto que me cuesta mucho adecuarme a los ritmos sostenidos y la cabeza no está preparada para ello. Claro, este año no podía ser una excepción y al final acabo por pagarlo. Bien, en cualquier caso y poco a poco, fuimos acercando el ritmo a esa previsión inicial de rodar a cinco el kilómetro, de manera que el primer tresmil lo hicimos a 4.53 y el segundo a 5.01. Y aquí se acabó lo que se daba; en este punto decidí "arrojar la toalla" y le dije a Kike que siguiese él porque yo iba a bajar el ritmo a ver si conseguía acabar dignamente. Y así fue, de manera progresiva fui perdiendo la estela del compañero y me hice a la idea de afrontar lo que quedaba "en solitario". Pronto completamos la primera de las dos vueltas aunque es cierto que no se pasaba por la zona de salida. Pero enseguida volvimos a una parte del circuito ya conocida y tuvimos que volver a afrontar esos dos repechillos del paso subterráneo y del paso elevado. Para ese momento yo ya iba cascado mentalmente y a pesar de que de respiración me encontraba bien, las piernas no acababan de ir y la cabeza todavía menos así que a dudas penas conseguía mantener un ritmo adecuado. Hasta el final todo se puede resumir en una batalla contra mí mismo para llegar decentemente y en unos tiempos de paso por cada tresmil que lo dicen todo; del 4.53 y 5.01 de los dos primeros pasé a 5.34, 5.49 y 5.49. Incluso podía haber sido peor porque la llegada nuevamente de las calles me dio un respiro y creo que me permitió incrementar algo el ritmo para acabar incluso con algo parecido a un sprint que imagino daría la sensación de que acababa fuerte, algo muy alejado de la realidad. Bien, el caso es que finalmente fueron 15200 metros de carrera que, como podéis apreciar en la foto completé en algo más de 1.22. El tiempo es más que discreto pero las circunstancias fueron las que fueron y no acabé del todo descontento. Al final estoy en periodo de acumular trabajo después del verano y eso se nota.

Bien, acabo con algo que no me gusta hacer pero que creo que es necesario. Pretendo que sea una crítica constructiva y siempre bajo la premisa de agradecer a la organización el esfuerzo que seguro sé, desde la experiencia de haber organizado alguna carrera, han hecho para sacar esto adelante y para darnos la posibilidad de quitarle el espacio a los habituales pobladores de las carreteras y calles y disfrutar de correr como nos gusta. Sin embargo, al margen del "incidente" del retraso en la salida parece ser, según mis noticias, en este caso más que contrastadas, que la gente que llegó al final no tuvo ni agua y eso sí que es grave de verdad. Cierto es que los que vamos llegando solemos "abusar" en algunos casos y pensar que hay de todo y de sobra pero para eso está la gente de la organización, para garantizar que todo el mundo tiene la posibilidad de hidratarse y comer algo, si es el caso, al llegar a meta. Formas de conseguirlo existen y por mi parte espero que se haya tomado nota y en futuras ediciones que espero que se celebren, no vuelva a ocurrir. Siempre he dicho que para las primeras ediciones no se puede ser absoluto y hay que dar votos de confianza pero insisto en que la circunstancia me parece grave. Por lo demás, agradecer el esfuerzo a la organización; estoy convencido de su buena voluntad y de que lo ocurrido son errores que a veces aparecen. Nada más, os dejo con los habituales enlaces.

I Gran Fons Nocturn d'Alfafar en Wikiloc

Perfil, siempre engañoso para el asfalto, en Wikiloc
Y poco más, deprisa a casa que para el sábado tocaba irse a Benicàssim a disfrutar del resto del fin de semana corredor.