jueves, 30 de diciembre de 2010

Feliz Año Nuevo 2011


Pues eso compañeros, que el 2011, ya que seguirá siendo crítico, llegue al menos cargado de carreras y de objetivos cumplidos para todos vosotros. Y trabajo para los parados, dinero para los que no tengan suficiente, amor para todos y, sobre todo paz en el mundo.

¡¡¡qué se acaben las guerras de una puta vez!!!
Paz Mundial

Lamiéndome las heridas: Mitja Marató Picanya-Paiporta 19/12/2010

Superado el mal trago de la Marató de Castelló y mi no participación la semana siguiente pasó entre la rabia por lo ocurrido y las ganas de encontrar nuevas motivaciones y seguir adelante con más fuerza que antes. Ya el lunes cerré parte de las heridas con una intensa rodada por la Ronda Este que me llevó a recorrer alrededor de dieciocho kilómetros en algo menos de hora y media y que me dejó un buen sabor de boca porque me reafirmó en que mi estado de cara a la MCS era bueno y que ese objetivo de 3.30 estaba en mis piernas (más allá de lo que hubiera ocurrido a lo largo de esos 42 kilómetros largos). Durante la semana seguí con entrenamientos buenos, un poco por libre porque la planificación marcaba un evidente "descanso activo" pero que sin la participación en la carrera del domingo quedaba un poco desfasada.
El caso es que a la vista de los acontecimientos y de que el domingo quería hacer una salida de un par de horas al final me decidí a inscribirme en esta prueba de la "Quarta i Mitja Picanya-Paiporta" con la única intención de hacer esa salida en compañía de unos muchos compañeros de locura y de disfrutar después de un mes sin hacerlo de ese ambiente de las carreras. Y además en esta ocasión se trataba de disfrutar sin más, sin objetivos de tiempo, de ese ambiente. Amaneció el día lluvioso lo que incluso me hizo plantearme a última hora mi participación porque arrastraba un pequeño catarro y no tenía claro si era conveniente "arriesgar" pero al final pudieron más las ganas y en un ratito me presenté en la línea de salida en Picanya dispuesto a recoger el dorsal y a disfrutar un poquito de esta pequeña pasión. Después de calentar adecuadamente (por una vez y sin que sirva de precedente) me encaminé a la línea de salida y me coloqué en una zona de esas que permiten salidas tranquilas.
Sin embargo una vez se dio la salida me vi envuelto, sin saber cómo, en una pequeña vorágine que podría traducir en algo así como "cómo corre esta gente". Ya sabéis que las salidas son difíciles porque entre tanta gente se hace difícil sustraerse al ritmo de los que tienes alrededor así que cuando me quise dar cuenta habíamos dado buena cuenta del primer kilómetro en un ritmo de 4.34. ¡Qué diablos! pensé, de perdidos al río, así que decidí mantenerme en ese ritmo por lo menos durante los cinco primeros kilómetros y ver sensaciones. Dicho y hecho, el paso por el Kilómetro cinco en 22.40 dan buena cuenta del ritmo inicial que cogí. Ese ritmo aún lo mantuve un kilómetro más pero en ese momento algo de cordura llegó a mi cabeza en forma, imagino, de cansancio muscular así que decidí bajar el ritmo a partir del siete y ponerme, como era la intención inicial a ritmos cercanos a los cinco minutos el kilómetro.
Al paso por la primera vuelta
tapado por otros corredores
Y así fue, a partir de ese momento me puse en un cómodo ritmo que me permitió ir quemando metros sin demasiado esfuerzo y así cumplimos la primera vuelta al recorrido, momento que recoge la fotografía aunque apenas se me vea, en 51 minutos largos de los oficiales. Según el Garmin el paso por el diez fue en 47.16 y por el once en 52.18 así que el tiempo aproximado de la mitad de carrera estaría en algo menos de 51, siempre tendiendo en cuenta que cada vuelta era según el cacharro 10.700 largos. Como podéis ver en las fotos el tiempo seguía lluvioso, con un fina lluvia que no paró de caer en précticamente toda la prueba. A estas alturas mi catarro empezaba a darme más problemas de los iniciales y ello me planteaba dificultades adicionales. Por ello, y teniendo en cuenta además el objetivo inicialmente descrito no me planteé incrementar el ritmo, antes al contrario, pensaba en que si seguía igual al final bajaría algo más el ritmo.
Fin de etapa
con el mono superado 
La segunda vuelta se inició en ese ritmo de cinco el kilómetro y así me mantuve hasta el kilómetro dieciséis, momento en el que decidí que era el momento de bajar todavía más si cabe el ritmo y tratar de llegar a meta sin apurar más mi estado físico. Así me puse a un ritmo entre 5.20 y 5.30 que me llevaría hasta el final de carrera con el único paréntesis del medio kilómetro final, desde el 21 hasta el 21,450 que marcaba el final según el cacharro en el que me permití el lujo de un pequeño "sprint" para llegar con buena imagen delante de la enorme cantidad de gente que había en meta. Como se puede apreciar según el reloj de meta el tiempo era de 1.46.45 que según el Garmin se queda en 1.46.27. Al final me quedo con el tiempo oficial que es de 1.45.43. De todas formas insisto en que lo de menos es el tiempo; lo importante para mí era pasar un mañana en compañía de otros locos de este mundo y volver a disfrutar de la incomparable sensación de la competición, aunque sea sin ánimos de dar el máximo. Y en ese aspecto muy satisfecho; la organización muy buena y muchísima gente por el recorrido, tanto en Picanya como en Paiporta., a pesar de la lluvia que nos acompañó todo el recorrido.
En fin, podemos decir eso de prueba superada. Os dejo el habitual enlace a los datos del Garmin


De lo que pudo ser..... pero se quedó en el intento: MCS

Como muestra de lo que no pude disfrutar,
plano de la primera media
Dejábamos el relato de mis aventuras por esas sendas de Dios en la Media Maratón de Valencia, planificada desde hacía bastante tiempo como el último test serio de cara a esa bendita locura en la que me habían embarcado los amigos del Running Castelló con la inestimable colaboración de unas ganas locas de ser parte activa de esa primera Maratón Ciutat de Castelló que se debía convertir además en la primera maratón de mi corta vida como runner. El test, aunque no había satisfecho plenamente mis expectativas, podía calificarse como positivo y como un buen refuerzo de cara al difícil reto que me esperaba para el 12dic por las calles de Castellón. Superada esa etapa de la preparación solamente restaba continuar acumulando kilómetros de manera controlada y bajando paulatinamente el listón para acabar de afinar la forma de cara a la cita del año. Bueno, eso y alguna que otra carrera de montaña (Serra o Benicassim) que al final por diversas razones se truncaron y quedaron en nada. Pero nada de eso importaba si al final a las 12.30 del doce de diciembre había sido capaz de atravesar el arco de meta en el Parque Ribalta.
Sin embargo las cosas se torcieron de la manera más absurda. Podéis pensar en lesiones pero os equivocaríais. Apenas cinco días antes de la gran cita, el miércoles 8 amanecía allá por Albentosa dispuesto a dar buena cuenta de una pequeña rodada pero ya en el momento de despertar una incipiente cansancio acompañado de dolor de piernas me anunciaba que algo no iba bien. Como es natural la prudencia hizo que descartara la idea de la rodada pero un par de horas después aparecía la fiebre, en torno a los 39º, que iba a ser compañera durante un par de días. El jueves amanecía algo mejor pero la fiebre no remitía del todo así que jornada de "vacaciones forzosas" en el trabajo y a sudar en la cama. Afortunadamente durante esa jornada, en especial por la tarde, la mejora fue evidente y a última hora del día la fiebre había desaparecido lo que dejaba una puerta abierta a la esperanza en forma de ser de la partida el domingo. Para ello el planteamiento era claro: viernes de gimnasio, suavecito, y el sábado pequeña rodadita que me haría decidir sobre mi participación en el evento.
De hecho, el viernes por la tarde pude palpar el ambiente que a buen seguro después se viviría en la carrera en la Feria del Corredor adonde me acerqué, entre otras cosas, para recoger el dorsal. Allí pude compartir ilusiones y, porqué no admitirlo, miedos con compañeros en otras ocasiones de las montañas pero que, como yo, se habían hecho a la idea de formar parte de la historia de esta primera maratón por las calles de Castellón, y también con otros compañeros más habituados a la Senda Negra. Especial mención, cómo no,  a esos dos monstruos del running, Irene y Miguel con los que departí buen rato y que, no podía ser de otra forma, confesaban objetivos que al final se quedaban cortos para lo que tienen sus piernas. Después de un rato por allí salí con la convicción de que finalmente sería de la partida.....
Pero la llegada a casa me hizo toparme con la dura realidad en forma de "seny". Mónica, evidentemente, no estaba demasiado satisfecha con la posibilidad de que, pese a todo, el domingo fuera a darme semejante paliza y así me lo hizo saber (eufemísticamente hablando) de manera rotunda. Pese a mis intentos de convencerla de que hasta la mañana siguiente no iba a tomar la decisión, tan clara era su posición (probablemente acertada) de que no debía correr que al final (empujado también por algún comentario de mi hermanita del alma, que para algo le debe servir ejercer de médico) tomé la decisión en caliente de abandonar. Y claro, uno que es muy cabezota, anunciada la decisión nada me iba a hacer cambiar de idea.... MCS pasó a la historia de lo que no pudo ser y nunca fue.
De todas formas, transcurrido un tiempo en el que me he apartado de estos foros para tratar de asentarme después del cabreo inicial, debo decir que no todo ha sido malo. La preparación ahí queda y seguro que deja un importante poso de cara a la ya inminente temporada de montaña, con nuevos planteamientos y retos más exigentes. Como dije al día siguiente, en el que por cierto no pude evitar una rodada intensa por la Ronda Este, siguiendo esa línea azul verdosa que debería haber sido la guía el día antes, el objetivo que ya antes era claro de la MiM 2011 empezaba a prepararse con más fuerzas si cabe y el reto bajar de las 7.30 empezaba a tomar forma en forma de preparación.
En cuanto al asfalto, ¿qué puedo decir?, la experiencia no ha sido tan mala como pensaba y al final casi le había cogido el tranquillo. Por ello también decidí que había que cerrar el círculo iniciado el 10/01/10 por las calles de Valencia y para el nueve de enero participar a tope en el 10000 de Divina Pastora a ver cuál ha sido la mejora en este año. A partir de ahí volveré a ser Tinyo (que no Asfaltinyo como en estos momentos) y las montañas volverán a ser ese centro que, no os voy a engañar, nunca dejaron de ser.
¿Otra Maratón de asfalto?. ¿Qién sabe?. La oportunidad de ésta era evidente y la motivación se había encontrado con dos palabras: "Primera" (propia y edición) y "Castellón". Encontrar otra vez ese punto de motivación no será sencillo pero lo que es cierto es que lucharé por conseguirlo porque después de todo una conclusión es que hasta que no sea finisher en una maratón por la Senda Negra no seré un verdadero corredor popular.
Pues nada chicos, enhorabuena a todos los que participasteis en la carrera, consiguieseis o no vuestros objetivos y seguiremos viéndonos por esas montañas y carreteras del mundo.
En esta ocasión no os puedo dejar enlaces del Garmin como es habitual así que me conformaré con dejar el link a la página oficial del MCS. A pesar de la jugarreta del cambio de fechas de la Maratón de Valencia (y no quiero ser demasiado suspicaz con el tema) para el año que viene seguro que más y mejor. 

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Maratón La Clandestina Valencia

Ya es oficial. La maratón de Valencia 2011, prevista para el domingo 20.02.2011, anunciada en Barcelona, Madrid, Estocolmo y Mende, presentada en mayo junto con Abel Antón, con las inscripciones abiertas durante meses, finalmente no se celebrará en la fecha prevista por decisión de nuestro Concejal de Deportes, D. Cristóbal Grau.
Y como a mi no me parece bien que por el capricho de un señor, al que alguien tendrá que aclararle alguna vez quién manda y quién es el mandado, no se celebre en su fecha anunciada una maratón en la que tenía puestas muchas ilusiones; como a mi, personalmente a mi, simple corredor popular, no me gusta que se impongan las decisiones, que soy desde chiquitín alérgico al “trágala”; como a mi, digo, me podrá quitar ese señor mi maratón de febrero, pero no mi dignidad y como, en definitiva, para darme un rulo de 42km. por Valencia con unos pocos cientos de amigos no me hace falta ni el Sr. Concejal, ni sus asesores, ni sus amiguetes, os convoco formalmente a la 1ª MARATÓN CLANDESTINA Y REIVINDICATIVA DE VALENCIA. .
Vamos a manifestar, de una forma lúdica, divertida, pasándolo bien, haciendo lo que nos gusta, corriendo con alegría y buen humor 42km. por Valencia nuestro enérgico rechazo a las formas en que por Don Cristóbal Grau se ha adoptado la decisión de no celebrar la próxima maratón de febrero de 2011. Por considerar que es una decisión:
 a) EXTEMPORANEA. No es admisible decidir un cambio de fechas cuando se lleva siete meses trabajando en la inicialmente anunciada, se han dedicado unos cuantas decenas de miles de euros a promocionarla, se ha hecho una presentación pública a bombo y platillo,  se han visitado hasta cuatro ferias internacionales para su difusión, se ha entregado en mano información a unos 50.000 corredores, se ha abierto la inscripción, hay decenas de corredores inscritos –la mitad de ellos extranjeros- y, sobre todo, cuando hay ya unos cuantos miles de. valencianos ilusionados con correrla en febrero próximo.
b) IRRESPETUOSA. Con algunos que llevábamos un montón de meses trabajando gratis et amores en el proyecto, con otros, sus amigos del marketing, que llevaban los mismos meses trabajando a cambio de una buena pasta al mes, con los patrocinadores de la anterior edición a quienes ni se ha consultado siquiera, con los patrocinadores y organizadores del resto de pruebas del calendario valenciano. Irrespetuosa, en definitiva, con la sociedad valenciana a cuyo servicio se les supone y, lo que es peor de todo,
c) IMPUESTA ANTIDEMOCRÁTICAMENTE. Porque no es de recibo que cuando consultada la junta Directiva del club organizador durante los últimos treinta años, ésta manifiesta que no ve viable el cambio para 2011, que, a estas alturas ya, esa edición se debe mantener en febrero, la respuesta sea decir, clara y abiertamente, como única alternativa, que se hace en noviembre ó en noviembre. Porque lo ha decidido él, como las lentejas.
Y como a unos cuantos, afortunadamente todavía unos cuantos, nos molestan bastante las imposiciones, no nos gusta el ordeno y mando y no aceptamos que las calles sean de nadie, menos de un señor al que hemos puesto nosotros de concejal a nuestro servicio, pues es por eso que vamos a salir a la calle a manifestar nuestro enérgico rechazo a las formas en que Don Cristobal ha decidido e impuesto el cambio de fecha. Porque queremos seguir creyendo que la salvaguarda de las formas es, en esencia, la salvaguarda de la democracia, porque esas cosas, que a otros les parecerán temas menores, a nosotros nos importan, por eso y por muchas deficiencias más, que el anexo se especifican, vamos a disfrutar juntos el tercer domingo de febrero de la PRIMERA MARATÓN CLANDESTINA DE VALENCIA.
Va a ser una gran fiesta. Una quedada de corredores, amigos, gente que solo necesita unas zapatillas y un parque para sentirse viva, rebelde, apasionada. No vamos a subvertir el orden constitucional, ni a instaurar la tercera república ni nada parecido. El Sr. Grau, con su autoritaria imposición, con su irrespetuoso cambio de fechas, con su extemporánea cacicada, nos ha dado una oportunidad de oro de manifestar alto y claro nuestra absoluta disconformidad pero, sobre todo, por encima de eso, nos ha regalado la ilusión de compartir una mañana de domingo en febrero única, irrepetible, inolvidable. Que no se nos olvide eso, me gustaría percibir La Clandestina en los más ilusionantes términos de oportunidad de pasarlo bien, disfrutar y seguir siendo moderadamente felices a pesar de nuestros políticos.
Agradecidos, rebeldes, apasionados, ilusionados saludos.
José Luís Ortiz Pavía (PEPO)
P.C.: El emperador no iba vestido.
NOS VEMOS EL DOMINGO 20.02.2011 A LAS 9:00 BAJO EL VELES I VENT.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Rumbo a la Maratón CS; Media Maratón Valencia

Cartel de la prueba, con 8000 inscritos
La semana había sido bastante provechosa en cuanto a los entrenes. Buenas sesiones de calidad y de cantidad con la agradable sorpresa de esas que de vez en cuando te encuentras y que significa que, sin saber muy cómo o porqué, de repente te ves en un escalón más arriba en cuanto a sensaciones y, más importante aún, en prestaciones. Sesiones de cuestas en las que el ritmo se veía incrementado notablemente, buenas series de "velocidad" y resistencia, salidas a ritmos sostenidos que hace apenas quince días era incapaz de mantener más allá de un ratito; en fin, que llegado el viernes, después de la última sesión de la semana (había cambiado el habitual descanso del viernes al sábado por motivos familiares y teniendo presente la Media del domingo por calles de Valencia), la moral estaba por las nubes aunque, eso sí, los pies seguían estando en el suelo sabiendo que el camino que queda es largo y lleno de sacrificio porque esto no ha hecho más que empezar. Pero siempre resulta motivador ver que ese esfuerzo continuado, por mucho que de vez en cuando aparezcan las dudas y los días tontos, va reflejándose en un rendimiento aparentemente mejor y en unos resultados en carreras que, año tras año, van mostrando una buena evolución en las marcas personales. De todas formas todavía quedaba la prueba de fuego de la semana, consistente en recorrer por segunda vez en apenas dos semanas las calles de una ciudad, en este caso Valencia, siguiendo una línea en esta ocasión verde que te va marcando un camino donde el único horizonte y las únicas vistas reseñables (o casi) son esa senda negra sin fin y unos ritmos machacones por lo continuados. Y este sí que era un test casi definitivo de cara a ver las posibilidades de cara a la MCS, única "culpable" de esta fiebre por el asfalto que parece haberme entrado en los últimos dos meses.
El sábado por la mañana me di una vuelta por el puerto para proceder a la recogida del dorsal y del chip y, de paso, darme un garbeo por la Feria del Corredor que para la ocasión había montado la S.D. Correcaminos, organizadora del acontecimiento. Tenía bastante curiosidad por observar la organización del evento en todas y cada una de las facetas del mismo por cuanto se trataba de la primera prueba en la que participaba que alcanzaba un nivel de participación como ésta, de ocho mil corredores. Hasta la fecha solamente los mil y pico participantes de la MiM podía catalogarse como tal en mi historial como corredor y por ello, como ya he dicho, la curiosidad me picaba. Y en relación a esta primera fase del evento las cosas estaban muy bien organizadas; el marco que acogía el mismo era inmejorable y los esfuerzos de los organizadores daban buenos frutos con un proceso ágil, rápido y con la inestimable presencia de unos voluntarios que derrochaban simpatía por doquier. En poco tiempo cumplí con el trámite de la recogida y me pude dedicar a curiosear por los distintos stands de la feria. Saciada la curiosidad me dirigí de vuelta a casa para pasar un sábado de relax absoluto en compañía de mis niñas y de mis sobrinos, Toni y Pablo, con la cabeza muy alejada de las preocupaciones que, a buen seguro, la llenarían en poco tiempo.
Durante la tarde del sábado el tiempo empezó a empeorar, cumpliéndose las previsiones de un fuerte viento, algo que me tenía también preocupado pero cuya solución, desgraciadamente, escapaba de mi capacidad. Así, más tarde de lo que la prudencia recomendaba, di por finalizado el día y como coloquialmente se suele decir me apresté a planchar la oreja con la intención de descansar lo mejor posible. La intención era esa pero no sé si debido al viento que golpeaba las persianas o por la propia inquietud por la carrera el descanso no fue tan bueno como hubiera querido.
A la mañana siguiente, siguiendo el plan establecido, sonó el despertador a las 7.15 lo que puso en marcha el ritual de costumbre: elegir la ropa para la carrera, vestirme, desayunar frugalmente, analizar y repasar los datos que había ido acumulando durante los últimos días y, finalmente, coche y al lugar de partida. Después de una pequeña vuelta por los alrededores de la zona sin encontrar aparcamiento opté por dejarlo en un parking privado (qué ladrones) para olvidarme lo antes posible de todo lo que no tuviera que ver con la carrera propiamente dicha. A partir de aquí, un breve calentamiento para poner el cuerpo en sintonía y, de paso, combatir el aire frío que, sobre todo a la sombra, nos golpeaba y enseguida hacia la zona de salida a ocupar un lugar lo más adelantado posible dentro del "pelotón de los torpes" (con todo el cariño) donde me tocaba ubicarme. Todo este trámite del calentamiento se hizo más llevadero con la compañía de Teo con el tuve la suerte de encontrarme nada empezar el mismo y que andaría luego siempre algo por delante de mí en carrera.
Llegado el momento de la salida la duda era saber como iba a gestionar el correr entre esa ingente cantidad de gente pero lo cierto es que como salía razonablemente delante no se hizo tan complicado. Es más, de manera casi inmediata pude coger un ritmo parecido al previsto inicialmente y sostenerlo mientas las fuerzas me lo permitieron. Es cierto que hasta prácticamente llegado el kilómetro cuatro no pude librarme de algún que otro parón al encontrarme a gente en el camino pero de la misma manera imagino que también yo sería causante de alguno de ellos en otros compañeros. De todas formas insisto en que la cosa fue mucho más tranquila y natural de lo esperado.
satisfactorios porque el ritmo al que transitaba era más o menos el previsto y las sensaciones en general también eran buenas. Es cierto que la sensación de cansancio de piernas fue una constante desde el primer momento pero es algo que no me ha sorprendido, es más, lo esperaba porque como ya he dicho antes la semana había transcurrido con bastante carga de trabajo y, evidentemente, eso se ha de notar. Sin embargo esa sensación de cansancio no hacía mella, la menos inicialmente, en mi maldita cabeza y poco a poco iba devorando metros por las calles de Valencia. Los primeros kilómetros de carrera consistían en hacer una pequeña vuelta por los alrededores del puerto que nos iban a dejar nuevamente en la línea de salida pero con la diferencia de haber completado ya unos siete kilómetros. A partir de aquí la carrera se dirigía hacia el Paseo de la Alameda, cruzando el río por el puente de Viveros lo que nos llevaba a un pequeño recorrido circular por el centro de la ciudad, con paso por la Plaza del Ayuntamiento, especial emotivo por la cantidad de gente que allí se agolpaba animando incesantemente, y vuelta por Pintor Sorolla hacia la Alameda a la que accedíamos tras cruzar el puente de las flores (os confieso que en ese punto yo ya no veía las flores) para hacer recorrido en sentido inverso hacia el puerto donde tras cruzar el puente giratorio, en pleno circuito de la F1, dispendio absurdo donde los haya por cierto, girábamos ya en una larga recta final hasta la meta.
Pero volvamos al paso por meta, kilómetro siete. Hasta este punto las sensaciones muy buenas pero a partir de aquí, en especial los kilómetros nueve y diez se han convertido en el primer punto crítico de la carrera. El fuerte viento en contra que soplaba ha hecho de este tramo por la Avda de Baleares un pequeño suplicio que me ha llevado a ritmos demasiado cercanos a los cinco minutos el kilómetro. Afortunadamente superado este pequeño bache he podido volver a ser el "dueño" de mi carrera, regulando bastante en algún tramo donde las piernas parecían estar especialmente pesadas y apretando cuando esa sensación menguaba de manera suficiente. De ahí esa pequeña irregularidad en los parciales que adjunto más adelante. También es cierto que llegado el kilómetro catorce, de vuelta ya hacia el puerto por la Alameda la calculadora me decía que con ritmos de cinco el kilómetro estaría por debajo de la hora cuarenta, tiempo que sin ser mi objetivo más ambicioso sí que era el objetivo mínimo. Ello ha hecho que haya sido algo amarrategui en este tramo final, algo que sin embargo no me ha evitado tener que regular bastante en los dos kilómetros finales porque si bien el cuerpo decía que adelante, las piernas daban síntomas claros de agotamiento y de sobrecarga.
En resumen, como podréis observar en el desglose de parciales que adjunto después os dejo algunos tiempos de paso significativos:
  5.000           22.18
10.000           45.46 (23.24 para el segundo 5000)
15.000           68.52 (23.06 para el tercer 5000)
20.000           92.50 (24.08 para el cuarto 5000)

Desglose de tiempos por kilómetro
4.28; 4.29; 4.24; 4.26; 4.31; 4.32; 4.33; 4.35; 4.56; 4.52; 4.35
4.52; 4.26; 4.33; 4.40; 4.47; 4.51; 4.39; 4.43; 4.58; 5.04

En fin, ¿con qué sensaciones me quedo?. En primer lugar contento por la marca aunque creo que mis piernas en estos momentos tienen un par de minutos o tres menos que lo logrado hoy. En cualquier caso, bajar por primera vez de 1.40 siempre es positivo y con ello me quedo. En segundo lugar, parece que hoy la cabeza ha funcionado algo mejor aunque con momentos difíciles que, menos en una ocasión, he sabido controlar. Y por último, de cara a la MCS, el respeto se acrecienta cada día que pasa pero, por el contrario, creo que la marca soñada (y que sigo reservándome) es factible para el doce de diciembre.
Acabo ya; FELICIDADES con mayúsculas a todos los que de una u otra forma habéis sido parte importante de la carrera: corredores, voluntarios, organización, acompañantes y público en general. Y al mismo tiempo gracias porque entre todos habéis conseguido que disfrute de una mañana genial a pesar de que se desarrollaba en la poco amada senda negra. OS dejo enlace a los datos en Garmin y Wikiloc y os emplazo a mi próxima aventura que, salvo sorpresa mayúscula, se desarrollará por las sendas y pistas de mi bien amada Benicàssim y su imponente Desert de les Palmes. Hasta entonces

lunes, 15 de noviembre de 2010

Un paseo por la Senda Negra; Vuelta a Pie Solidaria Es Posible (Benicalap)


Esta semana viene marcada por la ausencia de competición seria. A pesar de que durante la misma se me había pasado por la cabeza hacer algo de montaña, concretamente me apetecí mucho pasarme por Xàtiva a conocer la I Cursa de Muntanya que por allí organizaban, al final opté por ser prudente de cara a la cada vez más inminente Maratón de Castellón y seguir a pies juntillas, o casi, la planificación establecida. Durante la semana las sesiones habían sido exigentes y solamente un cambio en la jornada de descanso que pasó del viernes al sábado se puede calificar como reseñable.
A pesar de la ausencia de competición para el domingo tenía marcada en el calendario una cita muy especial. Se celebraba la X Vuelta a Pie Solidaria "Es Posible" que, como su propio nombre indica, organizan desde hace ya tiempo los amigos de Es Posible. Y era especial por varios motivos; en primer lugar siempre es agradable contribuir de alguna manera en labores humanitarias que se desarrollan, especialmente si éstas se desarrollan en el ámbito de la actividad deportiva. Además la carrera se celebra en casa, y nunca mejor dicho, el paso del Kilómetro 3 es poco antes de pasar por la misma puerta de casa y eso siempre sirve de estímulo para participar. Por último, aunque no menos importante, en esta carrera iba a actuar de improvisada liebre para Mónica quien, tras su exitoso debut en la Volta a Peu al Cabanyal, repetía experiencia, en esta ocasión con el objetivo de cubrir aproximadamente kilómetro y medio más que por aquel entonces.
En fin, el caso es que con todos estos alicientes el domingo por la mañana dejamos a Leyre con los abuelos, aunque luego sería testigo en primera línea de las aventuras y desventuras de sus padres, y nos dirigimos hacia la línea de salida, apenas a un kilómetro de casa, con el objetivo de completar los siete kilómetros y pico del recorrido y sobre todo de disfrutar de una agradable y relajada mañana de running por las calles de Valencia... por una vez los coches quedaban apartados por la multitud de corredores que allí nos congregábamos. Al llegar a la zona de salida, con el "imponente" estadio fantasma que los del Valencia se están ¿construyendo? de testigo de primera mano, me sorprendió agradablemente el inmejorable ambiente que se respiraba. Tras la recogida de dorsales, esta vez sin calentamientos previos, a la hora prevista se dio la salida y para allá que salimos xinoxano para ver cómo se daban las cosas. Salida "rápida", en ritmos cercanos a los seis minutos el kilómetro y que me hacía dudar seriamente sobre el desarrollo posterior de los acontecimientos. Pero bueno, el caso es que poco a poco cubrimos los dos primeros kilómetros en ese rito cercano a los seis minutos/km y con Mónica asegurando que de respiración iba cómoda aqunque, eso sí, sufría pequeñas molestias en la ingle así como un incipiente flato que ya no le abandonaría en todo el recorrido. En este punto me encontré con el amigo Iban, de quien ya tenéis referencia en la crónica de la MiM porque fuimos compañeros durante un buen tramo, y algún que otro montañero despitado que también salía a disfrutar del solecito matinal.
Cercanos al kilómetro cuatro y saludando a Leyre
A medida que nos acercábamos al kilómetro tres, es decir, a casa me preocupaba que Mónica pensase en dejarlo aprovechando esta circunstancia. Y efectivamente amenazó con hacerlo; menos mal que me puse duro y le dije que ni de coña; poco después nos esperaba Leyre con toda la ilusión del mundo por vernos y no era cuestión de dejarla en la estacada. Así que con periódicas paradas para caminar fuimos solventado el problema y así hasta el final. Pero antes tuvimos la inestimable ayuda de Leyre y los abuelos que en un par de puntos del recorrido estaban esperándonos para darnos todo el ánimo del mundo. Como ya he dicho, ahora corriendo, la mayor parte del tiempo, ahora andando, poco a poco fuimos completando el recorrido, intentando por mi parte dar todos los ánimos posibles a Mónica que en ocasiones parecía hundirse pero que al fin y al cabo iba superando esos momentos de flaqueza, sobre todo mental, que le asaltaban.
Llegada a meta con Leyre esperando a los papis
Al final, ya en la recta previa a la llegada conseguimos sacar fuerzas no sé de donde y poco a poco fuimos apurando lo que quedaba de camino superando en este tramo final a a bastantes corredores que aunque no era el objetivo siempre da fuerzas. Con todo ello y con los últimos ánimos hacia Mónica, especialmente sabiendo que Leyre estaba ahí, a la vuelta de la esquina esperando nuestra llegada, nos "marcamos" un espectacular rush final con un sprint los doscientos metros finales a 5.35 que nos dejó en meta después de 7190 metros en un tiempo de 48.37 según el cacharro y con el objetivo cumplido de bajar de 49 minutos (ese era mi objetivo oculto para Mónica) a una media de 6.46 el kilómetro.



lunes, 8 de noviembre de 2010

Mitja Marató Castelló. Empiezan las dudas

Cartel de la prueba
Después de la paliza del domingo pasado por tierras de la Sierra Espadán la idea para este fin de semana pasaba por un "agradable" paseo por las calles de mi ciudad, Castellón, en forma de Media Maratón, distancia que iba a afrontar por segunda vez en mi vida después de la experiencia, agradablemente favorable, de marzo de este mismo año por tierras valencianas, más concretamente en Moncada. La idea inicial no iba más allá de aprovechar la misma para hacer una rodada "larga" por asfalto que me fuese colocando en el sitio de cara a la ya inminente Marató Ciutat de Castelló, aventura en la que, sin saber el cómo ni el porqué, ando embarcado (y debo confesar que al final de todo con mucha ilusión por poder acabar la misma y en el mejor tiempo posible).
La semana había sido bastante provechosa a nivel de entrenamientos todo y el lógico cansancio acumulado por tierras de Espadán. Llegado el viernes, día de descanso, las sensaciones eran muy positivas y poco a poco el cansancio parecía haber dejado paso a las ganas por seguir adelante con el plan establecido. Debo confesar que a pesar de que la idea de salir con tranquilidad seguía prevaleciendo, cada vez tomaba más fuerza la posibilidad de salir a forzar un poco la máquina porque, pensaba una para sus adentros, no siempre se tiene la posibilidad de correr por las calles que han sido testigo privilegiado de tu devenir por la vida y que, por motivos obvios, hace tiempo que han dejado de verme transitar por ellas con la frecuencia que a uno le gustaría. Si le añadimos a ello la presencia de Mónica y Leyre por esas calles, así como la de mis padres, pues todo ese cocktail era una invitación demasiado poderosa a olvidarme de la idea inicial y lanzarme a darlo todo. Sin embargo al final la razón se imponía al corazón y en la salida, a la espera de empezar la aventura, la idea era de la tomármelo con relativa calma, a intentar bajar de 1.40.
Pero antes de centrarme en la carrera no puedo pasar por alto la recogida de dorsales, el día antes en pleno centro de Castellón, donde pude departir con algún que otro conocido y disfrutar de paso mucho tiempo después de un agradable y familiar paseo por el centro de la ciudad. Y en esto llegó el domingo y como la línea de salida estaba a apenas cinco minutos andando de casa esta vez no fue necesario ni el madrugón de rigor ni el coche. A las 9.30 salía de casa y tras un breve trote, inicio de un calentamiento bastante decente, me presenté en la zona de salida donde el ambiente ya era importante. No podemos obviar que alrededor de 1200 valientes formábamos parte de aquello y eso siempre da un ambiente extraordinario. Por los alrededores de la salida coincidí con bastante gente de la habitual de la montaña y con otros conocidos no tan habituales de la misma pero más habituados al asfalto, mi bien odiada Senda Negra. Llegado el momento de la salida, me ubiqué en una posición adecuada para la misma tratando siempre de no ser un estorbo para las locomotoras que por allí se presentaban pero tampoco ser víctima de algún que otro "despistado" que se coloca donde no debe con evidente riesgo de provocar algún incidente. Andaba por allí con Teo y Takito conversando de asuntos relacionados con esta y otras carreras y tratando de olvidar el lógico nerviosismo que me invadía ante lo casi desconocido.
Primeros Kilómetros
pasando por el Parque de Rafalafena
Por fin, a la hora prevista se daba la salida y como siempre ocurre nos lanzábamos como posesos a devorar kilómetros, esta vez con la única señalización de seguir a la marabunta y de una línea azul que se iba a convertir en compañera fiel durante las siguientes dos horas. Como suele ocurrir los primeros metros iba algo más rápido de lo pretendido pero bueno, al final, entre adelantamientos y "tapones" que iban frenando el ritmo enseguida entré en una buena dinámica que esperaba me llevase a conseguir el objetivo final anteriormente descrito. Se me hace difícil describir los acontecimientos por cuanto todo se reduce a coger un ritmo y tratar de mantenerlo lo más y mejor posible durante los 21 kilómetros de la prueba. Debo decir, eso sí, que durante la primera mitad de la carrera las sensaciones fueron más que positivas en todos los aspectos: ritmo de carrera, regularidad, sensaciones físicas y psicológicas eran muy buenos. El parcial de paso por kilómetro es la que sigue hasta el kilómetro diez que transité en 45.27
4.29, 4.28, 4.38, 4.29, 4.38, 4.40, 4.37, 4.27, 4.28, 4.33
Y en esa línea seguían las cosas al paso por la primera vuelta donde según mis referencias iba por debajo de los 49 minutos algo que parecía encaminarme adecuadamente hacia ese objetivo de estar por debajo de los cien minutos. El inicio de la segunda vuelta fue bueno también; de hecho en los dos siguientes kilómetros el ritmo siguió siendo similar al de la primera vuelta aunque una quizás mal entendida prudencia me hiciera bajar ligeramente el mismo.
Y en esas andábamos cuando de pronto una ligera molestia en la parte posterior de la pierna, no sé si llamarlo pinchazo o no, llegó como surgida de la nada y a partir de ahí, el principio del fin. Mi primera reacción a la misma fue pensar en clave de futuro (Media de Valencia Y Maratón de Castellón) y bajar el ritmo de manera inmediata. De hecho a partir de este momento incluso opté por parar y caminar de manera muy puntual pero en varias ocasiones algo que se refleja claramente en los parciales. La verdad es que pasados cinco minutos del susto las molestias se habían convertido en un pequeño dolor que, creo, no eran más que fruto del cansancio que empezaba a acumular y que se unía a la paliza de Espadán pero mentalmente fue demasiado para mi todavía débil cabeza y las dudas fueron compañía hasta el final. Con este escenario era lógico que bajase el ritmo, más todavía si cada vez que intentaba retomar ritmos correctos me costaba un mundo encontrar ese plus (de motivación diría yo) para hacerlo. En fin, el caso es que desde ese momento del kilómetro 13 donde iba pisando los talones al inefable Takito y donde el objetivo del 1.40 era algo que estaba "superado" hasta el final la carrera se convirtió en una batalla que libraba mi cabeza consigo mismo para tratar de superar el trago y seguir adelante. Evidentemente mi cabeza no pudo con todo y al final, con más fuerzas de las que parece desprenderse del relato y con cierta desazón por mi parte, cruzaba la meta en 1.42.12, mejorando levemente mi registro anterior en la distancia pero decepcionado a pesar de ello. Creedme cuando os digo que resultó muy duro ver cómo en la segunda mitad me pasaba todo el mundo, precisamente cuando pensaba que iba a empezar a remontar posiciones. En fin, los parciales desde el kilómetro 10 hasta el 21 los tenéis aquí:
4.40, 4.44, 5.05, 5.17, 5.12, 5.38, 4.49, 4.51, 5.02, 4.57, 5.04
¿Conclusiones?. Pues la lógica decepción inicial ha dejado paso a una sensación de rabia por lo ocurrido y que creo que me hará más fuerte de cara a la Media de Valencia y, por supuesto, de cara a la Maratón de Castellón. En estos momentos no hay rastro de las molestias de ayer y mi estado físico es más que bueno así que desde ya mismo me pongo manos a la obra para preparar a conciencia estos retos en lo poco que queda hasta llegar a ellos. Las dudas siguen ahí pero seguro que acabarán derrotadas y los objetivos iniciales tanto para la Media de Valencia como para la MCS los mantengo si bien me vais a permitir que no los haga públicos de momento.
Poco más que añadir que no sea felicitar a todos los que me acompañaron en este paseo por esa alameda oscura con raya azul en que se convirtieron ayer las calles de Castellón y emplazarme a una nueva aventura que, mucho más temprano que tarde, deberá relatar en este foro. Aunque no tiene tanto sentido como en las carreras de montaña, os dejo el habitual enlace al Garmin (en wikiloc el perfil se desvirtúa tremendamente).


Por cierto, Takito me preguntaba ayer el porqué del título del blog. Es muy sencillo; una parte importante de mi infancia nada sentimentalmente ligada a un pueblo, de nombre Molina de Aragón, atravesado de parte a parte por "La Alameda". Si a ello le añadimos aquello de "Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase (que no pasee) el hombre libre para construir una sociedad mejor" (versión libre de las palabras de Allende), queda explicado el título elegido para definir este espacio de expresión de mis viviencias.

martes, 2 de noviembre de 2010

Punto y ¿Aparte?. Maratón de Espadán


Cartel de uno de los últimos objetivos del año
Apuraba Octubre sus últimos días y desde Albentosa el que esto escribe se preguntaba continuamente si ésta iba a ser como está previsto la penúltima carrera de montaña del año. Y cada vez que por mi mente pasaban distintas planificaciones de lo que resta de año más difícil se me hacía pensar en dos meses con solamente una carrera de montaña después de la que estaba a punto de llegar. Y de estas dudas surge el título que pone nombre a esta entrada. Las dudas, para qué negarlo, siguen en todo lo alto pero lo que es cierto es que después de disfrutar de una maravillosa mañana de montaña por la Sierra Espadán gana enteros la idea de no renunciar a ser de la partida de alguna más aparte de la K25 de Serra aunque ello suponga una extraña manera de preparar una maratón de asfalto como la que me espera por las calles de Castellón y a la que, quede claro, no pienso renunciar. La oportunidad de ser parte de la primera edición de una carrera tan especial de la ciudad de uno creo que debería ser obligación de todos los que andamos por este mundillo por mucho que no sea esta la especialidad habitual. Por ello llevaba ya un rato buceando por la red en busca de alguna carrerilla perdida por ahí y que me permitiese completar el fin de semana del 13-14 de noviembre que me dejan libre un par de medias de asfalto antes del día H y, ¿por qué no?, el puente de diciembre y en esas andamos cuando he decidido abrir un paréntesis para relatar el fin de semana en el que formé parte, por tercer año consecutivo, de la aventura del Maratón de Espadán.
La semana había transcurrido en lo deportivo con el cumplimiento estricto del plan de entrenamiento a pesar de un susto el martes donde un dolor agudo en la parte posterior de la rodilla, especialmente al bajar escaleras, me hizo temer lo peor e incluso poner en duda mi participación en la carrera del domingo. Imagino que serían secuelas del "paseo" del domingo por el asfalto de Castellón aunque, fuera lo que fuera, lo importante es que el miércoles, sin necesidad de parar, el dolor era apenas una ligera molestia y para el jueves era ya historia. Con todo ello a final de semana las sensaciones eran muy buenas, mejor de lo esperado y, desde luego, las mejores en mucho tiempo. Y es que a pesar de la carga de trabajo que llevo parece que poco a poco los resultados van viéndose en aspectos que para mí eran vitales y eso evidentemente ayuda a llevar con bien esa carga intensa.
Llegado el viernes, y finalizada una larga y dura semana en lo laboral, tocaba ir desde el trabajo directos al pueblo a donde acudirían Mónica y Leyre en compañía de unos amigos que iban a compartir el fin de semana con nosotros dispuestos a sufrir lo que se anunciaba como un frío puente de Todos los Santos. Por ello me pude dar un garbeo por las pistas de la Vall a departir con Ezequiel y, posteriormente, desviarme ligeramente de mi camino para recoger el dorsal del domingo y, de paso, compartir experiencias con los pocos compañeros de aventuras que por allí pululaban en la Ciudad Deportiva del Sisterre, Segorbe. Allí pude conocer el punto de partida de esta edición de la Maratón de Espadán, diferente al de años anteriores así como conocer en boca de uno de los organizadores algún pequeño cambio que se daba en el recorrido de este año, si bien estos cambios eran de tan poca entidad que puedo decir que el recorrido, más allá del tramo por dentro de Segorbe apenas variaba. Antes de que se me olvide creo que es importante indicar que este año la carrera formaba parte de la red "Carrera Solidaria".
Bien, el caso es que después de pasar, esta vez con bastante antelación, el trámite de la recogida de dorsales, completé viaje hasta Albentosa donde transcurrió lo que quedaba de viernes y todo el sábado con un tiempo del que suele denominarse desapacible por mucho que a mí cada vez me parezca más apacible. Tiempo tuvimos por allí de pulir detalles sobre lo que pretende ser un nuevo club de montaña y, sobre todo, de lo que si todo va bien se convertirá a mitad del 2011 en la I Carrera y Marcha Senderista de Albentosa, carrera de la que iré dando detalles a medida que se vaya concretando todo.
Finalmente el domingo, con una hora más de sueño por aquello del cambio de hora, poco antes de las siete sonó mi amigo el despertador y, después de apurar, o casi, las dudas respecto a la ropa con la que afrontar la carrera, cogí el coche y partí dispuesto a dar buena cuenta de esos cuarenta y dos kilómetros que poco después me esperaban. La mañana amanecía lluviosa pero eso ya estaba previsto, de igual manera que lo estaba el que a mitad mañana el sol estaría presente para acompañarnos en el recorrido. Aprovecho para anticipar que el tiempo fue casi perfecto para practicar deporte, todo lo contrario de lo ocurrido en la edición del 2010. En apenas media horita estábamos en la salida esperando el momento de empezar a sufrir. Sufrir.... con estas palabras me recibió Ezequiel que me "aventó" algo así como "a sufrir porque si no el entrene no vale de nada". Entre este momento y la salida pues la charraeta de rigor con Diego y Ana, Wushi, Teo, y más gente por ahí, calentamiento medio en condiciones y enseguida al corralito.
Cortesia de Vistor29, Bocinazo...
y a correr como locos por las calles de Segorbe
A la hora prevista sonó el bocinazo y nos tocó ponernos a correr como poseídos porque ahí metidos, entre la muchedumbre, o corres o te hacen correr. El caso es que los primeros tramos, callejeando por el pueblo eran de esos que, al menos a mí, me dan bastante por saco. No es que fueran muy duros pero sí que picaban lo suficiente para arriba como para que a ritmos por debajo de cinco el kilómetro que llevábamos acabasen por dejar en mi cierta sensación de asfixia. Además cuando parecía que ese tramo inicial estaba acabando, de pronto, al contrario que otros años, giro a la derecha y nueva cuestecita antes de empezar el tramo de bajada que nos iba a llevar hasta el kilómetro dos y medio. Llegados a este punto se iniciaba la subida a Rascaña. Esta subida se define por la organización de la manera que sigue: "Se trata de la primera dificultad, con casi tres kilómetros de subida y momentos puntuales con desniveles de hasta el 25%. En la cresta de Rascaña se puede admirar la Bora de la Peñas y el Salto de la Novia antes de coronar". Bien, creo que la descripción de la misma se ajusta a la realidad de la misma. Entre la dificultad que entrañan ciertos tramos de la subida y el hecho de ir en grupo lo que dificulta los adelantamientos en algunos puntos el resultado es que este tramo se hizo como se pudo. Me explico, en parte se corría, o trotaba según se mire, y en otros tramos pues andando lo más rápido que las circunstancias y las fuerzas permitían. El caso es que poco a poco "hicimos cumbre" lo que nos llevó al kilómetro seis con un parcial de 38.35 y con sensaciones algo peores de lo esperado.
Cortesía de Vistor29, el paso por la Vall


Desde este punto kilométrico se inicia un tramo bastante más corredor que nos ha de llevar hasta la Vall de Almonacid, allá por el kilómetro once. Se trata de un tramo más corredor, sí, pero con ciertos puntos con dificultades para hacerlo de manera cómoda, en especial el tramo anterior al de la entrada en el pueblo. En cualquier caso, y la vista de que las sensaciones en el primer ascenso no habían sido del todo buenas, intenté tomarme este tramo con cierta prudencia e ir reservando fuerzas dentro de lo posible porque todavía nos quedaba mucha tela que cortar. Por ello, incrustado en un grupo que me resultaba razonablemente cómodo, fui devorando este tramo hasta llegar al pueblo donde, por cierto, me pareció que había más ambiente que otros años. Muchos ánimos de la gente, que nunca son suficientemente agradecidos por los que vamos corriendo pero que es cierto que estimulan muchísimo para seguir adelante, y primera parada para avituallarme aunque optase solamente por beber un poco de agua y algo más de isotónica porque con el botellín creía tener suficiente hasta la Cueva del Estuco. Como resumen de este tramo puedo decir que los cinco kilómetros que van del 6 al 11 los acabé en 33.15 para un parcial al kilómetro once de 1.11.50.
Nada más salir del pueblo se inicia la segunda ascensión del día, el Alto de Bellido. Vuelvo a apropiarme en este punto de la definición que del tramo hasta el kilómetro 16 hace la organización que dice lo siguiente: "Un poco después del kilómetro 11 comienza la subida al Bellido. Por una senda recuperada para la edición de 2009, se ascienden trescientos cincuenta metros en tres kilómetros y medio. Una vez arriba la vista es impresionante con los montes de Espadan a la izquierda y el valle del Palancia y la sierra Calderona a la derecha. Después entramos en una senda que va cresteando y nos llevará al camino de Almedijar a Espadán". Nuevamente creo poder decir que la descripción se ajusta a la realidad y se trata de un tramo complicado porque mezclamos en él la dureza propia de la subida con ese cambio de ritmo necesario después de una primera parte bastante más corredora. Afortunadamente han mantenido el recorrido del 2009, muchísimo más bonito que el del 2008.Por mi parte, al salir del pueblo me encontré con David, amigo de Albentosa, con el que ya compartí la primera mitad de la MiM de este año, y que había salido a "rodar" un rato largo y se me unió para hacerme compañía (gracias por todo compañero). Así pues con la agradable noticia de tener alguien con quien ir compartiendo sensaciones fui desgranando este tramo de la mejor manera posible y con buenas noticias por cuanto el track que llevaba de referencia y me decía que iba por delante con cierta holgura respecto al año anterior. Y así finalmente alcanzamos el Kilómetro dieciséis con un parcial en este tercer tramo de 45.55 para un total acumulado de 1.57.45.
Hacia la Cueva del Estuco, con un espontáneo
de nombre David, preparándome el gel
En este punto ya empiezas a plantearse el paso por la media maratón, cercana al paso por la Cueva del Estuco. Apropiándome de nuevo de la descripción de la organización, "es un tramo de continua y suave subida. Se sigue subiendo de manera suave hasta el kilómetro dieciocho y medio, donde comienza el descenso del barranco Malo. Se trata de una bajada, junto al lecho, por una senda que tiene en algunos momentos un gran desnivel y cierto riesgo de caídas, a la vez es un lugar precioso. Por una senda, entre el bosque, llegaremos al Barranco de Aguas Negras y desde allí comienza la subida a Espadán". A medida que íbamos aproximándonos a la Cueva del Estuco la moral iba subiendo porque veía que la ganancia de tiempo respecto al año anterior era más o menos la que me había marcado como objetivo. Con esas fuerzas extra que siempre da ver buenos resultados di buena cuenta del tramo a pesar de algún sobresalto en el tramo del Barranco Malo en forma de resbalones varios, y al llegar al avituallamiento, el parcial de mi Garmin hablaba de 2.34, un cuarto de hora por delante a lo conseguido el año anterior, algo que como ya he comentado entraba dentro de mis cálculos iniciales. Breve parada que aproveché para tomarme mi primer gel del día y desde aquí tocaba acabar el ascenso hasta el Pico Espadán. Debo reconocer que la sensación con respecto al año anterior no fue igual de buena durante el ascenso pero en cualquier caso creo que tampoco fue del todo mal así que antes de lo esperado estábamos pisando la alfombra de control de paso por el pico y con una buena noticia, la recuperación de buenas sensaciones en el tramo final de subida, imagino que en parte por los efectos del gel tomado minutos antes. Bien, el caso es que arriba en el pico transité en aproximadamente 3.10 lo que me daba un margen en el entorno de las dos horas para completar el recorrido hasta Segorbe en tiempos esperados, que debo decir que estaban en torno a 5.15.
Y esta, en plena bajada del pico,
cortesía de Jordi, de la Vilavella
A partir de este momento se inicia lo que yo llamo la segunda carrera del día, que nada tiene que ver con lo anterior. Estamos ante una segunda parte corredora salvo algún tramo concreto y que iba a dejarme claro si el entrenamiento daba resultados en este tipo de tramos. Y con esa intención iniciamos el descenso, con un primer tramo, corto, bastante peligroso donde me dio alcance la que a la postre sería tercera mujer absoluta y primera veterana, unos segundos por delante de mi en meta. Alcanzado el siguiente avituallamiento, breve parada a rellenar el botellín y a seguir hacia abajo a ritmos controlados que hasta el kilómetro treinta eran de entre algo menos de cinco minutos el kilómetro y seis el kilómetro según fuera la dificultad del suelo que pisábamos y los "tapones" que pudiésemos encontrar (porque a diferencia del año pasado en este tramo de bajada iba pasando a más gente de la que me pasaba a mí), siempre tratando de no reventar demasiado pronto. Tirando mano de la organización, "Estamos en el tramo más cómodo de la carrera. Son más de ocho kilómetros de descenso, en algunos momentos muy pronunciado, como en el camino que nos lleva a la senda de Almanzor y otros más suaves dentro de esta senda. El recorrido por dentro del barranco de Almanzor es especialmente hermoso". Y así llegamos al kilómetro treinta, por el que transito ligeramente por debajo de las cuatro horas pero con el cuerpo empezando a avisar de que las cosas hasta el final no iban a suponer un camino de rosas porque las pierna empezaban a dar síntomas de cansancio y algo más. Por todo ello, llegado a Almedíjar decidí dar buena cuenta de un segundo gel y, rápidamente iniciar el tramo final de la carrera. Este tramo, en palabras de la organización, "se trata de un tramo en el que pasaremos por Castellnovo, km 37, justo por debajo de su torre. En el kilómetro 35 subimos una de las últimas dificultades de la carrera, se trata sólo de medio kilómetro de ascensión por una senda entre los árboles. Después de esto ya sólo quedará ascender en el km 40 una rampa de 500mts. Con ello habremos completado la carrera y estaremos dentro de la pista de atletismo de la Ciudad deportiva de Segorbe". Dicho así parece sencillo. De hecho es un tramo cuya dificultad estriba únicamente en las fuerzas que te queden. Por ello a mí se me hizo extremadamente dificultoso. 
Algo cascado sí que llegué...
pero satisfecho por lo conseguido
En este punto de la carrera, especialmente desde Castellnovo las piernas iban diciendo de manera continua "basta" y la cabeza poco a poco también iba cediendo en las fuerzas que debía darle al cuerpo. No obstante, sacando fuerzas de donde no las había, y sufriendo mucho, especialmente en los tramos de bajada pronunciada que hay en esta parte del recorrido fui apurando los kilómetros hasta dar con la carretera que en menos de un kilómetro nos dejaba a la entrada de la pista de atletismo donde un pequeño esfuerzo final me llevó a meta en un tiempo oficial de 5.18.19, cuatro segundos menos reales según la clasificación oficial, que me ubica en el puesto 153, el 57 de la categoría de Veteranos A, y una gran satisfacción por el tiempo conseguido a pesar de que de haber podido apretar un poco más en el tramo final el tiempo podría haber estado muy cerca de las 5.10. A partir de este momento pues a dar buena cuenta del avituallamiento dispuesto por la organización, con Nocilla, bocata de atún, sandwich de jamón y queso y algún pastelito dulce, y rápidamente, como buen anfitrión, salida hacia casa que los invitados esperaban para comer (aunque al final comieron sin mí con permiso por mi parte). Breve charla con Wushi que rondó las cinco horas y poco más.
En fin, balance positivo a pesar del sufrimiento final (quizá también por eso) y agradecer a la organización y voluntarios el esfuerzo empeñado para hacernos disfrutar de una buena mañana de montaña. No quiero acabar la crónica sin felicitar a todos los participantes, ganadores, finishers y también a aquellos que no lograron acabar por intentarlo, y especialmente a Silvia, primera de las mujeres.... pedazo de carrerón y de tiempo que se ha marcado.
Pues eso, no sé si las crónicas montañeras se ceñirán hasta final de año a la carrera de Serra, con la idea de salir a rodarla y conocerla para otros años, o habrá algún añadido más, también con la idea de hacer alguna salida larga más que de disputarla (apuntad Xàtiva), pero lo que sí que es cierto que desde este momento el objetivo primero es disputar, acabar y, si es posible, en un tiempo decente, sobre las 3.30, el Maratón de Castellón.
De momento os dejo enlaces a los datos del Garmin y al Wikiloc referidos a mi Maratón de Espadán 2010 por si os sirve de algo. 







domingo, 24 de octubre de 2010

Empieza la temporada de asfalto; 10000 42 y pico

Como quien no quiere la cosa ya hemos llegado al 10000 de Castellón y con él empieza una fase complicada del año. Me explico; los próximos objetivos claros son dos, la Maratón de Espadán con la subida al pico que da nombre a la prueba y, miedo me da, la Maratón de Castellón, objetivo éste que me ilusiona de manera creciente pero que también me acojona en la misma dirección. De momento los entrenamientos siguen claramente enfocados hacia la montaña; no podría ser de otra manera y no lo será. La montaña es y será siempre el objetivo principal a la hora de seguir en este mundo de las carreras. Pese a ello creo que la propia inercia de la preparación que voy desarrollando debe implicar de manera inevitable mejoras también en el mundillo este de la Senda Negra. Por todo ello durante la semana, aunque para el domingo salía con la clara intención de salir a disfrutar en la medida de lo posible del hecho de rodar por el centro de mi ciudad en compañía de unos cuantos cientos de amigos, conocidos o, simplemente, colegas de la locura del running, había notado una creciente inquietud por el resultado de esta nueva incursión en el mundo del asfalto, imagino que sobre todo porque era la piedra de toque para calibrar la verdadera medida de mis posibilidades de cara a la ya inminente Maratón de Castellón. Con todo ello la semana había sido bastante exigente en cuanto al volumen de entrenamiento y mi cuerpo parecía notarlo en la parte final de la misma. No obstante el descanso del viernes pareció dar resultados y llegaba al domingo con relativas buenas sensaciones en las piernas.
Debut de Mónica... entrando en meta
y con la camiseta del 10000 de CS
Permitidme antes de continuar el relato del diezmil de esta mañana que haga un pequeño apunte de algo ocurrido un par de horas antes de empezar la pequeña aventura por Castellón. Esta mañana también se celebraba, dentro del Circuito Ruralcaja de Carreras Populares de Valencia, la Volta a Peu al Cabanyal. Pues bien, para alegría mía esta mañana Mónica ha entrado en este mundo de las carreras participando junto a parte de la familia y vari@s amig@s en la misma. Y debo reconocer que me ha sorprendido agradablemente porque no esperaba que las cosas fueran tan bien. La distancia era de 5900 metros y sin haber entrenado nada de nada a pesar de mis intentos la ha completado corriendo en su práctica totalidad. El tiempo es lo de menos pero en el entorno de los cuarenta y tres minutos. En fin, solamente me queda felicitarla públicamente y a ver si conseguimos que continúe en este mundo. De momento si no pasa nada para el 14 de noviembre estaremos los dos por el barrio de Benicalap para tratar de acabar los siete kilómetros largos que completan la siguiente prueba del circuito.

Primeros kilómetros en "manada" (Cortesía de Ggroc)
Pero volvamos a mi aventura de esta mañana. Después de un cómodo viaje desde Valencia y de aparcar el coche en casa me he dirigido calentando hacia la línea de salida en el Corte Inglés. Buen ambiente al llegar y presencia de foreros dispuestos todos a dar buena cuenta de sus marcas: Teo, Takito, Berto, Ayacucho, JoséCarreras, GRoad, etc...... Buena presencia también de conocidos por los alrededores de la salida así que entre unos y otros la espera ha sido bastante agradable casi todo el rato dándole a la "sinhueso". Poco antes de las once nos hemos situado en el cajón de la morralla (que no se ofenda nadie), es decir de aquellos que ni sub38 ni sub42. Y desde allí, de manera puntual, hemos escuchado la señal de salida y a correr, más que nunca, como locos. Empezaré diciendo que el objetivo inicial se ha cumplido bastante bien a pesar de que el mismo significaba bajar de 45 minutos y el tiempo final según mi Garmin ha sido de 45.17. Pero bueno, dado que como al resto de consultados al final de la carrera me ha dado unos doscientos metros más, me quedo con que el ritmo medio ha sido de 4.25 el kilómetro y eso me lleva a unos ficticios 44.10 para el diezmil, casi un minuto por debajo de lo previsto. Pero vayamos por partes; durante los cuarenta y cinco minutos de la carrera me ha dado tiempo a pasar por varias fases en lo anímico y usaré las mismas para desarrollar el relato de la carrera.
Una vez dada la salida me he visto envuelto en la marabunta y no he tenido más remedio que dejarme llevar por el ritmo impuesto a mi alrededor. Y debo decir que durante los tres primeros kilómetros iba muy agradablemente sorprendido con el ritmo sostenido que iba llevando y con la facilidad con la que lo mantenía. Especialmente importante par mí ha sido comprobar (y eso se ha mantenido durante toda la carrera) cómo la Frecuencia Cardiaca era muy buena, siempre en torno a las 160 pulsaciones con un máximo de 168. De esta manera los tres primeros kilómetros han transcurrido con parciales de 4.15, 4.10 y 4.17, parciales que eran claramente mejores a lo inicialmente planificado.
Pero, siempre los peros, llegados al kilómetro tres me han entrado las dudas. Me explico; desde el primer momento tenía muy claro que rodar a ritmos de 4.30 era bastante factible para mí. Lo que no tenía tan claro era si iba a poder mantener esos ritmos durante los diez kilómetros. Vamos que para esos ritmos me veía falto de fondo. Por todo ello superado el kilómetro tres he decidido darme un pequeño respiro y bajar ligeramente el ritmo no fuera a ser que al final acabara pagando este inicio. Por ello los dos siguientes kilómetros los he hecho a 4.26 y a 4.37 respectivamente. A partir del cinco nuevo apretón en el titmo que me llevan a completar el kilómetro seis a 4.21. Y así pretendía seguir pero aproximadamente en el kilómetro seis y medio he tenido un pequeño bajón en el rendimiento que creo que ha sido más mental que físico pero que me ha hecho sufrir bastante durante el tramo (pedazo recta) que va desde la Puerta del Sol hasta el final de la Avenida de Valencia. Como veía que no iba del todo cómodo me he tomado un pequeño respiro que me ha hecho completar los tres kilómetros siguientes en 4.28, 4.41 y 4.46.

En el tramo final con cara de
circunstancias (Cortesía de Ggroc)
Lo bueno de este tramo ha sido que me ha permitido recuperar las sensaciones perdidas y a la vista del kilómetro nueve me he lanzado de nuevo a tratar de recuperar tiempo y con alguna referencia que he utilizado de improvisada liebre he cubierto el kilómetro diez del Garmin en 4.18. A partir de ahí ya era cuestión de no ceder y tratar de apretar más para acabar de cubrir el recorrido, de manera que el tramo de 220 metros que según el cacharro faltaba para completar la prueba ha salido a un ritmo de "cuatre pelats".

Hacia casa con los deberes hechos
(Cortesía de Ggroc)

En fin, lo dicho, 45.17 según el Garmin para 10220 que se convierten en 45.42 oficiales que serán los que consten para siempre. Sin embargo para mí siempre me quedará que el paso por el diez mil según el cacharro que había iniciado en el momento en el que el chip ha sonado ha sido de 44.24. Conclusión: razonablemente satisfecho aunque sigo teniendo que trabajar el tema mental para tratar de mejorar. Siendo sincero creo que con un poquito de trabajo específico que haga para coger fondo a estos ritmos me veo razonablemente bien en los 42 minutos.
Bueno, dejando las elucubraciones a un lado solamente me queda felicitar a la organización y a todos los que habéis formado parte hoy de esta enorme y maravillosa familia de los runners. Os dejo los datos del cacharro en el GarminConnect para que les echeis un vistazo si os apetece. Para la semana que viene el Maratón de Espadán.

lunes, 18 de octubre de 2010

Estamos de vuelta tras un largo paréntesis: I Rodeno Cursa (17/10)

Ayer domingo, después de un largo paréntesis de más de un mes retomamos la rutina de las carreras acudiendo a la primera edición de la Rodeno Cursa, en Nules. Pero antes de esto voy a tratar de hacer, de manera resumida, un pequeño recorrido por el último mes dado que los acontecimientos creo que merecen la pena ser descritos.
Después de la carrera de Catí tenía prevista mi participación en la Fons de la Tardor (La Vall d'Uixó) que además este año era Copa de España. Sin embargo la misma mañana de la prueba, apenas un par de horas antes de su inicio decidí no participar por un motivo claro; pequeñas molestias que podían poner en peligro mi "participación", en este caso estelar, de la " prueba" que me esperaba el uno de octubre.

Y para el uno de octubre estaba programada, ni más ni menos, que mi boda. Muchos de los que me leéis ya sois sabedores de ella pero os ha pillado por sorpresa. El caso es que la intención era muy clara y se resume en hacer algo muy íntimo y sencillito así que muchísima gente de los que andáis "alrededor" de mi vida ni tan siquiera lo sabíais. El caso es que después de mucho tiempo conviviendo con Mónica, con un resultado maravilloso de nombre Leyre nos decidimos a "formalizar", o mejor oficializar nuestra relación pasando por el trance de darnos el "síquiero" delante de unos pocos elegidos. Bien podríamos decir que eso sí que es una buena ultra pero bueno, dado que ya andábamos entrenados para ella las sensaciones fueron buenas, el avituallamiento exquisito y el nivel de hidratación "adecuado".
Finalizado el momento boda, y antes de tomarnos un bien merecido descanso por tierras astures, tenía previsto para el domingo 3 de octubre finalizar la Lliga Castelló Nord por tierras de Vilafranca pero en este caso se me hizo muy cuesta arriba coger el coche y pegarme la paliza de más de dos horas de ida y otras tantas de vuelta así que decidí no ser de la partida a pesar de que me apetecía muchísimo formar parte de esta etapa final de la Lliga.
Como ya he comentado en el párrafo anterior, la semana del cuatro de octubre se gastó por tierras astures, entre bonitos y variados paseos y visitas por la zona (Oviedo, Picos de Europa, Lagos de Covagonda, Proaza, etc...) y copiosas comidas a las que los pobladores de aquellas tierras son tan aficionados. En fin, una semana de relax y de desconexión, sobre todo del trabajo porque lo que viene es de órdago y hacía falta hacerlo.
Por fin, a la vuelta del viaje, retorno a la normalidad. En primer lugar el puente por Albentosa para oxigenar el cuerpo (y de paso desintoxicarlo de tanta vianda). Por allí aproveché para hacer un par de salidas, la primera de algo menos de un par de horas a ritmo suavísimo para completar una media maratón por la vía verde de Ojos Negros y alrededores, siempre en compañía de David y Fede que me fueron de gran ayuda para retomar la rutina, y la segunda, el martes, de una horita de carrera continua a un ritmo más que decente a pesr de que la orografía elegida y, sobre todo, el tiempo con lluvia y viento, no facilitaron la tarea. Como resumen de la estancia por el pueblo se pude decir que contento con la vuelta y con sensaciones bastante mejor de las esperadas.
Para el miércoles tocaba volver de manera definitiva a la rutina; esto es, trabajo, más trabajo, y retomar de manera rigurosa (o casi) el planning marcado por Ezequiel. Y en esas pasó la semana, con mucha carga de trabajo y nos plantamos en el domingo, no si antes descartar por motivos obvios de carga física, la participación en el 10000 de Almassora.
Y para el domingo tocaba retomar la competición, algo no previsto en el planning como tal. Sin embargo me tomé mi participación en la I Rodeno Cursa como la rodada prevista de montaña así que acudí a la misma con la clara intención de no forzar la máquina y hacer un entrene de montaña como estaba previsto. Así, a la hora prevista sonó el despertador y me puse en marcha, con ligeros problemas estomacales que, todo hay que decirlo, no afectaron a mi rendimiento posterior, rumbo a Nules donde me esperaban Pepe y Alejandro, del pueblo, para dar buena cuenta del recorrido que nos había preparado la organización (aprovecho para agradecer a SocRodeno en quien personalizo a la misma todas las atenciones dispensadas que nos permitieron pasar una agradable y montañera mañana). Dado que iba a hacer un entrene en compañía decidí salir sin el Garmin así que pocas referencias podré dar de tiempos y demás pero bueno, alguna caerá. En el momento de la salida nos juntamos Pepe y yo y de esa manera dimos buena cuenta del primer tramo, asfaltero él, que nos llevó hasta la Vilavella. En este tramo nos pasó Takito, que en ese momento iba con Ayacucho, que ya anunciaba que no iba demasiado fino. El ritmo del tramo creo que fue bueno y las sensaciones también.
Afrontando los primeros tramos de subida
(Organización)
Llegados a este punto cogimos la salida de la Vilavella que en un primer momento coincidía con la Marxa Sant Sebastià aunque pronto se desviaría de la misma para afrontar la primera subida del día. Como se puede apreciar en la foto, cogido el desvío que nos llevaba a la senda, hicimos este primer tramo en fila india, con pocos adelantamientos. También podéis ver como Takito había sido devorado por la insaciable voracidad de quien esto escribe (es broma, claro). Esta primera subida que se iniciaba aquí enseguida se transformaba en una pista mucho más transitable y que permitió a cada cual ponerse en su lugar. En el punto de la foto tenía todavía delante a Pepe y por mi cabeza rondaba la duda de qué hacer, si seguir su ritmo o mantener la idea de rodar tranquilo. Finalmente me decidí por lo segundo y poco a poco Pepe fue alejándose. Gran parte de la primera subida la hice al trote (algo que ya es noticia) y en compañía de Teo y un clásico de los Xibeca, "El llarg", así como con el amigo Héctor, dels Amics de la VTF, compañero ocasional de gimnasio por Ribesalbes. Y así poco a poco fuimos dando cuenta de la ascensión que, si mi memoria no me falla nos llevaría hasta aproximadamente el Kilómetro cinco. A estas alturas Pepe ya era un recuerdo que marchaba por delante y de momento había dejado detrás a los anteriormente citados (al final solamente Héctor llegaría ligeramente por detrás). A cambio me uní a Ritxi con quien compartí, con él siempre algo por delante, buena parte de la carrera, al igual que ocurrió con José Ramón, del Castelló Running (al final, Ritxi con problemas musculares cedió a mi "presión" en la Vilavella y JR acabó, pese a sus previsiones, por delante de mí). 

Al final de la subida, con cara de circunstancias
(Organización)
Pero retomemos el relato donde lo habíamos dejado, esto es, al final de la primera subida. En este punto, un par de kilómetros de descenso, planteados también a un ritmo decente pero sin forzar a tope, me dejaron a los pies de la segunda subida, significativamente más dura que la anterior. Esta subida tendrá aroximadamente un par de kilómetros, algo más, pero con pendientes más importantes, especialmente algún tramo concreto de la misma. Ante la imposibilidad de trotar de manera más o menos continuada y dado que en el ritmo de Ritxi me encontraba "cómodo" decidí pegarme a él e ir apurando la misma. Especialmente duros el tramo inicial y, sobre todo, el final, al que corresponde la imagen donde podréis apreciar las cuerdas preparadas para darnos apoyo allá donde fuera necesario. Al final de la subida tengo una referencia que me habla de 1.05 para el paso del kilómetro nueve y medio. En este punto las fuerzas están bien y el ánimo también así que empiezo a preparar la cabeza para afrontar lo que queda de carrera que dicen es lo más cómodo pero no sé yo si la segunda mitad de carrera, "topabajo", es precisamente cómodo para mí.

A correr, a correr (Cortesía de Ggroc)
No lo voy a hacer muy largo; desde aquí hasta el final la carrera se resume en correr todo lo rápido que puedas así que a eso nos aprestamos con toda la diligencia con la que fuimos capaces. Y lo cierto es que, siempre con la premisa de rodar cómodo, la cosa iba muy bien y muy tranquila hasta llegar a la Vilavella. Y digo esto porque aparte de que aquí acabó de "cascar" Ritxi, algo que me supo muy mal, el tramo final de asfalto se me hizo muy cuesta arriba (y no era precisamente hacia arriba el tramo). No sé qué fue, aparte de notaba las piernas algo cargadas, imagino que por la carga que llevo últimamente, pero el caso es que la recta hasta Nules fue eterna, incluyendo una "paradita" para reponer fuerza mental. Y menos mal que llegaron por detrás Irene e Miguel para darme ánimos y hacerme sentir algo de vergüenza torera porque con ese estímulo volví a arrancar y aunque no pude mantener su ritmo sí que me sirvió para no caer más en el desánimo. Y así hasta el final con 2.13 pelaos a pesar de los 13 segundos de más que me caen en la clasificación oficial.
El avituallamiento final una pasada y, en general, sobresaliente a la organización. Me alegró un montón volver a coincidir con todos vosotros con mención especial para Karmele y Pascual, de espectadores, Irene y Miguel, Teo, Takito, Ggroc de fotógrafo y apurando plazos de recuperación, y muchos más que me dejaré en el tintero.
Evidentemente esta vez no hay datos del Garmin por cuanto salí sin él. Sin embargo os dejo el enlace de la ruta en Wikiloc por cortesía de la organización.