lunes, 26 de septiembre de 2011

Entreparets 2011; a la marxeta, disfrutando y recobrando sensaciones

Cartel de esta Edición
de la Entreparets

Para este fin de semana tocaba volver a visitar las tierras de l'Alt Maestrat para hacer parada y fonda en Vilafranca donde, dos años después, volvería a transitar por el recorrido de la Marxa a Peu Entreparets que llegaba ya a su cuarta edición. Como ya hicimos en aquella ocasión aprovechamos la ocasión y decidimos pasar el fin de semana por aquellas tierras. Y si en 2009 pasamos el fin de semana alojados en el Albergue La Parreta, este año decidimos hacerlo en La Casa del Mercat, maravillosa casa rural que os recomiendo de manera entusiasta. Así que el viernes por la tarde, acompañados de una pareja amiga y con los niños "a cuestas" nos presentamos en Vilafranca dispuestos a pasar un relajado fin de semana que acabaría con una agradable mañana por las montañas de la zona. Especial mención en este aspecto para Rubén, que debutaba en estas lides de las marchas por montaña y que, a pesar de no poder acabarla, realizó un más que meritorio papel.

Un momento de la carrera
Después de dedicar todo el sábado a disfrutar de la zona, con agradable paseo durante la mañana por las montañas de alrededor y la visita de rigor a ShedMarks, casi sin darnos cuenta nos plantamos en el domingo y eso significaba que a las nueve de la mañana daban la salida a la carrera. Esta vez no hubo madrugón, evidentemente, ya que la casa está a apenas cincuenta metros de la salida y los dorsales los recogimos la tarde anterior, así que con veinte minutos de adelanto nos plantamos en la plaza desde donde salía la carrera y, casi sin darnos cuenta, después de los saludos de rigor a los muchos amigos y conocidos que vamos teniendo en este mundillo, nos plantamos en el momento de la salida. Esta vez el objetivo era doble; por un lado comprobar que esas molestias en la rodilla que aparecieron en Catí no habían sido más que un pequeño susto y, por otro lado, tratar de hacer una rodada larga de montaña, disfrutando de la mañana y marcha un tiempo en torno a las tres horas.


De verde el amigo Felipe
que fue tirando de mi en todo momento
Después de un siempre emotivo recuerdo a Irene, recuerdo que tuvo una repetición personal en pleno recorrido, se dio la salida y enseguida, en compañía del amigo Pipe que tuvo a bien el hacerme de liebre durante todo el recorrido (espero que el susto final acabe en nada compañero!!), después del breve descenso del inicio, afrontamos la primera subida del recorrido con cierta precaución y sin forzar más de la cuenta. A partir de este momento la carrera se convierte en una sucesión de subidas, en general no demasiado duras a salvo de alguna excepción como el tramo de bosque de la tercera, con sus correspondientes bajadas, tampoco especialmente técnicas aunque alguna de ellas, como la de la última subida, largas y pesadas. Y como era de esperar a lo largo de los casi veinticinco kilómetros del recorrido las sensaciones fueran variando, con momentos en los que me encontré más que bien pero con otros en los que no iba demasiado cómodo. Lo cierto es que me costó entrar en materia y hasta el kilómetro siete, más o menos antes de la segunda subida, no iba nada cómodo. Sin embargo con esta segunda subida parece que entré en calor y todo el tramo central y parte del final, hasta el último avituallamiento, y siempre teniendo en cuenta que en ningún momento forcé demasiado, con pulsaciones siempre por debajo de las 160, disfruté mucho del recorrido y de mis sensaciones. Posiblemente a ello ayudó el que el bochorno inicial se mitigaba mucho corriendo entre bosques, pero fuera por lo que fuera en este largo tramo conseguí disfrutar. Y en los tres kilómetros finales, después de la bajada hasta el río, la lástima fue que empecé a notar un poquito cargados los gemelos y decidí bajar incluso una marcha más para afrontar ese último repecho antes de entrar el pueblo y dar "buena" cuenta, como se pudo, del tramo de escaleras antes de afrontar el último repechillo de la recta de llegada donde esperaban Mónica y Leyre y de hacer la entrada en meta acompañado de la niña en un tiempo de 3.02.05, muy cerca del objetivo de las tres horas inicialmente marcado y que, seguramente, de no ser por ese pequeño problemilla final hubiera alcanzado.
Llegada con Leyre
Llegado el momento de la valoración puedo decir que acabo contento esta edición de la Entreparets. Es cierto que el nivel de exigencia no fue máximo pero también lo es que poco a poco empiezo a tener mejores sensaciones y, sobre todo, que las molestias de hace quince días parecen haber desaparecido. No sé, espero no equivocarme porque las cosas parecen ir de nuevo por buen camino y espero que este mes de octubre se confirme esta impresión porque de ser así, de cara al 2012 la motivación volverá a ser la del año anterior y, con ello, los objetivos empezarán a ser más ambiciosos y estimulantes. Bueno, acabo ya, os dejo los habituales enlaces a tracks. La semana que viene la Fons de la Tardor.