martes, 31 de julio de 2012

LLega la I Carrera x Montaña Albentosa (12/08/12)



Imagen de la carrera con los viaductos como protagonistas


Bien chicos, el sueño se acerca. Después de mucho tiempo gestando la idea, el próximo doce de agosto nace una nueva carrera de montaña por tierras de Teruel, la I Carrera x Montaña de Albentosa, en la comarca de Gúdar-Javalambre. Desde el Club Albentosa a Pie y el Ayuntamiento de Albentosa os invitamos a formar parte de esta nueva aventura en la que garantizamos hacerlo tan bien como seamos capaces y, sobre todo, mucho cariño al corredor. Os dejo un enlace a la pagína oficial de la carrera así como a la página en el facebook, donde iremos dejando las novedades de la misma y, además, podréis formalizar la inscripción.

Para mí será una historia diferente; ver los toros desde el otro lado de la barrera no será fácil pero ya os contaré la carrera desde esta perspectiva. Os esperamos...





Han pasado casi cuatro semanas desde que colgué esta entrada en el blog y la verdad es que están siendo días de nervios. Lo que ninguna de las carreras en las que he participado como corredor, y son muchísimas, ha conseguido, lo está haciendo ésta en la que os aseguro que la responsabilidad es máxima. Son muchos contactos, muchas horas de gestión, mucha actividad de promoción y mucho tiempo dedicado y, al tiempo, restado a la familia. A ellas, Mónica y Leyre, quiero agradecerles desde ya, antes de que esto sea "historia" su comprensión por el tiempo restado a ellas. Y también a todos vosotros, que de una manera u otra, participando en la carrera o no haciéndolo por el motivo que sea, por demostrarme vuestro aprecio. Sigo pensando que lo mejor de este mundillo sois vosotros, bueno somos nosotros, los corredores por ser capaces de propiciar un ambiente tan bueno entre y para nosotros. E insisto, salgan como salgan las cosas el día 12 seguro que hay una cosa con la que os iréis de Albentosa: mucho cariño y buen rollo de un pueblo que seguro que se vuelca en ofreceros lo mejor que tenemos. Ya sabéis, os esperamos....


sábado, 21 de julio de 2012

XIV Volta a Peu a la Serra d'en Galceran; más kilómetros, mejores sensaciones


Cartel de la prueba
En esta ocasión la semana había sido atípica por cuanto desde el martes, día en el que hice mi última sesión de entrenamiento, me había dedicado a perrear un poquito. Bien fuera por temas de trabajo, casi siempre, bien fuera por falta de ganas, creo que en gran parte debido al sofocante calor de la semana pasada por Ribesalbes, el caso es una buena sesión de gimnasio el lunes y una salida de cincuenta minutos complementada de nuevo con el paso por el gimnasio era todo el bagaje que podía adjuntar a la carga de entrenamientos acumulada. Sin embargo parece que los problemas de tipo laboral, si bien no desaparecen, se estabilizan o, al menos, los llevamos de mejor manera. Veremos si durante esta semana conseguimos seguir con ese proceso de asimilación de la nueva situación en el trabajo y poquito a poco nos adaptamos a ella y lo llevamos de mejor manera.
Bien, el caso es que así, sin apenas entrenar llegaba el fin de semana que volvía a tocar pasar por tierras de Benicàssim y con él, el sábado tenía previsto acercarme por tierras de la Serra d'En Galceran a disputar (bueno, a correr con dorsal) otra de las clásicas de la provincia de Castellón, la Volta a Peu a la Serra d'en Galceran, que en esta ocasión cumplía ya su edición número catorce. Se trata de una carrera que se encuadra dentro de la Lliga de Curses de Muntanya Castelló Nord y, por ende, en la Challenge Diputación. Recuerdo allá por el 2008 mi primera participación en esta prueba, que por aquél entonces constaba de únicamente doce kilómetros, entre semana y con un recorrido totalmente montañero. También en el 2010 disputé la carrera; en esa ocasión veinte kilómetros largos mucho menos montañeros y, por lo tanto, menos de mi agrado que la del 2008. Para este año en mente solamente la intención de disputar con tranquilidad la carrera y tratar de acabar de la manera más digna posible, sin forzar demasiado, y tratar de seguir acumulando kilómetros de montaña antes de cada vez más cercano parón de la segunda quincena de agosto, a partir de la Sus Scrofa de Mosqueruela, y del retorno con la mente puesta en el asfalto y esos maratones que se vislumbran de cara a final de año.

La Serra d'En Galceran es un municipio situado en el interior de la provincia de Castellón, en la comarca de la Plana Alta. Sus orígenes son muy remotos, remontándose al periodo íbero y a la romanización. Tras la dominación musulmana, fue casi el único señorío laico en una comarca dominada por las órdenes militares, ya que fue cedida al Barón de Puebal Tornesa. En 1375 era Señorío de Guillem de Galcerà, de donde le viene el nombre. Ya en el Siglo XVI su señor era Nicolau de Casalduch, quien le dio Carta Puebla el seis de diciembre de 1512. Entre sus lugares de interés podemos citar el Castillo, del que quedan muy pocos restos y que fue construído por los musulmanes y se hallaba sobre el cerro que domina el núcleo urbano. Además podemos ver el Castillo-Palacio dels Casalduch, también conocido como "El Fort", que se halla en la población, construido por el Barón de Puebla Tornesa en el llano, una vez abandonada la residencia en el castillo. Ha sido restaurado recientemente y es ocupado en la actualidad por el Ayuntamiento de la villa. Hay que señalar que el término municipal de la Serra d'en Galceran es esencialmente montañoso, destacando las alturas del Tossal de Zaragoza, 1078 metros, el Tossal de la Vila, 950 metros, y el Alto de la Bandereta, 810 metros.

Breve paseo por carretera hasta la Serra, si bien para variar en esta carrera me "perdí" al saltarme la salida de la autovía y aterrizar, nunca mejor dicho en el aeropuerto fantasma de Benlloch donde pude admirar la estatua de Ripollés (manda cojones la cosita), y con tiempo de sobra me planto en la zona de recogida de dorsales donde aprovecho para dejar dípticos de la Carrera x Montaña de Albentosa y saludar a un nutrido grupo de amigos y conocidos que por allí estaban. En esta ocasión, y siempre sabiendo que me dejaré gente, a toda la gente de Onda y Ribesalbes, con especial mención al grupo de Cerlat (Jorge, Juanjo y yo mismo), los hermanos Guinot, Javier y Vicente, el "clan" de los Iglesias, la gente de Xert, Silvia y Patri, a la postre ganadoras de la carrera.... en fin, un largo rosario de corredores que por allí andábamos haciendo tiempo hasta el momento de la salida. Breve calentamiento en compañía de Jorge y enseguida a la línea de salida. Ya ubicados en la línea de salida se presentó Alex, de Amics del Clot (con su blog, Corre, Alex, corre, recomendable). Siempre es un placer poder hablar y conocer gente nueva que comparte tu pasión por el running. Y así nos plantamos en el momento de la salida....

Uno de los pocos tramos de respiro durante la primera subida
Como ya sabíamos todos el inicio de la carrera era explosivo así que una vez empezó la marcha tocaba ponerse a correr como un loco, cuesta abajo y sin frenos. Bueno, sin frenos tampoco porque a pesar de que el terreno te ofrecía lanzarte a tumba abierta, desde el primer momento fui regulando bastante. A pesar de ello los parciales de los dos primeros kilómetros, donde por cierto nos encontramos a Jose Carreras, fueron entre 4.10 y 4.15, lo que creo que deja claro cómo eran los mismos. A partir del dos empezaba la primera ascensión del día, que con algún pequeño descanso nos llevaría hasta prácticamente los 900 metros de altitud, allá por el kilómetro cinco y pico, después de haber transitado por el primer avituallamiento. Aunque empiezo la subida trotando al poco rato decido que ya he tenido bastante y pongo el motor en modo "perrete", empezando a andar a un ritmo más o menos tranquilo. Enseguida llegamos al kilómetro tres (a un ritmo medio de 5.38), y seguimos subiendo de manera más o menos constante, con una pendiente que en ocasiones me empuja a trotar.  Transitamos el cuatro después de un breve descenso del que da buena cuenta la foto y a partir de ahí nuevamente toca subir, en esta ocasión trotando prácticamente en su totalidad hasta el avituallamiento situado en el cinco más o menos. A partir del mismo se inicia la senda que nos llevará hasta la Roca del Figuerol (si mal no recuerdo), punto más alto de esta primera subida del día.

Se inicia aquí el tramo más corredor del día, tres kilómetros y medio, inicialmente por senda pero que enseguida se convierte en un terreno bastante corredor y que, nuevamente invita a lanzarse hacia abajo. Recuerdo que en este punto iba pensando lo a gusto que iba, sin forzar mínimamente y disfrutando de la sensación de correr por la montaña y, claro, cuando dejas de pensar en lo que tienes por delante pasa lo que tiene que pasar; en esta ocasión resbalón y batacazo en el que mis posaderas quedaron resentidas durante un rato y, más tarde, durante todo el sábado. Afortunadamente no fue nada grave y de manera inmediata pude reemprender la marcha sin secuelas aparentes. Pues eso, correr, correr y más correr hasta el kilómetro nueve donde se encontraba el segundo avituallamiento y, previo giro a la derecha, el inicio de la subida dura del día. Hablamos de prácticamente tres kilómetros y medio de ascensión por un barranco en la mayor parte de la misma, algo incómodo de pisar, y que nos llevaría al punto más alto de la carrera, 1016 metros, con un desnivel medio de cerca del trece por ciento. Inicio la subida con sensaciones extrañas, fruto sin duda del cambio de escenario, pero pronto, ayudado sin duda por el ritmo suave del grupo en el que me integro, las sensaciones mejoran y me voy encontrando mejor a medida que vamos ganando altura. Pese a ello no me planteo salir del grupo; bueno, sí, me lo planteo pero me doy cuenta de que sigue instalado ese modo perrete así que decido seguir en el grupo y no olvidar el objetivo de acabar tranquilo la carrera. Y así, sin demasiado que contar, nos plantamos en el final de la subida, poco después del kilómetro doce, con un cuarto parcial de 11.03 el kilómetro, modo perrete, insisto, después de que el segundo y tercer parcial fueran de 6.32 y 5.10.

Se iniciaba aquí una larga bajada que nos llevaría hasta el kilómetro quince. En este punto me encontraba bastante fuerte así que empiezo la misma con la idea de ir adelantando gente pero al final me vi "atrapado" en el grupo anterior porque no acabé de encontrar ni el sitio ni las ganas de arriesgar para adelantar, algo que me retiene más de lo que me hubiera gustado pero a lo que me acabo resignando, esperando a que llegase un breve tramo de pista para ganar alguna posición. Allá por el quince se inicia la parte final de la carrera (quinto parcial en 6.55, consecuencia de ese no adelantar y de un terreno complicadillo y con algún que otro tramo de subida). Llegados al quince empezamos una última ascensión, cortita pero intensa, medio kilómetro al 10 por cien de desnivel medio que empiezo trotando y acabo andando, con un pequeño parón para refrescarme en la fuente que encontramos poco antes de acabar la subida. Alcanzado el final de ésta, se iniciaba un último tramo que nos lleva por senda en un recorrido con continuos toboganes y con un terreno nuevamente algo "pestoso" y en el que nuevamente me veo frenado por la gente de delante pero sin demasiadas ganas de arriesgar para adelantar así que nuevamente me acoplo al ritmo del grupeto y así, sin demasiados agobios me planto en la zona de asfalto que en continuo ascenso nos llevará hasta la línea de meta. Al final un tiempo de 2.10.47, dentro de las expectativas aunque, y sin forzar más de la cuenta, de haber arriesgado un poquito en un par de puntos concretos, creo que hubiera mejorado sensiblemente. Pero en cualquier caso no pasa nada; el objetivo de correr y disfrutar estaba conseguido.

Llegados a este punto del relato me tengo que meter en terrenos pantanosos y que nunca me gustan. Debo decir que mi experiencia personal a lo largo de la carrera fue buena, sin ningún problema en los avituallamientos ni en meta, en principio razonablemente bien surtidos ambos. Sin embargo he podido comprobar que para la gente del final hubo problemas de todo tipo en los avituallamiento y en meta, con carencias en forma de falta de líquido, de falta de comida y de falta de camiseta técnica al final (para mi esto sería lo menos importante aunque lo sea). Siempre me he considerado un atleta popular al cien por cien, más allá de que en función del momento de forma ande más o menos cerca (siempre lejos,eso sí) de los galgos de este mundillo. A lo mejor por ello considero que los corredores que acaban haciendo grandes las carreras son ese nutrido grupo que a lo único que aspiran es a disfrutar un rato por las montañas y a ganarse a sí mismos o. como mucho, a ganar algún pique personal que siempre es divertido. Por ello creo que es muy importante cuidar de manera especial a esta gente y por ello me parece grave que hubiera problemas como los que he referido anteriormente. Y sobre todo en el tema de avituallamientos porque al final esos problemas pueden devenir en problemas de salud y eso sí que tiene que ser imprescindible. No sé, hasta la fecha en muy pocos sitios había encontrado situaciones como éstas, y creo o espero que haya sido un problema puntual en una carrera que por su experiencia debería superar con nota estos detalles. Pero pese a ese deseo creo que se deben contar estas cosas. Y un ruego; sé que los recortes presupuestarios también llegan a este mundo y personalmente prefiero que queden en el baúl las camisetas y otros detalles similares antes de que esos problemas económicos se dejen ver en avituallamientos, atención médica y otros aspectos que, a mi juicio, son infinitamente más importantes que los detalles de final de carrera. Insisto, es mi opinión...
Y una última cosa; seguimos dejando el monte lleno de mierda: geles, vasos, botellas, .... y eso también es gravísimo y creo que ese detalle debería hacernos reflexionar a todos. Yo sigo sin ver a nadie tirar cosas porque de lo contrario tendríamos algún encontronazo pero las sendas siguen llenas de porquería que deja la carrera y eso debo definirlo con un "No me Gusta" en negrita y cursivas. Me gustaría decir que creo que no se repetirá pero lamentablemente no lo creo.
En fin, nada más, a ver si entre todos reflexionamos un poquito y vamos dando a este aspecto la importancia que merece. Os dejo con los habituales enlaces.


Perfil de la carrera en Wikiloc

domingo, 15 de julio de 2012

Pujà a Santa Llúcia, Alcossebre

Cartel de la prueba
Decíamos ayer que la historia quedaba en un momento de ánimo bajo y con más sombras que luces en el horizonte. Pese a ello la semana que ha transcurrido desde la última entrada, esa que acabó con la renuncia a mi querido Bartolo, no ha sido mala del todo, antes al contrario, y a pesar de que las cosas no están ni mucho menos resueltas parece que como suele ocurrir las novedades van asimilándose y poquito a poquito uno se va haciendo a la situación. Ha sido una semana intensa en lo laboral y en lo personal, aspectos que en estos momentos se entrelazan de manera muy fuerte; en ambos casos tocaba hacer un análisis de la situación y empezar a tomar decisiones que me permitiesen afrontar las cosas con otro ánimo. Parece que después de la reflexión las cosas se ven desde otra perspectiva; siguen tan difíciles como estaban pero me encuentro más dispuesto a afrontarlas de manera más positiva. Por lo pronto esta semana que ha acabado me ha servido para tranquilizarme bastante y, con ello, para volver a disfrutar corriendo. Sigo en la fase de hacer salidas tranquilas, sin más expectativas que las de rodar y acumular kilómetros, pero aún con todo, y a pesar del cansancio acumulado, físico y psicológico, a lo largo de estos días he conseguido sacar adelante un par de sesiones de esas que te dejan satisfecho. Si a ello le unimos el firme propósito de, a partir de hoy mismo, volver a centrarme en conseguir una alimentación equilibrada y acorde a mis necesidades, no dejándome arrastrar por la desidia que al final te lleva a comer cualquier cosa y de cualquier manera, creo que en el supuesto caso de conseguirlo habré puesto una segunda piedra en el proceso de reconstrucción de una situación personal que no hace mucho contemplaba de manera optimista las cosas.

Al final la semana en lo estrictamente deportivo se saldaba con casi cuarenta y seis kilómetros de rodadas tranquilas y sin agobios entre los cuales, como ya he dicho anteriormente, se incluían un par de salidas de algo más de una hora en las que el ritmo había sido muy alentador y ayudaba a coger moral de cara a lo que está por venir. Y esto hasta el sábado porque el domingo tocaba viajar hasta la Sierra de Irta a dar buena cuenta de una nueva carrera de las tantas que han surgido este año 2012 (parece que para esto no hay crisis, afortunadamente), la I Pujà a Santa Llúcia. Recuerdo como a principios de 2009 pude disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrece la Ermita de Santa Llúcia en una salida que montó el amigo Pipe para pegarnos un buen atracón de montaña y del otro que nos llevó hasta Peñíscola y cuya primera subida era la de Santa Llúcia. Ese recuerdo hizo que desde el primer momento en el que conocí de esta carrera me hiciese ilusión repetir la subida y hasta allí que nos fuimos. A pesar de que la pernocta fue en esta ocasión en Benicàssim, a pocos kilómetros de Alcossebre, el hecho de que la carrera saliese a las siete y media me obligó a pegarme un buen madrugón así que a eso de las siete menos veinte, previa excursión por Alcossebre para encontrar la zona de salida (quizá sea uno de los aspectos a mejorar), me encontraba en la zona de salida a cumplir con el trámite de recogida de dorsal y a empezar a preparar todo para iniciar la nueva aventura. A la vista del perfil, que ya desde el inicio picaba hacia arriba intenté hacer un ligero calentamiento que me permitiese no salir del todo frío y poder afrontar con mejor disposición la primera parte del recorrido. Entre medias, como siempre, saludos por doquier, en esta ocasión alguno menos de lo habitual y a empezar a empaparnos del ambiente de la carrera. Y al final a la hora prevista más cinco minutos de retraso, con la imponente vista de Santa Llúcia al fondo, en lo alto de la montaña, retándonos a más de trescientos corredores se dio la salida de la carrera.

Ermita de Santa Llúcia i Sant Benet
La ermita de Santa Llúcia se sitúa a 312 m sobre el nivel del mar, en la que se conoce como montaña de Sant Benet. Data de finales del siglo XVII y presenta una estructura simple con una nave de vuelta de cañón y contrafuertes. Es de estilo barroco valenciano. La parte posterior de la ermita pudo ser una torre más de la red de torres de vigilancia costera que funcionaban en los siglos XV-XVI; de hecho, desde este punto se se avistan perfectamente las islas Columbretes, el Prat de Cabanes-Torreblanca, el Desert de les Palmes, las Agujas de Santa Agueda y en la lejanía, en días claros, el Cabo de San Antonio, en Alicante.
La ermita tiene adosado un edificio, antiguo hostal con habitaciones para los peregrinos, establos para las caballerías y dos pozos en la plaza que daban idea de las romerías que se hacían antiguamente. A la ermita se subía el 11 de junio por Sant Benet, y el 13 de diciembre para Santa Lucía, celebración ésta que continúa vigente y que congrega a fieles de los alrededores, celebrando en su nombre una romería, misa y procesión.

Como ya he anticipado nada más salir la carretera ya se empina para dirigirnos a lo más alto de la montaña de Sant Benet, 312 metros de altitud, donde se ubica la ermita. Inicialmente por asfalto y con una pendiente moderada fuimos dando buena cuenta de estos primeros metros de carrera tratando de "adivinar" las sensaciones que el cuerpo mandaba y de ir cogiendo un ritmo que no me llevase a sufrir más de la cuenta. Como ocurre últimamente la precaución era compañera de viaje y eso me llevaba a ir en modo "reservón" para tratar de ubicarme en un punto en el que sin ir de paseo tampoco fuera con el gancho puesto. Así, poco antes del primer kilómetro el asfalto se convirtió en pista y poco después en senda, dando inicio a la verdadera ascensión a Santa Llúcia. El camino de ascensión no era el que yo conocía y su dureza tampoco tenía nada que ver o, al menos, yo recordaba una subida menos dura. Desde este punto sustituí el correr por el andar y así di cuenta de este segundo kilómetro de ascensión que, así como quien no quiere la cosa, se traducía en un 19% de pendiente media, algo que a la vista de mi estado y de lo pronto que hubo que afrontarlo hizo que la subida fuera más bien mediocre.
En pleno tránsito hacia el segundo avituallamiento
en compañía de los "Macarunners"

Alcanzada la ermita y sin perder detalle de las vistas a pesar de que el día estaba nublado y no se alcanzaba a disfrutar de las mismas en toda su plenitud, iniciamos el primer tramo verdaderamente corredor de la carrera. Bueno, antes de eso, algún pequeño tapón en la primera parte de la bajada, que sin ser demasiado complicada sí que exigía poner los cinco sentidos en la misma, y sin pretender adelantar a nadie fui bajando en un trayecto que me llevó al kilómetro tres y medio, con un primer paso a diez minutos el kilómetro que creo que deja claro el ritmo de subida a la ermita. Se iniciaba aquí un segundo tramo de carrera que, ahora sí, iba a permitir correr a pesar de que el perfil siempre iba ligeramente en ascenso. Se trata de un tramo de aproximadamente cuatro kilómetros que discurren entre pistas y algún que otro tramo de barranco pero que en líneas generales se deja correr con facilidad. En este punto me acomodé al ritmo de un grupito del Club Macarruning y con ellos siempre como objetivo fuimos dando cuenta de estos kilómetros donde se trataba de correr y poco más. El segundo parcial sonó por aquí, a un ritmo de 5.35 el kilómetro, ritmo en el que iba muy cómodo aunque hay que decir que era algo más rápido porque ese medio kilómetro largo de bajada inicial se hizo lago más lento. En estos cuatro kilómetros el ritmo estaba siempre entre 5.15 y 5.20 y las sensaciones eran bastante buenas. Alcanzado el kilómetro siete y medio se iniciaba la segunda ascensión del día, que nos tenía que llevar hasta prácticamente la Torre Ebrí...

La Torre Ebrí
La torre Ebrí está situada a 496 m sobre el nivel del mar, justo en la vertiente de la Serra d'Irta, colindante al Mediterráneo. Su ubicación no responde al puro azar sino más bien al minucioso estudio de la orografía de nuestras costas ya que, por ejemplo, desde aquí y en días claros la vista alcanza hasta el Delta del Ebro.

Fue construida para proteger a la población del desembarco y ataque, por la costa, de los piratas berberiscos y turcos. Es de planta circular, de 5,5 metros de diámetro y 8,5 metros de altura. La planta baja era un espacio para los caballos y la superior una vivienda para los guardias. La puerta de arriba, de acceso exterior por una escalera de mano, está protegido por una ménsula.

La ascensión se iniciaba en un giro a la derecha que nos metía en un pequeño tramo de asfalto al final del cual pude saludar al amigo Vicent Ferrer, en labores de organización y que me informó de cómo era la subida. La verdad es que esta segunda ascensión era bastante más suave que la de la ermita de Santa Llúcia y creo que en otras circunstancias la hubiera podido trotar casi en su totalidad pero llegados a este punto en un agradable grupeto con la gente del Macarruning y unos cuantos compañeros más lo cierto es que me acomodé al ritmo que llevaban, siempre caminando aunque en un ritmo alegre y así fuimos subiendo el tramo de senda, muy agradable por cierto. Hay que reconocer que en todo momento el tiempo nos acompañó, con Lorenzo siempre tapado por las nubes y, aunque la humedad era apreciable, creo que la mañana fue casi perfecta para correr. Dicho esto, al final llegamos al final de la senda, que no de la subida porque esta desembocaba en un tramo de pista, también ascendente que, previo paso por el control de avituallamiento, me dispuse a hacer ahora sí, corriendo. Antes de ello el tercer parcial, 8.24. Y así alcanzamos el punto más alto de la carrera, allá por el kilómetro diez y medio poco antes de alcanzar la Torre.
A partir de este momento.... a bajar como locos, la mayor parte de la misma por pista y algún que otro tramo de urbanización asfaltado, bajada que con un pequeño respiro, también en bajada pero por senda un poquito técnico pero muy corto nos iba a llevar hasta Alcossebre pueblo de nuevo. La bajada la inicié con calma, tratando de no acelerarme demasiado pero la verdad es que se hizo difícil porque me encontraba bastante bien de piernas y poco a poco fui acelerando el ritmo. Al inicio de la bajada suena la señal del cuarto parcial, 7.06, que incluye el último tramo de subida, en parte caminando y el parón en el avituallamiento, no demasiado largo, la verdad. Pero bueno, como ya he dicho poco a poco me fui haciendo el ánimo en la bajada y ello me llevó a ir adelantando a compañeros que iban quedando atrás. Poco antes del kilómetro quince teníamos el desvío que nos llevaba a ese tramo de senda antes mencionado y que desembocaba en unas antenas y, una vez sobrepasadas éstas nuevamente por pista, en una bajada algo incómoda al principio pero después, ya en el pueblo, por asfalto. En el tramo de senda, antes de las antenas llegaba el parcial del quince, 4.36, ritmo que hacía mucho tiempo del que no disfrutaba. Y una vez en el pueblo tocaba callejear, mayoritariamente en tramos descendentes aunque nos encontramos algún repecho de esos que una vez has acostumbrado las piernas a bajar hacen daño, y algún que otro tramo de llano. Y así alcanzamos la recta de llegada, situada en la misma plaza de la salida y en la que me presentaba una hora y cincuenta y cinco minutos después del inicio. 

¿Valoraciones?. A nivel personal, y a pesar de las malas sensaciones durante la subida a Santa Llúcia, acabé muy satisfecho porque en los tramos corredores las piernas respondieron bastante bien y la cabeza todavía mejor. Creo que a la vista de las circunstancias actuales podríamos decir que la marca final es mejor de la que hubiera planteado de haber conocido el recorrido y eso es buena señal. En cuanto a la organización me sorprendió en la charla postcarrera descubrir que hubo problemas de gente que se perdió y que aludían a una mala señalización. En este caso me tengo que referir a eso de que "cuando el río suena...." porque personalmente no tuve problemas en ningún momento con la misma; si bien es cierto que no es que hubiera overbooking de cintas, no lo es menos el que en ningún punto tuve necesidad de más. En cualquier caso comparto las palabras de un compañero en el sentido de que son problemas de bisoñez porque nunca es fácil una primera edición y siempre acaban por quedar ciertos detalles por pulir. Pero dicho esto creo que en líneas generales las cosas estuvieron bien organizadas (a mejorar la señalización de los accesos a meta en coche, creo) y salió una carrera bonita, quizá demasiado corredora en su tramo final pero que combina de manera adecuada los tramos montañeros con otros corredores. Vamos, personalmente la recomiendo.

Y poco más; a ver si esta semana las cosas siguen en la misma línea de la anterior y poco a poco voy recuperando sensaciones antes del parón veraniego que ya está ahí, a la vuelta de la esquina. Si no pasa nada este fin de semana toca desplazarse hasta la Serra d'Engalceran a dar buena cuenta de una bonita y montañera carrera que ya tengo el gusto de conocer. Mientras eso llega, os dejo los habituales enlaces de todas las carreras


Perfil de la carrera en Wikiloc

lunes, 9 de julio de 2012

Upterra Trail Race Chulilla, una experiencia diferente


Toca levantarse
No son los mejores momentos a nivel personal, las cosas están complicadas en el ámbito laboral y eso está afectando más de la cuenta en lo personal. Evidentemente esta situación se traslada al tema del deporte. Como bien dice mi admirado Serrat, "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". Pues bien, en este caso la verdad que no tiene remedio a nivel deportivo es que desde hace un par de meses los entrenamientos no salen como me gustaría y a pesar de algún día aislado que solamente ratifica la norma, ello hace que poco a poco las salidas sean menos provechosas por mucho que cuando consigo arrancar la ilusión permanezca intacta. Y con esta perspectiva me queda la posibilidad de decir hasta aquí y parar en seco para tratar de recomponer la situación pero mucho me temo que este remedio sería peor que la enfermedad así que al final, semana tras semana, arranco con la ilusión de que ésta será la del punto de inflexión, y hasta ahora, semana tras semana, la inflexión no llega. Y mientras tanto lo que queda es seguir intentando disfrutar de este mundillo que tanto me apasiona por mucho que cada carrera sea una mezcla agridulce entre la alegría por estar ahí y la desilusión por ver que ni las piernas ni la cabeza acaban de estar en orden.

Espectacular vista del pueblo desde las alturas.
Por aquí pasaba la primera parte de la carrera

Chulilla es un municipio de la Comunidad Valenciana, perteneciente a la provincia de Valencia, situado en la comarca de Los Serranos a 60 km de la capital. El pueblo se ubica en la falda de un alto promontorio, dominado por el castillo árabe que conserva torreones y murallas del lado de la población, ya que por la parte que da al río existe un impresionante cañón que lo hace inexpugnable por lo que, en ese lado, carece de construcciones defensivas.
La mayor parte del término se extiende sobre terreno cretácico. En esta meseta caliza, la erosión del río Turia ha creado una hoz y el Salto de Chulilla, de 160 metros de profundidad y 10 metros de anchura. La vegetación está formada por pinares (carrasco) y monte bajo mediterráneo. En cuanto a la fauna las especies más importantes son las rapaces, tanto diurnas como nocturnas, la perdiz, el conejo, la liebre, zorro, tejón, garduña, gineta y jabalí.

Díptico de la prueba
Y así, con esta situación tan poco alentadora, arrancaba la semana del Bartolo, una carrera que siempre me ha resultado especial pero que desde el año pasado tiene un componente sentimental adicional que la hará siempre diferente al resto. A pesar de que el primer objetivo era este, el sábado se disputaba una carrera cortita por tierras de Chulilla que, a priori, prometía bastante, en especial por esos continuados cruces del río que, seguramente, serían espectaculares. La semana, como podéis imaginar, había sido poco provechosa, con el ánimo para salir bastante decaído y con solamente un par de salidas, la primera de ellas el martes por tierras de Benicàssim que no estuvo mal del todo y la segunda un híbrido entre un rodaje cortito por Ribesalbes y una razonablemente buena sesión de gimnasio en este mismo pueblo. Desde el miércoles nada de nada, el jueves porque el trabajo no me dejó y el viernes porque las ganas tampoco lo hicieron. Con este panorama llegaba el sábado a mediodía y poco después de comer tocaba coger los trastos y como los toreros tirarse a la carretera para, después de pasar por Valencia a recoger a Rubén, ya habitual compañero de andanzas, y a Jesús que poco a poco va animándose a acompañarnos en el mundillo del trail, dirigirnos hasta Chulilla para ver qué nos deparaba esta carrera en principio diferente a lo que habitualmente hacemos. Y en menos que canta un gallo ya estábamos en Chulilla; nada más llegar a la entrada del pueblo un amable compañero que pensábamos que era de la organización nos dirige a la derecha para aparcar (en realidad se dirigía al coche de atrás que debía ser familia) así que dejamos el coche allí y nos dirigimos hacia la zona de entrega de dorsales. Enseguida nos dimos cuenta del error porque la misma se encontraba a más de un kilómetro de donde habíamos aparcado; menos mal que llegamos muy sobrados de tiempo porque de lo contrario no sé qué hubiera pasado. Después del largo paseo llegamos a la plaza del pueblo, ya abarrotada de gente, donde tras sufrir pacientemente la cola recogimos los dorsales y la bolsa del corredor, cuanto menos curiosa. Menos mal que la salida era en las piscinas del pueblo, a mitad camino entre la plaza, lugar de la llegada, y el lugar donde aparcamos el coche. Aún así nos tocó una nueva caminata hasta el coche, trayecto en el que nos encontramos con David, compañero de varias carreras ya y "vecino" de Albentosa, de los de verano, y de quien ya habíamos recogido el dorsal. Finalmente, llegados al coche, acabamos de preparar la ropa de faena y nos dirigimos a la zona de salida donde el gentío ya era impresionante. Adelanto ya que quizá, y siempre en mi modesta opinión, la organización debería plantearse un límite menor de corredores para futuras ediciones. En la zona de salida la palabra que mejor define la situación creo que es la de "caos". Y no creo que fuera un tema de mala organización, aunque, claro, siempre estas cosas dependen de la organización. Me parece que el problema era que éramos demasiados para ese espacio. Bien, en cualquier caso, y con un ligero retraso sobre la hora oficial se dio la salida a la carrera y nos dispusimos a dar buena cuenta de esos trece kilómetros que la organización había dispuesto para todos nosotros.


Con el único objetivo de disfrutar de un agradable rato a la "fresca" del Turia me pongo en mitad del grupo donde empiezo a tratar de coger un ritmo cómodo que me permita afrontar la primera subida de la carrera, esa que nos han vendido como durísima, algo que, naturalmente, hace que me tome los primeros compases con cierta calma. Ya desde el primer momento Jesús nos abandona por delante y, claro, Rubén, se queda a hacer su carrera que, al menos de momento, es diferente a la nuestra, así que en estos primeros metros mi única compañía es la de David (bueno, y la de otros mil compañeros de fatigas, que no está mal). Enseguida, apenas quinientos metros después de iniciarse la prueba, tras un giro a la derecha se inicia la subida a la que tanto temíamos así que poco a poco se va estirando el grupo y vamos cogiendo cada uno el sitio en carrera. Prácticamente toda la subida transcurre por pista después de un breve tramo hormigonado que transita hasta las puertas mismas del cementerio. Con mi ritmo siempre suave e incluso caminando en los tramos más empinados de la misma fui dando cuenta de la misma, que al final resultó ser una subida de las durillas, con algo más de dos kilómetros de pendiente media algo superior al 10%, y con un terreno muy pisable. La misma permitió entre otras cosas que el grupo se estirase aunque luego veríamos que no lo suficiente para evitar algún que otro tapón, especialmente al inicio de la bajada. Durante la subida también David me dejó atrás y el tapón del inicio de la bajada abortó mi último intento de darle caza. La verdad es que este tapón en el momento de iniciar la bajada, allá por el depósito de agua, fue importante y más que a la dificultad del descenso habría que achacarlo nuevamente a la ingente cantidad de corredores que allí estábamos. Pero bueno, cuando conseguimos arrancar, y a pesar de un pequeño tapón más, un descenso por trailera pero bastante cómodo nos dejaba a los pies de la misma pista que anteriormente habíamos subida y que nos llevaría de regreso al pueblo y, después hasta la ribera del Turia.. Durante este tramo intentamos aligerar la marcha sin ir, eso sí, en ningún momento a tope y eso me permitió adelantar alguna que otra posición. El descenso, pronunciado, que como ya he anunciado nos llevaría hasta el río se alargaba hasta el kilómetro seis, momento en el que se iniciaba una nueva carrera, por paisaje y por perfil que nos llevaría siguiendo el cauce del río en un recorrido espectacular por la parte baja del pueblo. Para este momento el cacharro ya había marcado dos parciales, de esos de tres kilómetros que me pongo, el primero a 7.24 que da cuenta de la subida, y el segundo de 6.24 a pesar de que el tapón del inicio del tramo hizo estragos ya que en ciertos tramos de la bajada el ritmo era por debajo de los cuatro minutos.

En mitad del río, casi tapado, ando cruzando el mismo
Una vez alcanzamos el río empezaba un largo tramo que transcurría siguiendo el mismo; bueno, más que seguirlo lo que hacíamos era cruzarlo de manera continuada en una sucesión de hasta ocho ocasiones en las que nos tocó cruzar al otro lado del mismo (más dos que hicimos usando puentes de madera), la mayoría de las cuales tenían una anchura y profundidad suficiente como para no poder hacer otra cosa que mojarse hasta prácticamente las caderas. A pesar de que el calor en esta zona, prácticamente en sombra en todo momento, no apretaba, cada una de las ocasiones en las que se cruzaba el río el cuerpo lo recibía con alegría porque la temperatura del agua, fresquita, era idónea para recuperar las piernas del esfuerzo. Nos encontramos en este tramo con algún paraje realmente bonito y así, disfrutando de esta nueva experiencia, nos plantábamos en el kilómetro nueve donde empezaba un nuevo perfil, mucho más abrupto que nos devolvería de nuevo, en un perfil siempre picando hacia arriba, hasta el pueblo. El tercer parcial, 6.20, se debe sobre todo a los parones que imponía tener que cruzar el río. Llegados a este punto se iniciaba un nuevo tramo, mucho más técnico que el anterior y que iba alternando tramos corredores con otros que no permitían demasiadas alegrías. Ya en este momento, pese a que no me encontraba nada mal de fuerzas, mi pensamiento estaba más en la carrera que a la mañana siguiente me esperaba por Benicàssim así que decidí seguir tomándome las cosas con cierta calma y dejarme llevar por el grupo en el que en esos momentos me había integrado. Pese a ello en las subidas iba adelantando posiciones mientras que en las bajadas, mucho menos favorables a ello, me limitaba a mantener el ritmo de los de delante. Y poco a poco, con algún tramo de escaleras de esos que siempre acaban "molestando", fuimos dando cuenta de esa subida hasta el pueblo y nos encontramos en las afueras del mismo, habiendo transitado el cuarto parcial en 7.53. Desde aquí el asunto se limitaba a callejear por el pueblo, siempre con gente animándote y desembocar en la plaza donde recogimos los dorsales y donde se ubicaba la línea de llegada. Al final el tiempo oficial fue de 1.31.20 (aunque el oficioso según el Garmin es dos minutos menos) en la posición 365, 71 de la categoría, aunque como siempre digo eso es lo de menos.

En fin, me consta que existe división de opiniones respecto de la valoración de la carrera. Por mi parte diré que creo que éramos demasiada gente para la capacidad que demostró el circuito y que existen algunos aspectos francamente mejorables, sobre todo en el tema de entrega de dorsales y organización de la salida. Sin embargo, frente a ello es muy valorable un circuito más que correcto, con una segunda mitad muy interesante por la posibilidad de correr junto al río, casi siempre en sombra y de tener que cruzarlo que me ha resultado una experiencia curiosa a la par que buena, circuito que en general se puede calificar como adecuado, con un perfil más duro de lo que parece a priori. Avituallamientos justitos, sin excesos pero suficientes en cuanto a número y dotación, incluyendo el de meta que "solamente" tenía agua, isotónica, cerveza y fruta variada. Por lo demás me gustaría destacar, por encima de todo, a la gente, en cantidad importante y muy volcada en la carrera y en los corredores que se apostaba a lo largo del recorrido y, claro, en especial, en las calles del pueblo y en la plaza de llegada. Siempre es un estímulo importante verte así de arropado. Así pues, después de sopesar todos los factores creo que la carrera podría calificarse como de notable alto. Y es que creo que en ciertos aspectos estamos empezando a volvernos extremadamente exigentes con aspectos que deberían tener menos importancia frente a dotaciones de tipo médico, por ejemplo.

Poco más, felicitar a David y a Jesús porque hicieron una carrera más que notable y, como no, y sobre todo, a Rubén que volvía a acabar una carrera después de la experiencia de la semana anterior por Godella (y antes de que se hiciera de noche, jeje) en poco más de dos horas. Sigo pensando que si entrenase con algo más de regularidad podría llegar a metas más importantes de las que imagina.


Perfil de la carrera en Wikiloc

Epílogo

La Marxa al Bartolo, prevista para el domingo, pocas horas después de acabar esta carrera de Chulilla acabó por "no ser". A pesar de todas las ganas con las que afrontaba la misma problemas menores pero suficientes me aconsejaron no ser de la partida. En fin, al año que viene será.

Corredores en defensa de las montañas valencianas



Como todos sabréis, la semana pasada fue especialmente trágica para las montañas valencianas. Dos incendios de grandes dimensiones asolaron un número infinito de términos municipales tanto de la provincia de Valencia como de la de Castellón. La situación fue para todos los que de alguna manera amamos y disfrutamos de las montañas tremendamente dolorosa En mi caso tuve que asistir al "espectáculo" de comprobar como muchas de las zonas que no hace demasiado tiempo habían sido escenario de mis "excursiones" por el monte, esas en las que visto de amarillo, sucumbían pasto de las llamas. No entraré a valorar en este punto las causas de todo ello; es muy fácil hablar de condiciones atmosféricas complejas, por otro lado ciertas, pero hay otros muchos factores que contribuyeron y, lamentablemente, continuarán contribuyendo a que nuestras montañas, las de aquí y las demás sigan siendo esquilamadas por incendios que, en la inmensa mayoría de casos, tienen por causante a nosotros mismos, la especie humana. De momento solamente quería contribuir desde mi modesto rincón de opinión a difundir el manifiesto que se ha redactado y que se titula "Corredores en defensa de las montañas valencianas". 

Os dejo el manifiesto y los firmantes del mismo, aún a sabiendas que muchos de vosotros lo habríais firmado gustosamente. Y os pido que por los medios de que dispongáis difundáis el mismo lo más que se pueda. Gracias por vuestra colaboración

Corredores en defensa de las montañas valencianas

Los corredores de montaña reivindicamos el libre acceso a nuestro terreno de juego, la montaña. Y rechazamos las actuales restricciones que tenemos para practicar nuestro deporte. Corremos por la montaña de día y de noche, durante todo el año, llueva, nieve o haga un calor asfixiante, entre semana y sobre todo los días festivos. Somos verdaderos conocedores de cada rincón de estas montañas, de los parajes más abruptos, más escondidos, los que sólo se accede corriendo o trepando. Somos los vigilantes de la montaña. Somos respetuosos con el medio y sus habitantes (personas, animales y plantas), porque de su conservación depende la práctica de nuestra afición favorita, que en muchas ocasiones es toda una forma de vida.
Los corredores de montaña, ante la magnitud de la catástrofe vivida en los últimos días en los incendios de Cortes de Pallás y Andilla, queremos manifestar nuestra profunda admiración por todas las personas que lucharon contra las llamas.
Igualmente lamentamos profundamente la muerte del piloto en el incendio de Cortes de Pallás y las grandes pérdidas habidas en campos, árboles, cosechas, y bienes, así como deploramos la desaparición de grandes masas arbóreas de la Comunitat Valenciana que tanto aportaron durante siglos al bienestar de miles de valencianos.
Todo ello nos hace reflexionar sobre el futuro de los pueblos que han sufrido el azote del fuego. Y en este sentido consideramos de suma importancia que los políticos que rigen los destinos de la Comunitat Valenciana y del Estado Español acudan en ayuda de todas y cada una de las personas que han visto como en escasos minutos perdían la casa en que había tratado de ser felices.
Si ha habido millones para salvar a la Banca es de esperar que el Estado y la Generalitat Valenciana asuman con idéntico interés la recuperación del patrimonio individual y colectivo de miles de valencianos.
Invocamos del mismo modo a los medios de comunicación y al pueblo valenciano para ser solidario con todos los municipios y aldeas que se ven sumidos en la tristeza y para que no se olvide dentro de cuatro días la tragedia vivida en miles de hogares.
Por último revindicamos un deporte al servicio de los ciudadanos y de la naturaleza. Las montañas, los bosques, los ríos, los caminos y senderos por donde corremos son patrimonio del pueblo valenciano y por ello anhelamos volver a hacer de ella el punto de encuentro de todos aquellos que amamos la naturaleza.


Firmantes

Xari Adrián Caro Corredora del Club GR-33 Tottrail y de la Selección Valenciana, Recaredo Agulló Albuixech Profesor, Escritor y Corredor, Manuel Amat Castillo Seleccionador Español FEDME y Responsable del Área de carreras por montaña de la FEMECV, Juan Manuel Aparicio García Corredor del Club Atotrapo de Sant Joan d'AlacantMònica Ardid Ubed Subcampeona de Mundo de carreras por montaña y corredora de las Selecciones Catalana y Española, Samuel ArroyoCorredor del Club Intersport Extreme Tuga, Alba Beltrá Escolano Corredora del Club Novelder de Muntanyisme y de la Selecció Valenciana, Ruben Benavent i Benavent Corredor del Club CXM València, Francisco Bernabeu Abellán Juez-Árbitro y Entrenador, Lucas Boix Ferrando Corredor del Club La Faixa, Antxon Burcio Martin Director Técnico de la Federación Vasca de Montaña EMF-FVM, Tòfol Castanyer Bernat Campeón del Mundo y Corredor del Salomon-Santiveri, Tico Cervera Mateu Presidente del Club Marató i Mitja Castelló-Penyagolosa, Enrique Clemente Quintana Corredor del Club CXM València, Francisco Collado GarcíaDirector CXM "Las Fuentes de Titaguas", Roberto Javier Coronel Sánchez Corredor del Club Mur i Castell Tuga, Ezequiel Cuesta Mangriñán Presidente del Club de Muntanyisme Penya Mur i Castell, Jose María Davó López Corredor de la S.M. C.Atl. Marathon Crevillent, Fede De Luna Cobo Corredor del Club CXM València,Francisco Disla Puche Director del Servicio de Deportes del Ayuntamiento de Yecla, Francisco Durá Sempere Presidente Federació d'Esports de Muntanya i Escalada de la Comunitat Valenciana, Iván Esteve Besalduch President del Club d'Atletisme Puçol, Joxe Fernández Plazaola Periodista Deportivo, Ramón Ferrer Casasnovas Técnico de la Selección Aragonesa-FAM-CAI-GRIFONE, Àngel Font Piquer Juez-Árbitro, Director de la Volta al Terme de Fondeguilla, Delegado de Castelló de la FEMECV, Efrén Forcada Gallén Corredor del C.D. Marató i Mitja Castelló-Penyagolosa, Javier Galindo Rodríguez Secretario del Equipo de Corredores del Grupo de Montaña Politécnico, Juan Carlos García Ortíz Corredor del Club CXM València, Mar García-Romeral Ortíz Corredora del Club CXM València, Miquel Giménez Martínez Director K25 Trail de la Calderona, Lluís Giner Arnabat Director Técnico Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), Lidia Gómez Corredora de montaña y primera ganadora del GR10-Xtrem Puçol-Andilla, Javier Herrera Valladolid Corredor de montaña, Emilio Illueca Illueca Presidente MTB Tuéjar Running, Txomin Isuntza Zelaia Corredor de montaña, Iker Karrera Aranburu Ingeniero Técnico Agrícola y Corredor del Salomon-Santiveri, Oihana Kortazar Aranzeta Campeona de Europa y del Mundo de carreras por montaña, Corredora del Club Salomon Santiveri y de la Selección Española, Verena Levy Cáceres Juez-Árbitro de carreras por montaña, Pedro Manuel Maldonado González Corredor del Equipo RunningWay Trail, Cándido Márquez Rodríguez Montañero y Corredor de montaña, Zaira Martínez Chisbert Corredora de la Selecció Valenciana y del Club CXM València, Eduardo Martínez Lobera Técnico Especialista Forestal y Director de la Carrera por Montaña de Vitoria-Gasteiz, Juanma Medina Pasies Vicepresidente C.Atl. Running Castelló,Eduardo Palomares Izquierdo Secretario de la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha, Manoli Panizo Ollero Presidente Club CXM València,Lola Peñarrocha Alós Presidenta del Club GR-33 Tottrail, corredora de la Selecció Valenciana, Vicente Peydró Bernabeu Seleccionador Autonómico Valenciano de carreras por montaña, Francisco Javier Polo Salvador Presidente C.Atl. Cuenca Dolomía, Joan Ruíz Castelló Corredor de montaña, Iñigo Sáenz Arguedas Co-organizador del Zumaia Flysch Trail y Juez-Arbitro de carreras por montaña, Héctor Salguero Martínez Corredor del Club CXM València, Héctor Sánchez CarrióDirector Carrera por montaña Sotextreme, Manuel Segarra Berenguer Juez-Árbitro y corredor del Club Mur i Castell Tuga, Emili Sellés i Seguí Corredor de la Selecció Valenciana y del Equipo FEDME, Just Sociats Asencio Corredor de la Selección Catalana y Española, Joan Solá Catalá Responsable Marketing Amersport (Salomon, Suunto), Jose Joaquín Soriano Contreras Seleccionador de la Región de Murcia, Juan Valls Garcés Corredor del Club CXM València, David       Vilarrocha Balaguer Vocal C.M. La Pedrera de Borriol


Y acabaré haciendo un poco de autocrítica; estoy hasta las mismísimas narices de ver el monte lleno de esos restos de geles, botellas, vasos y demás porquería que presuntos amantes de este deporte van dejando en todas y cada una de las carreras en las que tengo el placer de participar. Haciendo uso de un famoso slogan, ¡Nunca más!. Prediquemos con el ejemplo caramba.