sábado, 31 de diciembre de 2011

San Silvestre Valenciana. ¡Qué pasada para acabar el año!

Este dorsal tan bajo es que me ha tocado en 2011
Parece que fue ayer.... sin embargo hoy vuelve a ser treinta de diciembre y de nuevo el placer por correr nos ha llevado hasta la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, escenario de la salida de esta 28ª edición de la San Silvestre Valenciana. La verdad es que los planes iniciales nos llevaban lejos del cap i casal y posiblemente hubiéramos acabado el año corriendo por las calles de Albocàsser pero al final se fue todo al traste y como nos tocará pasar Nochevieja en Valencia pues esta San Silvestre pasó a ser cita obligatoria. 
En esta última crónica del año allá donde estés,
Irene, amiga, no podía dejar de recordarte.
Un beso, guapa, y gracias por seguir ahí
Antes de partir hacia el centro de la ciudad recordaba la cita del año pasado y, a partir de ello, empezaba a hacer balance del 2011 aunque eso será motivo de la última entrada del año mañana sábado. Sin embargo esta circunstancia dejaba en mi una extraña sensación entre la ilusión por lo que en poco tiempo iba a vivir, una nueva fiesta del atletismo popular (con trece mil amigos compartiendo las calles de Valencia y despoblándolas por un instante del infernal tráfico) y el recuerdo de tantas cosas que han quedado atrás durante un 2011 especialmente duro en el que la crisis ha seguido azotando fuerte y durante el cual hemos perdido a demasiada gente. Por ello mi granito de arena en esta fiesta del atletismo popular está dedicada, como siempre, pero en esta ocasión de manera explícita a ese ángel de eterna sonrisa que decidió buscar nuevas carreras en el más allá durante este año que acaba. Como bien decía Irene a modo de inesperado adiós, lo importante es estar y de una manera u otra, siempre presente, este último acto "correril" del 2011 para este modesto runner supone un penúltimo homenaje a la amiga que nos dejó un aciago día de mayo mientras disfrutaba haciendo lo que a nosotros también nos hace disfrutar.
Vaya par de gemelos!!!
Afortunadamente la vida sigue, y aunque en ocasiones no muestra su cara más amarga y nos hace daño de una manera cruel, al final debemos seguir en este tren y tratar de disfrutar todo lo que seamos capaces de hacerlo. Y por ello esta tarde salíamos de casa, como casi siempre en estos meses, Rubén y yo destino a una nueva aventura... Enseguida llegamos a la zona de salida y aquello era increíble. Personalmente iba preparado para encontrarme cualquier cosa pero aquello superaba todas las expectativas. El gentío impresionante, las ganas de disfrutar de otra noche mágica todavía más impresionantes, el ambiente indescriptible... en fin, en dos palabras, ¡impresionante!. Con puntualidad que se agradece daba comienzo la verdadera fiesta con un castillo de fuegos artificiales y enseguida a correr. Bueno, a intentarlo porque entre tanta gente era difícil hacerlo. Es la primera vez que sufro en una carrera de asfalto los temidos tapones y no uno sino varios. El recorrido fue tremendo, disfrutamos como enanos. A lo largo de los cinco kilómetros del mismo transitamos en pelotón que no había manera de deshacer; cánticos, palmas, aplausos, la gente con la fiesta metida en las zapatillas... en fin, tremendo. Creo que no encontraría mejor manera de acabar el año que ésta. Como veis no hablo de tiempos, ritmos ni sensaciones, ayer tocaba disfrutar y lo hicimos, vaya si lo hicimos.
En fin amigos, gracias a todos los que por aquí os pasáis a sufrir mis ladrillos. El año ha sido intenso, duro, muy duro diría yo pero ahora toca a su fin y más allá de buenas intenciones estoy convencido de que será mejor que el que hoy cerramos. No será muy difícil que así sea pero lo será con toda seguridad. Qué os vaya muy bonito y que consigáis todo lo que os propongáis. Y permitidme un recuerdo y un abrazo especial a Miguel y a Laura; estamos con vosotros.... Irene también.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

XI San Silvestre Rocafort; la primera del final de año

Cartel de una gran San Silvestre
Al final de un largo año, lleno de vivencias, la mayoría buenas pero también alguna de malas y de muy malas, llega la ronda de San Silvestres, esos encuentros (porque yo no las considero ni carreras) de gente (amigos, conocidos, desconocidos) donde lo único realmente importante es disfrutar de un rato, normalmente corto, invadiendo las calles de alguna ciudad o pueblo para hacer eso que tanto nos gusta, correr rodeados de buena gente. Este año mi ronda empieza en Rocafort, ya convertido en un lugar especial dado el cariño que me demuestra la gente del Rocafort Running cada vez que me junto con ellos para compartir una rodadita por esos lares. Y creedme que me gustaría que fuera más a menudo pero las circunstancias mandan y al final no son demasiadas las veces en que me acerco por allí para trotar con esta buena gente.
El caso es que ayer mismo, de camino a casa, decidí darme un garbeo por la Casa de la Cultura de Rocafort para recoger los dorsales y colaborar con mi granito de arena en esa causa solidaria que envuelve esta San Silvestre. Gran ambiente el que se respiraba por allí, con un goteo continuo de personas recogiendo el dorsal y un grupo de amigos volcados en la organización de un gran evento, con el gran Manu Zafra a la cabeza. Por allí anduve departiendo con un numeroso grupo de amigos, charlando de lo que nos gusta y escuchando a Fede su odisea en el reciente Maratón de Valencia. En fin, un agradable rato  el que pasamos por Rocafort como previa a lo que sería en el día de hoy el desarrollo de la San Silvestre.

Dorsal personalizado y todo
Llegado el día, y con la emoción de saber que más de mil runners íbamos a colapsar las calles de Rocafort, en compañía de Rubén nos dirigimos hacia el pueblo para disfrutar un día más de esta pasión. En un suspiro nos plantamos en la Plaza Mayor donde vuelvo a saludar a la gente del Rocafort Running, enfrascados en la dura tarea de acabar de rematar los detalles de la organización. Otra alegría para mí la presencia de Melvin, mi cuñado, que se presenta con un amigo y con ganas de disfrutar del recorrido también.
En fin, entre risas y bromas, llega el momento esperado de la salida que se da tras "disparar" un castillo de fuegos artificiales (sí, igual me he pasado un poquito). Primeros compases de la carrera por un pasillo de antorchas, muy bonito el detalle que se repetirá en la recta final, y pronto se va despejando el recorrido lo que aprovecho para tratar de marcar un ritmo vivo para Rubén (llegamos a pasar a Groucho, que en esta ocasión va con el globo de los 7 minutos por kilómetro). Bien, tampoco vamos a enrollarnos más de lo necesario; poco a poco vamos dando cuenta de los cuatro kilómetros de recorrido, con algún repecho incluido y con un pueblo volcado en su SanSil. Al final, e incluso debo reconocer que emocionado y con el pensamiento volando hacia arriba, llegamos al final en la misma Plaza Mayor en casi veinticuatro minutos de recorrido. ¿Qué queréis que os diga?; esto es muy BONITO, me sigue enamorando el atletismo popular y compartir las calles de Rocafort con 1300 personas no tiene nombre.
Bueno, acabo con una mención muy especial a los chicos del Rocafort Running, personalizados en Manu, pedazo de persona y volcado en estos eventos. Un diez chic@s.... volveré.






sábado, 24 de diciembre de 2011

I San SIlvestre de Montaña Sot de Ferrer. Correr en Nochebuena


Llega la Navidad y paralelamente llega una semana cargada de entrañables carreras donde lo de menos suele ser los ritmos, las sensaciones y todo eso que durante el año parece ser lo más importante (claro, las San Silvestres). Y digo parece porque como dejaba caer en mi anterior entrada y se encargaba de recordar el gran Ayacucho, no podemos olvidar en ningún momento por qué y para qué estamos en este mundo del running: porque nos gusta y para disfrutar. Sin estas dos premisas nada de las locuras que nos planteamos tendría sentido. Así que ya sabéis, si permitís un consejo a este humilde runner, nunca dejéis de disfrutar por esas carreteras, calles, sendas, pistas del mundo.
Y dicho esto, en la mañana de hoy, Nochebuena del 2012, se ha celebrado la I San Silvestre de Montaña de Sot de Ferrer. Organizada por 42 y Pico ya desde el momento en el que en el foro se abrió el tema me gustó muchísimo la idea. Poder empezar estos días en compañía de todos aquellos y aquellas que a fuerza de compartir kilómetros han acabado por convertirse en amigos, conocidos o simplemente colegas de correrías me llamaba muchísimo así que desde el momento en el que supe de la iniciativa tuve claro que formaría parte de la misma. Me vais a permitir que esta crónica no sea la habitual; ya he dicho al principio que lo de menos hoy eran los ritmos, las sensaciones o la dureza del circuito. Por ello resumiré mucho este aspecto: maravillosa y soleada mañana para el running, espectacular organización del amigo Gustavo, un pueblo volcado en una carrera que seguro que no será la última edición, un buen y corredor recorrido (era lo que se esperaba para un día como hoy) y más de seiscientos "amigos" compartiendo un rato de vivencias por esas montañas de Sot de Ferrer.... ¿qué más se puede pedir?. Al final, y en lo que a mí respecta, 1.17 para los 14 kilómetros largos de carrera, posición 204 de la general y satisfacción por la mañana pasada. Al final os pondré los habituales enlaces para que os hagáis una idea del desarrollo de la misma.
Añadir leyenda
Pero hoy, día de Nochebuena (al final la Navidad siempre tiene algo que acaba engañándonos y enganchándonos) mi crónica pretende resaltar otros aspectos de este mundo. Porque nadie será capaz de pretender quitar importancia al hecho de que en un día como hoy tal cantidad de gente seamos capaces de pagar una cuota de inscripción, ponernos nuestras "mejores galas", algunos disfrazarnos, y "sufrir" entre una y dos horas con el único premio de llegar al final y poder decir eso de "otra más a la saca". ¿Qué queréis que os diga?. Pues que es un orgullo para quien esto escribe poder decir que hoy ha compartido todo eso con todos vosotros, con Rubén, "el veí",con Marco, con Jose (compañeros de trabajo), con Juanjo, el boss, con Berto, con Fer, lesionado, con Grillian, con Pacheconte, Virgilio, Sonieta y David, con quien he podido compartir orgulloso un buen tramo del recorrido, con Nacho, Vicente y Javier, Silvia, Alberto. Y que es un orgullo poder decir que he compartido esas sendas y pistas con Karmelilla y su inseparable manager, con Eva i Elido, con Tere y José Vicente, con Ximo, Albert, Juan Carlos y Julia, los Kiyos, Teo, Diego y Ana, Nere, Julia, Ezequiel, el guía de los entrenes, Iban, Fede, Pepito, Angel, David, Alejandro, .... en fin, tantos y tantos amigos que completarían una lista interminable. Y poder considerarme amigo sobre todo, me vais a permitir, en este año difícil de Miguel y de Irene, la amiga que día tras día está ahí guiando nuestros pasos por las sendas y pistas. Qué duro el año, qué injusta la vida pero qué hermoso el recuerdo...
En fin Amigos, acabo ya. Perdón por este ataque de sentimentalismo y espero poder seguir hablando orgulloso de todos vosotros durante mucho tiempo. Un abrazo a todos (y un beso para vosotras).


Perfil de la San Silvestre de Sot de Ferrer

lunes, 19 de diciembre de 2011

Vuelta a Pie Solidaria "Es Posible". Atletismo Popular!!!

Cartel del circuito
Encuadrada dentro del VII Circuito CRM de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia del que es la última prueba ayer domingo se celebró esta carrera que transcurre por los alrededores del barrio de Benicalap y que está organizada por la Asociación Es Posible y el Club Deportivo Es Posible.
Se da la circunstancia de que esta carrera pasa por la misma puerta de casa así que, salvo impoderable, se ha convertido en cita ineludible del calendario anual para quien esto escribe. Además ayer aprovechamos la misma para organizar coincidiendo en la fecha la Fiesta de navidad del complejo, cuyo primera actividad era precisamente la carrera. De esta manera, a pesar de las bajas provocadas por la reciente Maratón y por alguna que otra cena de empresa, cinco integrantes del "fantasma" Colonna Runners nos concentramos en los bajos del complejo para acudir en manada hacia la salida. Primera baja del día, César no se había enterado de la convocatoria previa y fue por libre. Así pues a la hora prevista llegábamos a la explanada de salida Jesús, que luego saldrái como liebre de campo a hacer un marcón, y Diego, Rubén y yo, convertido en esta ocasión en una "liebre de lujo" dispuesto a estirar del grupo todo lo que hiciera falta. Después de ciertos problemas logísticos con el tema del dorsal de Diego que incluso estuvieron a punto de provocar la "participación oficial" de Mónica, solucionados estos nos plantamos entre el gentío que esperaba la salida y llegado el momento, castell de focs inclós, allá que salimos dispuestos a disfrutar de una gran, aunque fresquita, mañana de running.
Un momento de la salida, engullidos por la marabunta

¿La carrera?; pues como ya dije en otra entrada de este circuito la verdad es que es un gustazo disfrutar de estos paseos por las calles de Valencia (o de cualquier otro núcleo urbano) quitándole su sitio natural a los coches y otros animales urbanitas para invadir las calzadas acompañados por algo parecido a una serpiente multicolor. Salimos a ritmo comodísimo, al menos para mi, y a ese ritmo, solamente roto en el último kilómetro donde Rubén se marcó una boutade y acabamos a ritmos de 5.30, fuimos devorando los siete mil quinientos metros de la carrera. Entre medias, buenas risas por el camino, anécdotas, encuentros y confidencias con Iban, más risas y alegría al final por parte de todos pero en especial por parte de Rubén que acababa con buen pié su primer fin de semana de doblaje.
Dos instantes de la llegada

Al final un tiempo de 49.12 (6.42, 6.41, 6.44, 6.52, 6.44, 6.43, 6.11!, y 5.34 en el último quinientos!!!) que para mi es lo de menos, el mismo que Diego y tres segundos más tarde para Rubén, que acabó eufórico como se ve en la foto, jeje. En fin, días como el de ayer deberían vivirlos aquéllos que no entienden nuestra locura por el running, incluidas las parientas (con todo el cariño). Un saludo especial a Iban y a Igor y acabo con los enlaces habituales


I Trail Villar del Arzobispo, más madera!!!

Cartel de esta nueva prueba de Trail
Después de una intensa semana donde la recuperación de las carreras de Valencia, Gandía y Bétera ha consistido en seguir un exigente plan de entrenamiento, para este sábado tocaba descubrir nuevos territorios con ocasión del I Trail de Villar del Arzobispo, en la provincia de Valencia. Otra nueva carrera por la provincia de Valencia dentro de ese "pequeño" boom de nuevas pruebas de montaña en Valencia que parece haber estallado en la segunda mitad del año: Gilet, Alpuente, Benifaió, Villar, ... Y lo mejor es que el boom parece que tendrá continuidad porque ya se ha anunciado el I Circuito Trail Valencia para el 2012, algo que en estos tiempos de crisis siempre es una gran noticia.
A pesar de que la noche anterior tocaba la tradicional cena de empresa, que por una vez fue suavecita, después de un buen madrugón a las siete y media estaba al volante con Rubén al lado y los dos dispuestos a afrontar un nuevo reto, yo en la versión larga y Rubén en la light de casi nueve kilómetros. Después de un corto recorrido por la CV35 en algo más de media hora nos plantamos en Villar del Arzobispo que nos recibió con un frío tremendo, debido sobre todo a que el viento que soplaba dejaba una sensación térmica más que fría. A pesar de que ya habíamos recogido los dorsales el día antes en Passatge Sport decidimos pasarnos por la zona de salida antes de prepararnos para la carrera y ya en ese momento decidimos cambiar la idea inicial y abrigarnos más de lo inicialmente previsto. Una vez de regreso al coche acabamos de preparar los trastos y, ahora ya de verdad,  nos plantamos en la zona de salida. Antes de la carrera pude coincidir con bastantes conocidos algo que me sorprendió porque no esperaba que estuvieran por allí, tan lejos de las zonas habituales: Torko y Ayacucho, ya anunciados y, por tanto, esperados, Wushi con quien compartí el breve calentamiento, JJ Rubio, varios miembros más del Mur i Castell, Juan Ramón de los "Men in Black", ....
A la hora prevista arrancaba el I Trail Villar del Arzobispo con una emotiva salida neutralizada con la gente del pueblo por delante en homenaje a José Antonio Gálvez, recientemente fallecido; aprovecho este foro para unirme a las condolencias a la familia y los amigos, descanse en paz.
Pero como la vida tiene que continuar un emocionante aplauso al pasar por donde acababa la neutralización dio paso al inicio de la carrera en serio. El planteamiento era también en esta ocasión conservador: lo de menos sigue siendo la marca porque también esta carrera formaba parte del plan de entrenamiento presente y me la tomaba para, por un lado, ir cogiendo ritmo de competición y, por otro, matar el gusanillo del ambiente de las carreras. Por ello al inicio me tomé las cosas con mucha calma. Un primer kilómetro suave a ritmo de cinco minutos el kilómetro, un segundo que ya empezaba a picar hacia arriba a 5.27 y a partir del tercero empezaba la primera subida. Demasiado pronto para mis piernas que enseguida dieron muestras de no estar muy por la labor y me recordaban la intensidad de los entrenamientos. Por ello a mitad del tercer kilómetro decidi parar y caminar un rato para ir entrando en calor. Y así hasta el final de esta primera subida que nos llevaba hasta el kilómetro tres y medio después de haber transitado el tres a un ritmo de 8.23. Finalizada la subida teníamos un tramo de bajada hasta el cinco, bajada facilita que permitía correr mucho pero en la que decidí también ser prudente y no forzar más de lo necesario. Y con ello llegamos al primer avituallamiento, alrededor del kilómetro cinco y que me salté, para empezar a afrontar la segunda subida del día que nos llevaría hasta prácticamente el siete, con una primera parte exigente, afrontada con mucha calma, que dejaría paso a un segundo tramo más suavecito.
Finalizada esta segunda ascensión nos aguardaba un largo tramo de bajada que seguí tomándome con cierta tranquilidad, a ritmos aproximados de 4.45 y que nos llevaría, con avituallamiento por medio que en esta ocasión sí aproveche para hidratarme, hasta el kilómetro diez, por el que transité, segundo arriba, segundo abajo, en una hora justa. Los dos siguientes kilómetros fueron seguramente los peores de mi carrera. Yo creo que el agua que me tomé, que estaba muy fría, me sentó mal porque la sensación era de angustia total. A pesar de ello decidí no parar y seguir, alternando el trote cochinero con algún tramo andando para una zona que en otras condiciones seguramente habría hecho corriendo. Y así hasta el kilómetro doce donde ya notaba como la sensación de angustia iba poco a poco desapareciendo por lo que, ayudado por un nuevo descenso, pude forzar un poquito más la marcha y nuevamente el kilómetro trece lo hice a ese ritmo standard de ayer, 4.45.
Poco después del trece se iniciaba el último ascenso del día, el de la cruz, al que siguó un breve cresteo y que nuevamente me tomé con calma sin forzar demasiado. La verdad es que me acoplé al ritmo del compañero que iba por delante y subí con cierta comodidad. Finalizado el mismo se iniciaba el último descenso que volvi a afrontar inicialmente a ese ritmo de 4.45 aunque poco a poco fui forzando la máquina y con buenas sensaciones. Eso sí, la entrada al pueblo, con esa cuestecilla de nada, me costó un mundo así que superado el mismo me decidí a "lanzarme" en el sprint final para llegar a meta un en un tiempo oficial un segundo por debajo del 1.48 aunque no sé de dónde sale porque el Garmin me marca 1.48.08.
Conclusiones: sigue el plan según lo previsto y eso me mantiene animado. Cierto es que en las subidas todavía me falta alegría pero eso también entra dentro de lo planificado. En fin, a ver si pasamos estas dos semanas de Navidad con buen ánimo para entrenar y empieza el año y con él nuevos retos y mayor exigencia en las carreras.
En cuanto a la organización, y más allá de ciertos problemas con el cronometraje que parecen haber surgido, notable alto para esta primera edición. Creo que han mejorado las prestaciones respecto al Trail de Benifaió y eso significa que las cosas parecen hacerse bien. ¿El recorrido?; a pesar de lo que sufrí entonces me gusta mas el de Benifaió, más montañero, pero al margen del tipo de recorrido, más corredor éste, me parece que está bien diseñado y eso siempre es bueno. Los avituallamientos bien ubicados y correctamente surtidos y al final buena atención al corredor.
En fin, acabo ya que tengo que preparar el de la carrera del domingo por Benicalap. A ver si la semana que viene coincidimos muchos por Sot de Ferrer y así corremos y cantamos unos villancicos, jejeje. Os dejo los habituales enlaces.


Perfil de la carrera
Por cierto, ahora que Rubén se va haciendo conocido en el mundillo, acabó su participación contento con las prestaciones... el "trainer" también!!!

martes, 13 de diciembre de 2011

Cursa de Nadal de Bétera, ¿dónde quedó el asfalto?

Original cartel de la prueba

Como ya indicaba en la anterior entrada los planes para este fin de semana indicaban correr una Media de asfalto, la de la Vall de Sego; sin embargo, el aplazamiento a última hora, como se suele decir por motivos ajenos a la organización me obligó a replantearme la situación. Cierto es que después de lo cargadito de la semana, con carreras en domingo y martes y entrenamiento diario sin descanso en los últimos catorce días tampoco hubiera pasado nada por descansar pero al final la cabra tira al monte y buscando, buscando, encontré esta carrerita cerca de casa, con pocos kilómetros e inicialmente bastante cómoda de manera que acabé por inscribime y por embarcar a Rubén para pasar un rato de la mañana del domingo corriendo en agradable y numerosa compañía. De esta manera sin necesidad de madrugar demasiado y después de un breve viaje en coche nos plantamos en la zona de salida dispuestos a recoger el dorsal. La mañana se presentaba fresquita (y mi resfriado actual da buena fe de ello) pero agradable para correr, de manera que después de un breve calentamiento ya estábamos dispuestos en la línea de salida para dar buena cuenta del recorrido preparado por la organización. Ya en ese momento tenía claro que el mismo no iba a ser el paseo que inicialmente podía parecer. El esperado asfalto dejaba paso a un recorrido mayoritariamente por pistas ya que la carrera "huía" del casco urbano, parece ser que debido a problemas económicos del ayuntamiento que no permitían dotar de policía para cortar los cruces. La verdad es que la crisis empieza a dejarse notar también en este mundillo y, mal acostumbrados como estamos, debemos empezar a pensar en que todo eso de las camisetas técnicas, grandes festines en lugar de avituallamientos, etc. irá poco a poco pasando a mejor vida.Y esta carrera es buena muestra de ello; ni señal de la camiseta técnica anunciada y una bolsa del corredor en parte con sobras de otras carreras. De todas formas debemos "perdonar" estas y otras carencias de la misma porque al final lo importante es poder correr y en esta ocasión a un precio más que asequible.Por ello aprovecho antes de seguir para felicitar y apoyar a la organización por su esfuerzo en brindarnos la oportunidad de seguir disfrutando con lo que nos gusta.

Con Rubén después de la carrera
Volviendo a la carrera, ya el breve calentamiento anterior a la misma me anunciaba que las piernas no parecían estar en su mejor momento así que ya el planteamiento de la carrera se hacía más conservador de lo previsto. Con cierto retraso sobre el horario inicialmente marcado se dio la salida y ya desde el principio, incluso en el breve tramo de asfalto con el que comenzaba el recorrido, tocaba afrontar tramos de continuada aunque ligera pendiente positiva. Después de ubicarme en la carrera, adelantando a corredores de esos que salen demasiado adelantados (aunque también yo tiendo a salir demasiado retrasado), al final conseguí mi espacio y, con ello, intentar marcar un ritmo constante. Pero lo cierto es que no me resultó fácil a pesar de que en ningún momento me marqué ritmos muy exigentes. La pesadez de las piernas agravaba la ligera dificultad de estos tramos iniciales y estos dos factores confluían en cierta incomodidad en la carrera. Los parciales de los tres primeros kilómetros son buena muestra de ello: 4.52, 4.54 y 5.17. Cierto es que tampoco pretendía forzar pero tampoco era cuestión de esto.
En el momento de la llegada
A la vista de ello me planteé forzar un poquito la máquina ayudado además porque a partir del tres el perfil parecía cambiar y empezar a picar ligeramente hacia abajo. Pero la verdad es que ni con esas; paso el kilómetro cuatro en 4.42 y con los gemelos empezando a molestar así que nuevamente me doy un respiro en el cinco. A todo esto, eso de picar hacia arriba o hacia abajo empieza a ser muy relativo porque todo el recorrido, especialmente entre el tres y el seis es un continuo sube y baja que no permite ni respiro ni coger un ritmo constante. Con todo el cinco me dice 5.00 y, peor todavía, el seis se llama 5.15. Afortunadamente el tramo final de algo más de un kilómetro se convierte en una bajada casi constante salpicada de tramos de falso llano pero que dejan atrás la subida. Animado por ello y por la proximidad de la llegada me convenzo de hacer un último esfuerzo y voy marcando objetivos en forma de alcanzar a gente que marcha por delante para buscar, al menos, un final digno. Y con esas consigo marcar el parcial del siete en 4.22 e incluso los doscientos metros finales, la "recta final" me voy al 4.08 que visto lo visto ya es más que suficiente.
En fin, al final un tiempo real de 35:16 a pesar de que la clasificación oficial lo deja unos segundos por debajo de los treinta y cinco minutos para un ritmo ligeramente superior a los 4.50. No era el escenario esperado al principio pero tampoco voy a hacer sangre. La semana, como decía al principio había sido intensa y el domingo salió un mal día pero tampoco estuvo tan mal. Además la sesión posterior, el lunes, significó nuevamente recobrar una buena dosis de autoestima y recargar las pilas del coco para seguir adelante. Y esta semana volveremos a la montaña: I Trail Villar del Arzobispo. Y el domingo cerraremos el CRM de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia con un agradable paseo por las inmediaciones de casa. Pero eso será otra historia.


Elevation Profile
Perfil de la prueba, engañoso pero significativo

martes, 6 de diciembre de 2011

Cursa a Peu al Raval de Gandía; sigue la gira asfaltera

Original dorsal el que lucíamos en esta carrera
Para esta semana extraña, con tanta fiesta por medio pero tan mal distribuida, el planteamiento era seguir con el volumen de carga introduciendo poco a poco las sesiones de calidad y, además, empezar a probar si las buenas sensaciones de estos meses empiezan a traducirse en mejores tiempos y, sobre todo, mejores sensaciones en carrera. El inicio de todo ello, el pasado domingo en la Volta a Peu Fallera, fue muy ilusionante con seis kilómetros y medio a un ritmo muy bueno y con cierta comodidad. Después de ello, con la Media Maratón de la Vall de Sego en el horizonte para este domingo, me había planteado la inscripción en la Cursa a Peu al Raval de Gandía como una tranquila rodada por asfalto de once mil quinientos metros a un ritmo tranquilo para disfrutar de la compañía de la multitud de gente que estaba inscrita. Sin embargo el aplazamiento de la Media del domingo me abría el horizonte a buscar nuevamente unos ritmos alegres para seguir comprobando la progresión. Sin embargo al final decidí no forzar más de la cuenta y salir a rodar durante cerca de una hora a ritmos entre 4.40 y 4.50, todo ello con la certeza de que el volumen acumulado durante la semana anterior y ayer mismo seguramente pasarían factura antes o después.
Con un planteamiento claro de cómo afrontar la carrera cogía el coche en compañía de Rubén sin necesidad de madrugar por una vez ya que la prueba empezaba a las 11.30, después de una larga serie de carreras para niños. Después de un agradable viaje por tierras valencianas nos plantábamos en Gandía y directos hacia la zona de recogida de dorsales, en pleno corazón del Raval. Y aquí nos esperaba una verdadera odisea con la organización desbordada por la gente y con un planteamiento no demasiado acertado en este punto de la carrera. A decir verdad es el único pero que puedo ponerle a la organización pero creo que deberían tenerlo muy en cuenta para futuras ediciones porque la gente estaba bastante mosca con esta circunstancia que, incluso, ha obligado a que la prueba diese comienzo con retraso. Con el dorsal ya en nuestras manos nos dirigimos de nuevo al coche para acabar de prepararnos para la carrera y ya de vuelta nos ubicábamos en la zona de salida para esperar el inicio de la prueba.

Primeros metros de la carrera.
Toca remontar posiciones
Finalmente se da la salida y me llevo la primera sorpresa desagradable. Creía haberme puesto en una zona no demasiado retrasada para evitar lo ocurrido en Valencia el domingo pero la salida no se ubicaba en el arco donde se encontraba el cronómetro sino en el siguiente. Evidentemente ello me obligaba de nuevo a tener que sortear a multitud de corredores en los primeros compases de la carrera. Nuevamente me encuentro con el problema de gente que se ubica demasiado adelantada en la salida y ello provoca ciertos momentos de tensión e, incluso, de peligro.
En fin, tras poner el crono en marcha en el momento de pisar la alfombra de activación de mi chip empiezo a buscar el ritmo deseado algo que se hace complicado por la circunstancia arriba descrita. De todas formas, entre una multitud de gente que sigue la carrera vamos dando cuenta de estos primeros metros tratando de ir adelantando gente aunque sin obsesionarme más de la cuenta. El recorrido tiene una primera vuelta que nos volverá a dejar en la línea de salida de algo menos de cinco mil metros, siendo este primer tramo el que personalmente más me ha gustado a pesar de ser el que más dificultades plantea a la hora de buscar un ritmo constante por su constante callejeo y algún que otro repecho en la zona del río. Este primer tramo de cinco kilómetros lo completo con los siguientes parciales: 4.48, 4.46, 4.45, 4.40 y 4.35. Las sensaciones iniciales son las adecuadas sin tener nunca la sensación de ir asfixiado, antes al contrario con la certeza de tener más ritmo en mis piernas. Sin embargo, a pesar de la progresión durante estos primeros cinco kilómetros en todo momento tenía claro el objetivo y el no querer ir más allá.
Iniciada la segunda vuelta, la larga, de unos siete kilómetros el ritmo continuaba siendo el mismo. Los primeros kilómetros de la segunda vuelta eran casi calcados al inicio de la carrera, transcurriendo por los mismos tramos que éste aunque alargando siempre un poquito en relación al inicio. Una vez abandonado el cauce del río es cuando cambia el trazado y nos dirigimos a la zona nueva del recorrido, que a la postre será la más dura. Pero no adelantemos acontecimientos. Hasta el kilómetro nueve todo transcurre sin mayores sobresaltos. Eso sí, sobrepasado el kilómetro seis en un parcial de 4.29, creo que es el momento de bajar ligeramente el ritmo me reubico en ritmos de 4.45, ritmo que mantendré sin ninguna dificultad en los tres siguientes kilómetros, hasta el nueve (4.44, 4.44 y 4.45). Sin embargo ya en el tramo de ida que lleva desde el siete al nueve me da la sensación de que la vuelta será complicada, con un terreno picando ligeramente hacia arriba y con el viento en contra. Y en efecto, no sé si debido en mayor medida a un problema de cabeza o porque el terreno era tan complicado como parecía, el caso es que el kilómetro diez lo hago en 5.07, ritmo que se mantiene durante parte del once.

Entrada en meta con un recuerdo siempre presente
Finalizado el tramo mencionado parece que el terreno se suaviza y, sobre todo, el viento en esta zona más protegida se atenúa significativamente. Ello me permite recobrar un ritmo similar al anterior pese a lo cual el parcial del once todavía marcará 4.52. Sin embargo el ritmo ya ha recobrado la alegría anterior y decido, ahora sí, en el escaso medio kilómetro que queda hasta meta, apretar el paso y tratar de recuperar parte del terreno perdido. Enseguida, tras un par de repechos durillos aunque cortos aparece la recta final donde todavía con fuerzas hago algo parecido a un sprint para acabar en un tiempo de 54.26, tiempo que mejora ligeramente la previsión inicial , con un último tramo a ritmos de 4.11.
Resumiendo... personalmente las cosas siguen progresando adecuadamente como se dice ahora. Siguen las buenas sensaciones y el entrenamiento sigue asimilándose. En cuanto a la carrera, y salvando el descontrol de la entrega de dorsales, organización más que aceptable, un bonito recorrido y mucho cariño de un barrio hacia esos invasores ocasionales.
Acabo con los habituales enlaces... el domingo la Cursa de Nadal de Bétera.


Engañoso perfil el que aparece en Wikiloc
Pd.- ¿Rubén?. Sigue sus progresos. Hoy ha sufrido pero creo que el resultado es ilusionante y, no olvidemos, sufriendo también se aprende.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Volta a Peu Fallera 2011


Después de una semana muy cargada de entrenamiento pero con unas sensaciones como hacía mucho, demasiado tiempo, no había tenido, tocaba cerrar la misma con una de esas carreras en las que la satisfacción de formar parte de este mundillo del running llega a las cotas más elevadas. La Volta a Peu Fallera, encuadrada dentro del Circuito CRM de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia, transcurre por el centro de la ciudad pasando por alguno de los puntos emblemáticos de la misma. Para que os podáis hacer una idea os dejo enlace al recorrido virtual de la misma.




Momentos previos a la salida
en compañía de Rubén
Sin la necesidad de madrugar demasiado, y en esta ocasión acompañado por Rubén, un breve recorrido en coche nos dejaba en la Plaza del Ayuntamiento para cumplir con el trámite de recoger dorsal y chip, ajustarnos los mismos e iniciar el calentamiento para empezar con las piernas preparadas porque en esta ocasión la distancia, algo más de seis kilómetros, y las sensaciones de las últimas semanas invitaban a probar un poquito hasta donde llega esa punta de velocidad y, sobre todo, la capacidad de sufrimiento en umbrales anaeróbicos, cosa que desgraciadamente había dejado de comprobar hace demasiado tiempo. El ambiente en la zona de salida era espectacular con aproximadamente cuatro mil runners esperando el momento de la salida para empezar a disfrutar de este maravilloso hobby. Finalizado el calentamiento, con apenas diez minutos para el momento de la salida me decido a entrar en la zona de salida donde todavía tenemos tiempo para un sesión fotográfica con Rubén (gracias Isabel); desgraciadamente, y suele pasarme, una vez más me doy cuenta de que mi ubicación en la salida no va a ser la más adecuada y me tocará sortear corredores durante un buen tramo. A ver cuando la gente empieza a ser también más consecuente y busca situarse en un punto de la salida donde no se conviertan en un estorbo. Es difícil, lo sé, pero es que hay casos sangrantes y que entiendo que pueden llegar a ser peligrosos. En fin, necesitaba desahogarme.
Por ahí estamos, engullidos por la multitud
El caso es que suena el disparo de salida y después de prácticamente un minuto hasta poder llegar al arco de salida toca ponerse manos, o piernas, a la obra y empezar, por una lado, a coger la velocidad planeada y, por otro, a buscar mi posición en carrera. Los primeros minutos de carrera se convierten en una verdadera carrera de obstáculos, sorteando a corredores a izquierda y derecha, buscando huecos entre la multitud, .....
Y así hasta prácticamente el primer kilómetro donde ya encontramos una avenida amplia que permite cierta dispersión y que, salvo algún caso puntual, me sirve para definitivamente ubicarme y poner el motor a las revoluciones correctas, sin frenazos y acelerones. Este primer kilómetro pasa casi sin darme cuenta, enfrascado en tan ardua labor como la indicada. Para mi sorpresa llega el primer parcial en el Garmin en !4.11!; afortunadamente tampoco la situación te permite analizar demasiado este detalle porque los cinco sentidos siguen estando puestos en la búsqueda de huecos por donde seguir adelantando. Pero ello no impide que la sorpresa sea mayúscula porque ni en el mejor de los escenarios esperaba que el primer kilómetro, siempre difícil, pasase tan rápido.
Poco a poco las apreturas del inicio van pasando y la carrera se hace más natural, más o menos en línea recta y ya más pendiente de las sensaciones que del resto de corredores. Pronto llegará el segundo parcial, éste en 4.15 y con sensaciones que siguen siendo buenas a pesar de una ligera molestia, sin trascendencia, en el gemelo derecho. Pese a esas buenas sensaciones decido bajar una marcha el ritmo porque no estoy muy seguro de poder llevar este ritmo hasta el final. El tercer kilómetro, todavía por avenidas anchas lo paso en 4.33 y, así, entrecomillado, "sobrado". Entramos en una fase en la que la carrera se mete dentro del casco histórico de Valencia, con más curvas y, sobre todo, un firme mojado y resbaladizo que tiene cierto peligro. El kilómetro cuatro, así como el cinco, son similares en ritmo y sensaciones al tercero, 4.34 y 4.31.
Empieza la verdadera cuenta atrás de la carrera y decido volver a poner esa marcha adicional que había abandonado a partir del dos. Sin embargo esa marcha no acaba de salir; imagino que las piernas ya no tienen esa explosividad del inicio y, además, este tramo que nos debe llevar a las puertas de la recta final, pica sutilmente hacia arriba y eso también se nota. No obstante, poco a poco voy volviendo a ritmos más elevados y aunque el kilómetro seis me marca 4.27 yo sé que en ese momento mi ritmo es superior.

Recién llegado con el cansancio reflejado en el rostro
En esta situación ya he superado una de las primeras pruebas que me había marcado porque en ningún momento de estos seis kilómetros se me ha pasado por la cabeza el bajar ritmos de manera significativa ni he tenido bajones de esos de coco que tanto daño me hacen. Y, claro, metidos de lleno ya en la recta de llegada eso no me iba a pasar ahora. Así, apretando los dientes para ganarle algún segundillo al crono pero sin llegar a esprintar porque con tanta gente es difícil hacerlo me planto en meta con un más que buen registro para mí de 28.01 reales a un ritmo medio de 4.24 el kilómetro, ritmo que hace apenas mes y medio me habría parecido imposible y que me hace plantearme nuevas metas a medio plazo. Bien, acaba esta crónica con mención a Melvin, ¡grande cuañaoooo!, y al veí, compañero de casi todas las últimas aventuras en el running y que poco a poco pero sin pausa empieza a ver los frutos de esta fase inicial de entrenamientos. Dentro de nada la siguiente, el martes en Gandía, Volta a Peu al Raval, inicialmente planteada como entrenamiento con público pero que en estos momentos me pienso si no merecerá la pena darle una vuelta más a la tuerca y forzar algo la marcha. Y después a la búsqueda de algo que sustituya a la Media de la Vall de Sego aplazada a última hora y que me deja sin deberes para el fin de semana.
Bueno, os dejo los habituales enlaces a los tracks.




domingo, 13 de noviembre de 2011

Para completar el fin de semana... I Trail Roquette Benifaió

Cartel de la Primera Edición
de esta nueva carrera en Valencia
Después de la experiencia de ayer por las calles de Alcoi durante su Media Maratón, todavía quedaba algo para este fin de semana así que esta mañana tempranito hemos cogido el coche, acompañado de nuevo por Rubén que se decantaba por la prueba corta, supuestamente para "novatos", y nos hemos dirigido hasta la Urbanización Pla de les Clotxes, en la localidad valencia de Benifaió, donde estaba ubicada la salida y meta de este primer Trail Roquette Benifaió.
Todavía recuerdo que cuando le comentaba a Rubén que se estaba preparando una carrera de montaña en Benifaió le parecía realmente sorprendente ya que la montaña brilla por su ausencia en Benifaió así que inicialmente, y a pesar de haber investigado el tema, el planteamiento para esta carrera era el de que iba a ser una prueba sencillita y sin demasiadas dificultades. Precisamente por ello había elegido este fin de semana para ponerme un poquito a prueba y doblar después de mucho tiempo sin hacerlo.
Después de la paliza de ayer mi estado no era, a priori, el más idóneo para meterme otra media, esta vez de montaña, apenas quince horas después de haber acabado la primera pero pese a ello y a que el dichoso pie no estaba en el mejor de los estados posibles, mi estado anímico era bueno antes de empezar la carrera. Llegados a la zona de salida casi sin darme cuenta ya estábamos todos preparados para salir y enseguida, después de un minuto de silencio, se daba la salida.
Instantánea de la salida cortesía de trailvalencia.es
Y desde este momento empezaba el pequeño calvario por el que me ha tocado pasar esta mañana... casi desde el primer metro, sin tiempo para entrar en calor, la carrera empezaba a picar hacia arriba con un terreno bastante más complicado del que preveía. Como podéis apreciar en el perfil del final de esta entrada, hasta prácticamente el kilómetro quince la carrera no deja de picar hacia arriba, con un continuo sube y baja que convierte la prueba en un verdadero rompepiernas. Desde la salida me he colocado en posiciones discretas con la intención de afrontar la carrera de menos a más, esperando la llegada de buenas sensaciones pero lo cierto es que éstas no han acabado de aparecer en prácticamente ningún momento. Es más, desde el momento de la puesta en marcha ya he notado que las piernas no estaban precisamente pletóricas. Y siendo consciente de ello y de las causas he pensado que lo mejor era tomarse las cosas con calma y trotar allá donde las piernas me dejasen y dejar pasar las subidas andándolas lo más rápido que fuera capaz.
Hasta el primer avituallamiento, situado poco más allá del kilómetro séis ha sido el peor momento de la carrera, debiendo confesar que en algún momento he llegado a tener decidido dejarlo en dicho punto. A destacar en este tramo la presencia de un corredor del Club Los Coixos de Carlet que viniendo desde atrás me ha reconocido a pesar de no conocernos en persona (¿tú eres Tinyo?), declarándose seguidor de mi foro... compañero, si lees esto gracias por seguirme y perdona si he sido poco expresivo en ese momento pero lo cierto es que me has pillado en un momento en el que estaba precisamente en esa situación de plantearme el abandono a las primeras de cambio. Bueno, el caso es que con mucha más pena que gloria he alcanzado el primer avituallamiento y definitivamente he decidido seguir a ver si poco a poco me entonaba. Para entonces, por el kilómetro séis, ya había consumido más de cuarenta y cuatro minutos.
Otro momento de la carrera
Por la cara parece que me siguiesen para pegarme...
Llegados a este punto, y después de un kilómetro de respiro, entrábamos en la parte más complicada del recorrido, hasta el kilómetro diecisésis, que se iniciaba con una dura subida de casi un kilómetro y que estaba salpicada de continuas subidas a las que seguían bajadas habitualmente por terreno bastante técnico, algo que se agravaba por el cansancio que mostraban mis piernas y por pequeñas molestias en mi pie izquierdo. Durante este tramo he tenido el privilegio de encontrarme con el gran Pepe Asins, con quien hacía muchísimo tiempo que no coincidía. De hecho me ha alcanzado justo antes del segundo avituallamiento y, como es costumbre en él, me ha inmortalizado saliendo del mismo. Me habría gustado poder compartir con él el resto de la carrera pero en mi estado ello ha sido imposible y poco a poco también ha ido dejándome atrás. Bien, el caso es que después de una larga bajada en el kilómetro catorce y de una última subida que nos dejaba en el último avituallamiento, he conseguido llegar allí.

En este punto, no sé si por la cercanía de la meta, por lo menos complicado del terreno, o por esa cocacola que me he obsequiado en el mismo (o quizá por la confluencia de los tres factores) mis piernas parecen haber revivido ligeramente y poco a poco he conseguido sentirme casi bien en este tramo final. No creáis que se habían acabado las dificultades porque de vez en cuando todavía aparecía alguna tachuela, o algo más que una tachuela, pero pese a ello desde este último avituallamiento hasta meta ha sido el único tramo en el que he rodado a gusto y sin molestias (o casi). Y así hasta llegar a meta en un tiempo de 2.35.59, muy cerquita de esas dos horas y media que era el objetivo que me había marcado en el avituallamiento del seis al decidir continuar.
Los metros finales
Conclusiones... a pesar de mi estado físico he conseguido acabar una prueba que no daba respiro y, de esa manera, pasar una mañana más disfrutando de la montaña. En estos momentos, además, mis piernas están muchísimo mejor de lo que sería de esperar así que balance del fin de semana es muy positivo y refuerzan mi moral para continuar adelante con la satisfacción de comprobar que esto sigue avanzando por el buen camino. En cuanto a la carrera la verdad es que tiene todo para consolidarse: la organización más que correcta y un recorrido montañero y exigente. Quizá el único pero es que le haya faltado un poco de calor humano pero teniendo en cuenta el entorno donde se desarrolla esto será más complicado. Trasladar mi agradecimiento y mi enhorabuena tanto a organización como a voluntarios y felicitar a los ganadores, especialmente a David Ballester, de mi club, Mur i Castell-Tuga.
Os dejo los habituales enlaces....



Por cierto, Rubén ha acabado su carrera de "novatos" por debajo de las dos horas y sufriendo, tal y como es debido. Veí, progresas adecuadamente así que prepárate que la próxima es el 10000 del 27/11 en Valencia.

Regreso a la Senda Negra; Medio Maratón de Alcoy

Cartel de la prueba
Después de casi once meses sin competir por la Senda Negra hace un par de semanas me decidí a inscribirme en la Media Maratón de Alcoi. Las razones fueron varias: el hecho de que mi hermana viva allí con mi cuñado y mis sobrinos, las ganas que tenía de comprobar si los progresos del último mes y medio, las buenas sensaciones, tenían continuidad en algo que se me hace tan cuesta arriba como el asfalto, y, como no, lo que me pareció un atractivo circuito que ya se intuía exigente y agradable al mismo tiempo para volver a disfrutar, o a sufrir no sé, de las carreras de asfalto.
Después de pasar la mañana con la familia y de una comida tempranera y ligera, pasta como no, enseguida tocaba ponerse las pilas y prepararse para correr. Cierto es que la hora era poco habitual, las 16.30, pero en principio tampoco parecía una mala opción aunque quizá con un tiempo más normal habríamos pasado frío. Sin embargo la climatología ha estado con nosotros y la tarde ha sido casi ideal para la práctica del running. En cuanto he dejado el coche y he llegado a la zona de salida ya me he dado cuenta de que el ambiente era espléndido y de que el mismo invitaba a ponerse las pilas y a dar el máximo. Sin embargo por mi cabeza no rondaba esa idea. Después de tanto tiempo sin sufrir por el asfalto insisto en que mi único objetivo era comprobar en un tipo de terreno menos favorable para mi cabeza los progresos de las últimas semanas, saliendo a un ritmo decente pero no excesivamente exigente y tratando en todo momento de correr en función de lo que mis piernas y, especialmente, mi cabeza, pidiesen. En esta ocasión, evidentemente, tanto por la lejanía de la carrera como por el tipo de prueba, pocos han sido los conocidos que me he encontrado; sin embargo me ha hecho ilusión volver a encontrarme con Torko después de Alpuente; por cierto, estás fuerte, muy fuerte.
En fin, llegado el momento, aunque con algo de retraso, se ha dado la salida y, claro, todos a correr. En esta ocasión me había ubicado bastante detrás en la salida (ahora creo que demasiado detrás) y ello ha hecho que me haya costado encontrar el ritmo adecuado; demasiada gente colocada por delante de mí que no era de mi guerra así que me ha tocado armarme de paciencia y, poco a poco, al tiempo que adelantaba a gente, ir encontrando el ritmo deseado.
El circuito ha resultado exigente desde el primer momento con continuos cambios de perfil, ahora subiendo, después bajando, que al final acababan por mermar las fuerzas. Especialmente exigente la primera mitad del recorrido, hasta prácticamente el kilómetro doce que eran siempre con un perfil ascendente. Los primeros cinco kilómetros han transcurrido por las calles de Alcoy y, salvo el cuarto parcial han sido siempre picando hacia arriba. Parciales de 5.09, 4.53, 5.27, 4.57 y 4.57 me han llevado a un parcial al paso del kilómetro cinco de 25.27, algo que en principio me daba bastante ánimo para continuar con buen paso hacia adelante. Las sensaciones hasta este punto eran bastante buenas y las piernas respondían correctamente... la cabeza, de momento, también.
Transcurrido este punto se entraba rápidamente en el tramo de vía verde, que nos iba a llevar aproximadamente hasta el kilómetro 13, siendo todo el tramo hasta el doce de continua subida. Alcanzado el doce volvíamos sobre nuestros pasos, en sentido contrario hasta el punto donde girábamos a la derecha para dejar la vía verde a la altura del polideportivo Francisco Laporta. En este tramo de ascenso han empezado ciertas dudas que me han llevado a perder un poco el ritmo; las piernas seguían bastante fuertes pero como siempre la cabeza iba dando tumbos y no acababa de ayudar en la tarea. Hasta el kilómetro siete he aguantado bien, con parciales de 5.06 y 5.13 pero a partir de ocho he pasado por algún momento de debilidad que se ha notado en los parciales desde este kilómetro al doce. Valgan como ejemplo el tramo del ocho al diez donde he marcado respectivos 5.33, 5.42 y 5.28. En este punto el Garmin se ha descontrolado algo al paso del último túnel y ello ha hecho que se haya "perdido" un kilómetro largo entre el 11 y el 12, tramo que en realidad era entre el doce y el trece y que marcaba el final de la subida y el inicio del largo descenso que nos llevaría hasta el kilómetro 16. En estos supuestos dos kilómetros que, insisto, en realidad son algo más de tres, el parcial ha sido de 16.42. El once ha sido de bastante sufrimiento; sin embargo el último de ascenso me he encontrado mucho mejor, quizás empujado por la cercanía del final de la subida.
El tramo más cómodo de la carrera lo encontrábamos entre los kilómetros doce y diecisiete, metros de claro descenso y que, una vez abandonada la vía verde, nos llevaban de nuevo al casco urbano. En este tramo, pese a que las piernas en un principio parecen haber notado el cambio de perfil, me he encontrado muy entero, siempre sin forzar más de la cuenta, y las piernas enseguida se han adaptado al cambio. Especialmente importante ha sido el cambio que he notado a nivel de coco y que se ha mantenido bastante estable hasta el final. Ha sido, en resumen, un tramo muy provechoso, siempre por debajo del ritmo de cinco minutos el kilómetro y que, además me ha servido para reponer fuerzas.
Poco después de la llegada...
la cara dicen que es el reflejo del alma

A partir del kilómetro 18 la carrera se ha endurecido bastante. El paso por la Alameda, que esta vez no ha sido precisamente un paseo, nos ha dejado un tramo que alternaba momentos de subida, los más, con algún que otro descansillo o, incluso, bajada. Aquí sí que las piernas han empezado a dar muestras de cansancio y sorprendentemente he tirado más de coco que de físico. Sin embargo han sido tres kilómetros con ritmos muy bajos, especialmente el del 18. Llegados al kilómetro veinte, con la aparición de un nuevo descenso las piernas parecen haberse recuperado y el ritmo ha recuperado también alegría. Y ello a pesar de un último repecho, justo antes de la recta final que acababa por dejarte vacío. No obstante ello aún me he permitido el lujo de esprintar la recta final con muy buenas sensaciones hasta que me he encontrado a Leyre con la que, como es de recibo, he hecho la entrada en meta, acompañados en esta ocasión de mi sobrino Jorge (el nombre, siendo de Alcoi, no podía ser otro, ¿no creéis?).
En fin, en este punto solamente quedaba recoger el merecido avituallamiento donde he perdido el dorsal, personalizado en esta ocasión, algo que me ha molestado bastante. Quizá este punto, el del avituallamiento final, ha sido lo peor de la organización porque el atasco era monumental y debería ser un punto a mejorar el año que viene. Por lo demás un notable alto a los organizadores...
En cuanto a mí, satisfecho es la palabra. Volver a disputar una media de asfalto y hacerlo con unas sensaciones tan prometedoras me hacen reafirmarme en que esto marcha por buen camino. Eso es lo importante y lo demás queda en un segundo plano, incluyendo ese 1.49.06 que oficialmente he marcado en meta y que entra dentro de las previsiones iniciales de rodar en ritmos cercanos a los cinco minutos el kilómetro de media. Tanto es así que ya ando pensando en qué media me embarco antes de final de año.
Bueno, os dejo que en un rato tengo que salir a disputar otra aventura; con las piernas seguramente cansadas y con molestias en ese pie que tanto me está fastidiando últimamente, dentro de nada sonará el despertador y saldré rumbo al I Trail Roquette de Benifaió, otra vez mi querida montaña. Pero eso formará parte de otra historia que os contaré en la siguiente entrada. De momento os dejo con los habituales enlaces al Garmin y Wikiloc que en esta ocasión ya os he dicho que no son del todo fiables.


domingo, 6 de noviembre de 2011

La esencia del atletismo popular. VII Volta a Peu al Cabanyal

Circuito CRM Valencia
Después de la carrera de montaña de ayer por tierras de Vilafamés, para esta mañana teníamos previsto afrontar una de las carreras que se encuadran dentro del VII Circuito CRM de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia, la VII Volta a Peu al Cabanyal. Y digo teníamos porque después de varios intentos hoy era el día del retorno de Mónica a las carreras. Ya sabéis que no es un asidua de las mismas pero después del final de año del 2010 parecía que podía engancharse un poquito... y así hasta hoy.
Pues dicho y hecho; a pesar de las inclemencias meteorológicas en forma de intensa y continuada lluvia, en compañía de Rubén nos hemos desplazado hasta el Barrio del Cabanyal, desgraciadamente muy en el candelero en estos tiempos por razones poco alentadoras, para dar buena cuenta de esos seis kilómetros de que constaba la prueba.
Por ahí anda Mónica...
Después de recoger los dorsales de la prueba, y casi sin tiempo para plantearnos nada, bajo una intensa lluvia se ha dado la salida de la carrera y allá que nos hemos lanzado a la aventura a ver si las cosas se daban bien...
Evidentemente el objetivo para Mónica y para Rubén era acabar de la mejor manera posible. ¿Para mí?, disfrutar de una nueva fiesta del atletismo popular. A pesar de que semana a semana puedo comprobar el boom del deporte no dejo de sorprenderme también semana a semana de la cantidad ingente de gente que está dispuesta a madrugar un domingo para disfrutar de correr un rato en compañía de tantos y tantos compañeros de fatiga. Y puedo decir que hoy he disfrutado como un enano. Al habitual entusiasmo de compartir mi hobby con tanta gente hoy se añadía el reto de conducir a Mónica hasta el final y eso siempre es un reto agradable.
... y por aquí Rubén y yo mismo
Iniciada la carrera, y una vez despejada la inevitable aglomeración de la salida, la propia Mónica ha puesto su ritmo, quizá demasiado elevado y allá que nos hemos lanzado Rubén y yo a seguirla. Primeros metros con buen ritmillo y con aparente comodidad en Mónica y Rubén y con esas hemos cubierto el primer kilómetro en 6:07, ritmo más que decente para lo previsto. A partir de este momento, pasada la euforia del arranque hemos bajado levemente el ritmo y hemos cubierto el resto de kilómetros en 6:19, 6:54 (en este tercer kilómetro primera "paradica" y Rubén que se ha descolgado un poquito), 6:48 y 6:54 para el quinto kilómetro.
En este punto Mónica ya iba un poco tocada de cabeza y se le hacía complicado no parar así que trabajo psicológico estaba en pleno apogeo. Y así, entre arrancadas y breves paradas, nos hemos plantado en la recta final donde a falta de trescientos metros he "incitado" a Mónica a esprintar para adelantar algún puesto y bajar de los 39 minutos, cosa que hemos conseguido por los pelos.
Satisfacción en la llegada a meta
Con el objetivo cumplido, y con un ritmo mejor del que podía esperar en la salida, 6.39, solamente quedaba esperar la llegada de Rubén que no se ha hecho esperar. Al final un tiempo oficial de 40.30 y real de 38:58 para esos casi seis kilómetros de carrera popular en el sentido más puro del término. Dos mil quinientos sesenta y nueve llegados a meta en un día como el de hoy es para estar satisfechos. Enhorabuena por ello a la organización y a pensar en nuevos retos para Mónica. El 27 de noviembre mientras yo andaré sufriendo por esas montañas de Serra, Mónica debería estar completando su primer diez mil, coincidiendo con la maratón de Valencia.
En fin, os dejo los habituales enlaces...


VII Marxa al Terme de Vilafamés; un paso adelante

Cartel de la carrera
Empieza noviembre y no se me ocurría mejor manera de hacerlo que haciendo lo que más nos gusta, correr por esas montañas de Dios. La semana había sido nuevamente intensa en relación al volumen de trabajo físico, tanto en rodadas como en gimnasio y a decir verdad este periodo de buen tono en los entrenamientos empieza a notarse en las piernas y en los ritmos; vamos, que la cosa parece enderezarse poco a poco y tanto física como mentalmente el cuerpo empieza a despertar.
Esta semana tocaba la experiencia de volver a Vilafamés a conocer ese recorrido recortado que desde la edición del año pasado nos preparan por esas tierras. En esta ocasión, además, suponía casi como correr por casa. La irrupción en mi vida laboral de Porcelánicos HDC, comprada un año atrás por la empresa en la que trabajo desde hace catorce años, ha supuesto que, como mínimo, una vez a la semana mis sesiones de rodadas y entrenamientos varios se desarrollen por allí. Por eso esta carrera la afrontaba con un poquito más de ilusión que otras. Pese a ello no olvidaba que el objetivo para estos dos meses que quedan del 2011 no es otro que el de volver a recobrar esa fuerza mental que me hizo conseguir importantes objetivos durante el 2010, todo ello al tiempo de ir recuperando también ese tono físico del año anterior. Y para ello este año solamente pretendo consolidar los buenos entrenamientos que empiezan a salir y complementarlo con un importante volumen de kilómetros en carrera pero siempre, con contadas excepciones, tomando estas carreras como pretexto para hacer la salida larga del fin de semana.
Con esta expectativas, después de un breve viaje desde Castellón me planté en las inmediaciones del polideportivo donde se recogían los dorsales. Enseguida el encuentro con conocidos de todo tipo y condición y charraeta con Karmele y Pascual comentando todo tipo de cosas. Veinte minutos antes de la salida empezamos el calentamiento que también compartí con Karmele y después de ello nos dirigimos hacia la línea de salida. Allí coincidimos con Diego, esta vez sin Ana pero con su hijo que se marcaría un carrerón, Sofía y Sonia, a la postre primera y segunda de féminas, Fernando García, colega de sinsabores en esto de la dirección de RRHH, él en TAU, quien me presenta a Kinetads, un placer conocerte, los Kiyos, y algunos más que me dejo en la memoria. Y en su compañía fueron pasando los minutos previos a la salida así que casi sin darnos cuenta llegó el momento de empezar a correr.
Una vez dada la salida tocaba ascender por las calles del pueblo hasta la parte alta del mismo llegando hasta al castillo. Y la verdad es que al final de la subida se nota el esfuerzo inicial. Y todo ello pese a que, siguiendo el plan preestablecido, me tomé este inicio con calma. En los primeros compases de la carrera, en compañía de Diego y de Karmele, fui tratando de regular el esfuerzo de esta primera subida a pesar de que bastante gente iba pasándonos. Y así, subiendo hasta algo más allá del primer kilómetro, llegamos al castillo que daba paso a una ligera bajada y a partir de ahí un primer tramo de carrera mayoritariamente por pista, con algún que otro tramo de senda, y con un denominador común: tramo razonablemente cómodo pero siempre con tendencia a picar hacia arriba. Así durante los primeros cinco primeros kilómetros se contabiliza en el Garmin una pendiente media de algo más del 3%. En este tramo me marco un ritmo cómodo pero constante, tanto subiendo como bajando, que me deja en el parcial del kilómetro cinco en un tiempo de 28:22.
Empieza aquí el segundo de los tramos en los que he dividido la prueba, el más exigente de todos, que nos dejará en el punto más alto del recorrido, en las antenas. El inicio de este segundo tramo, en concreto los kilómetros seis y siete suponen más de lo mismo, con continuos toboganes que van dejando huella en las piernas y que dejan parciales más elevados debido en el sexto kilómetro a una breve parada en el avituallamiento y en el séptimo a la dificultad del terreno debido a lo resbaladizo de algún tramo. A partir del kilómetro siete empezaba la traca; cuatro kilómetros de continuado ascenso que nos llevarán desde los cuatrocientos hasta los setecientos metros de altitud, allá en las antenas. Y para empezar un primer tramo de cuatrocientos metros muy duros tanto por el desnivel del terreno como por el estado en que se encontraba. Evidentemente este tramo me lo tomo con cierta calma y poco a poco vamos coronando hasta llegar al Mas de Panero. El resto del tramo de ascenso era bastante más llevadero con tramos en los que trotaba con suficiencia y algún otro algo más duro. Pero bueno, con un terreno fácil de pisar fuimos dando cuenta de la subida hasta plantarnos en el kilómetro once con buenas piernas y con ganas de apretar un poquito en la bajada. En este punto transitamos en algo más de hora y quince minutos.
Y desde aquí, en el último de los tres tramos en lo que he dividido la carrera, tocaba bajar para volver al pueblo. Primer kilómetro muy corredor, que transito en 4.46 y que da paso a un par de kilómetros mucho más técnicos y con bastante desnivel, dificultad que incrementa lo resbaladizo de alguna zona. Nos tomamos las cosas con bastante tranquilidadincreíble sensación de suficiencia que hacía tiempo que no sentía. ¿El tiempo final?; 01:40:09 pero, creedme, eso es lo de menos.
Finalizado el esfuerzo solamente queda mostrar la admiración por el extraordinario "avituallamiento" final.. aquello parecía un cumpleaños. Pero bueno, después de un breve pero intenso refrigerio abandonamos la zona rumbo al coche y de ahí a Onda donde me esperaba una buena comida en compañía de amigos del trabajo.
En fin, una más a la saca. Las sensaciones siguen mejorando día a día y eso me hace ser muy optimista. Sigue la sombra de la duda de esas molestias en el pie que no van a peor pero que tampoco acaban de mejorar pero seguro que en poco tiempo serán un recuerdo del pasado. Enhorabuena a la organización porque han conseguido una buena prueba, con un recorrido que me parece aceptable, algo corredor para mi gusto, pero al fin y al cabo bueno y un gran trato a los corredores.


Perfil de la VII Marxa al Terme de Vilafamés

lunes, 31 de octubre de 2011

Para acabar Octubre, Subida al Pico del Remedio de Chelva

Imagen de la camiseta de la carrera
No suelo empezar estas crónicas con referencias a lo que ha sido la semana; sin embargo en esta ocasión debo decir que después de tres semanas que dejaban vislumbrar cierta regularidad en el entrenamiento, la semana siguiente al Benicadell ha sido la mejor con diferencia en mucho tiempo en todo lo relacionado con el planning de entrenamiento. Y cuando digo esto me refiero no tanto al hecho de cumplir con lo "impuesto" por Ezequiel, gracias de nuevo, sino porque esta semana la asimilación del mismo y, sobre todo, el modo con el que he lidiado con el sufrimiento han sido cercanos al óptimo. Y esto es algo que echaba ya a faltar porque este año está siendo difícil en cuanto al tema del entrenamiento por causas que están de sobra claras y que no voy a reproducir. Os preguntaréis el porqué de esta introducción pero la considero necesaria porque la carga de la semana ha sido decisiva en el resultado de la carrera ya que desde el primer momento he visto que las piernas no iban demasiado sueltas y que el cansancio me atacaba desde prácticamente el principio; sin embargo he seguido adelante y mentalmente ha sido una carrera perfecta que me ayuda mucho en ese proceso de recuperar la capacidad de sufrimiento que había perdido casi por completo y que poco a poco vuelve a mi cabeza. Y solamente por eso creo que la conclusión de esta IV Subida al Picodel Remedio, en Chelva, solamente puede ser positiva.
Y dicho esto, empezamos con la crónica de la carrera de ayer. Madrugada de cambio de horario, lo que en esta ocasión nos permite dormir una horita más, y a las siete había quedado en recoger a Ferrato para ir juntos al encuentro de ese temido Pico del Remedio, conocido desde el 2008 pero al que no había vuelto desde entonces. Después de un cómodo viaje por la CV35 nos plantamos en Chelva con mucha antelación para recoger los dorsales, calentar con Fernando y, llegado el momento colocarnos en la línea de salida para empezar con el sufrimiento de esta carrera. Evidentemente Fernando se coloca en primera línea (al final acabará en la posición doce de la general, enhorabuena chaval!) mientras que un servidor se ubica entre la marabunta para afrontar la carrera con muchísima calma y forzando lo justo. Todavía con tiempo de saludar a Ana, la Asgarradeta, finalmente llega la cuenta atrás y como siempre a correr como locos...
Imagen de la salida;
de amarillo y con gorra roja se me puede distinguir
Los primeros metros transcurren por las calles de Chelva en un revirado tramo que va trazando un atractivo circuito "urbano" con continuos giros y que en 500 metros nos devuelve a la plaza desde donde habíamos salido, plaza que abandonamos en sentido contrario al de la salida para seguir callejeando para finalmente dejar el asfalto y empezar por una senda cómoda que poco a poco empieza a picar hacia arriba dirección de lo que será la primera subida del día, la del Pico del Remedio. Primer kilómetro transitado en 4.45, con mucha calma y sin forzar en este callejeo. A partir de ahí empiezan los problemas; en cuanto la carrera empieza a empinarse ya veo que no va a ser un gran día. Primer cambio de ritmo y las piernas ya dejan el primer aviso de que no van frescas así que empiezo con el Plan B. Sin dejar de trotar pero bajando el ritmo intento que pase el tiempo a ver si entramos en calor pero lo cierto es que con el paso de los metros la mejora no llega. Tampoco ayuda a ello el hecho de que enseguida, a partir del kilómetro 3 la cosa se empieza a complicar con un par de kilómetros con desniveles medios del 8%, kilómetros que dan paso al quinto, con un 13%, que evidentemente ya transito andando aunque sin la alegría de otros días. Alcanzada la ermita todavía nos queda un último kilómetro que, guste o no, hay que pasar como buenamente se pueda, en ocasiones "a cuatro patas" y sufriendo como un perro con los gemelos pidiendo respiro que no estoy dispuesto a darles. Total, después de aproximadamente 6 kilómetros y 57 minutos, nos plantamos en lo alto de esta primera ascensión, con muchas dudas de lo que será el resto de la carrera y, no os voy a engañar, con la idea del abandono rondando mi cabeza. Pocos metros después está el primer avituallamiento en el que, contrariamente a lo habitual paro y procedo a "repostar" con la única intención de dar ese breve respiro a mis piernas.
En pleno esfuerzo "costera amunt"
Entramos aquí en el segundo de los cuatro tramos en lo que he dividido la carrera. Este tramo todavía nos deja un primer kilómetro en el alternamos tramos de subida con otros de descenso, brevemente por pista pero enseguida volviendo a las sendas y en el que todavía se nota el esfuerzo de la subida anterior. Finalizado este séptimo kilómetro entramos en el tramo más bonito de la carrera, con una bajada bastante corredora entre árboles que hace muy agradable el esfuerzo. Tres kilómetros muy cómodos de correr dejan paso a un último kilómetro, el once, con una bajada más pronunciada y técnica que nos dejará cerca de la segunda de las tres subidas importantes del recorrido. Al final de este tramo, corrido con mucha prudencia y tratando de dar "tregua" a mis maltrechas piernas, el Garmin marca un parcial de unos 33 minutos con lo que me planto en la mitad de la carrera en hora y media aproximadamente.
Y sin solución de continuidad nos metemos de lleno en el tercero de los tramos en los que he dividido el relato, ese que nos dejará en el kilómetro dieciséis. El tramo empieza con una subida por senda, de la que desafortunadamente no recuerdo el nombre, pero que sigue dando guerra a mis pobres gemelos. A pesar de ello, y de su 10% de desnivel medio durante un largo kilómetro, creo que hago la subida de manera decente, adelantando a gente, y con mejores sensaciones de lo esperado. Finalizada esta subida nos esperan tres kilómetros de continuos toboganes y que en el último de ellos ya nos introduce en la última subida del día, la del Cantal, anunciada con un "curioso" te enamorará. Teniendo en cuenta la difusa frontera entre el amor y el odio, cabe la remota posibilidad de que lo sentíamos durante la subida fuera amor pero permitidme que lo dude. El caso es que la subida empezó muy mal, atrancado completamente pero, de pronto, sin explicación racional a ello, mis piernas empezaron a encontrarse mejor y, sin echar cohetes, las sensaciones mejoraron. Al final la subida del Cantal propiamente dicha se alarga durante cerca de dos kilómetros, con un desnivel superior al 10% medio; acabados estos dos kilómetros todavía quedan otros tantos de falso llano con pequeños repechos que sorprendentemente no se reflejan en el Garmin pero que siguen castigando el espíritu de los sufridos corredores.
En fin, todo lo que sube acaba bajando así que llegado el avituallamiento del Cantal, Kilómetro diecisiete y medio, toca ya volver a Chelva en una bajada bastante pronunciada, con tramos que recordaba del 2009 por una pista muy estropeada que complica el recorrido, bajada salpicada por algún otro repecho y que finalmente nos lleva a las calles del pueblo donde finalmente, con un tiempo oficial de 2.58.13 tras 22.170 metros de recorrido, me planto en meta, cansado pero con una cierta sensación de satisfacción por haber finalizado la carrera tan entero mentalmente a pesar del desarrollo de la misma y también por esa mejora del último tramo.
En fin, lo voy a dejar aquí. Simplemente queda el regreso a casa, en esta ocasión sin xarraeta postcarrera pero eso es poco interesante. Resumiendo; me gustó mucho la carrera a pesar de todo. Buen trato a los corredores, avituallamientos suficientes en número y dotación, marcaje sensacional y ambiente de fiesta tanto a la salida como en la llegada. Gracias a organizadores y voluntarios porque una vez más nos permiten disfrutar con esto que tanto nos gusta. A ver si para años venideros mi estado es mejor y doy un buen mordisco al crono. Aquí tenéis los habituales enlaces de todos los ladrillos.


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