lunes, 13 de septiembre de 2010

Finisher de la Lliga Castelló Nord; 3ra Volta Muntanya Catí

Esperit Skyrunning
Nueva semana marcada por el planning de entrenes estrenado hace unas semanas y que siendo realistas está empezando a pesar ligeramente. A pesar de ello las fuerzas siguen intactas lo mismo que la ilusión, y saber que mucho más temprano que tarde empezaré a ver los resultados me motiva sobremanera para aguantar las sesiones casi diarias de machaque. Para esta semana había una pequeña variación porque estaba marcada en el calendario la 3ra Volta de Muntanya de Catí, séptima prueba de la Lliga Castelló Nord de Curses de Muntanya y que iba a ser la que hiciese seis en mi devenir por el circuito y, con ello, convertirme en finisher del mismo, algo que al fin y al cabo era uno de mis objetivos de la temporada. Aprovecho estas líneas para insistir en las felicitaciones a los organizadores del circuito porque creo que este segundo año han conseguido consolidar el mismo y, seguro, para años posteriores nos deleitarán con nuevas ediciones mejoradas del mismo.
Como iba diciendo esta semana tocaba disputar la carrera así que con muchas ganas, después de pasar la noche en Benicàssim para hacer el viaje más cortito, por la mañana tocaba repetir el ritual de oír el despertador, levantarse a regañadientes, revisar todo el material no vaya a ser que falte algo y coger el coche rumbo a una nueva aventura. Esta vez además la cosa prometía emociones fuertes; el anuncio en el foro de Carreres de Muntanya de que la subida al Tossal de la Nevera se haría por camino distinto al de las dos ediciones anteriores, camino mucho más directo y, por tanto, más empinado, prometía un tramo de considerable dureza que, a buen seguro, iba a poner a prueba las fuerzas de cada uno y, en concreto, las mías a estas alturas, con las piernas ya algo saturadas por lo larga y densa de la temporada y por la carga de entrenamientos de este último mes. Bien, el caso es que después de un tranquilo devenir por carreteras ya bien conocidas por las continuas subidas a disputar diferentes carreras me planté en Catí con cierto desahogo de tiempo así que pude elegir aparcamiento en un lugar adecuado, calzarme las Trabuco y dirigirme con calma a recoger el dorsal. Desde este momento, y hasta el de la salida, los habituales encuentros con foreros y no foreros. Me vais a permitir que no agregue la habitual lista que inevitablemente siempre quedan incompletas. El calentamiento en esta ocasión algo más completo de lo habitual y, casi sin darme cuenta, en la línea de salida listo para el sufrimiento que, seguro, nos esperaba.
Primeros tramos de subida hacia la Nevera.
Aquí sí la cara es el espejo del alma
Como siempre, cohete y a correr. En esta ocasión casi desde el primer momento la carretera picaba hacia arriba y la intención inicial era reservar fuerzas durante este primer tramo hasta la Nevera porque como bien indicaba la organización en el blog hacer otra cosa podría pagarse más tarde. A pesar de ello los dos primeros kilómetros los hice a un ritmo superior al planificado, a una media algo superior a los cinco minutos el kilómetro. Tiempo tendría, como pude comprobar enseguida, de frenar y regular las fuerzas. Pues eso, a partir de aquí empezaba lo bueno. Durante un par de kilómetros que nos llevarían prácticamente al cuatro se nos presentaba la primera parte de la subida a la Nevera, con un porcentaje medio cercano al 12% y que ya iba poniendo a cada cual en su lugar. De momento estoy tranquilo porque aunque acuso el cambio de ritmo siempre tengo a la vista a Laia, líder del circuito en féminas, y eso me parece una buena referencia. La foto que podéis ver corresponde a este tramo y creo que da buena fe de las "penurias" con las que se transita por él. En cualquier caso, a pesar de esas dificultades, con cierta celeridad hicimos cumbre en esta primera subida y afrontamos un tramo de bajada, kilómetro y medio con tramos bastante técnicos, que nos dejaría a los pies de la última parte de la subida hasta la Nevera.
Y aquí empezaba lo duro. Poco a poco la subida que inicialmente era llevadera se fue endureciendo y, coincidiendo con el momento en que abandonábamos la senda (si es que se puede calificar así el estrecho pasillo por el que transitábamos), nos adentramos en caminos vírgenes (como comentaba un compañero de este tramo, imagino que los últimos verían algo parecido a un camino por el que transitar) donde lo único que guiaba nuestros pasos eran unas estacas que indicaban la dirección a seguir. Aquí pasé por el momento más crítico de la mañana porque las piernas no acababan de carburar como me hubiera gustado. Por ello decidí subir con muchísima calma y tratar de no quemar todas las energías. Al fin y al cabo cuando llegásemos arriba entraríamos en territorio conocido y pensaba que reservando un poco luego podría ganar más tiempo del que pudiese perder en la subida. Así, poco a poco, llegamos al final de la subida. Prueba de su dureza es que en su tramo final, del kilómetro 6.62 al 7.46 se sube desde 1041 metros de altitud hasta los 1264. Es decir, aproximadamente un 27% de desnivel medio!!!.
El amigo Vicente Guinot al inicio del descenso de la Nevera.
Gracias por los halagos al blog
Llegados a este punto, casi sin tiempo para relajaciones, tocaba afrontar un largo tramo de descenso que nos llevaría hasta el kilómetro trece. Con la referencia visual de Vicente Guinot, que aparece en primer plano en esta foto, y la compañía de Ritxi entre otros, dimos buena cuenta del mismo con bastante soltura. Al inicio del tramo estaba situado el tercer control donde aproveché para hidratarme convenientemente y llenar el botellín. Sin perder demasiado tiempo emprendí la marcha y, después de aprovechar un pequeño repecho para dar alcance a Ritxi, me uní a un grupo en el que aproveché para chupar un poquito de rueda y rebuscar las buenas sensaciones. Posiblemente nos encontramos en el tramo más agradable para correr, especialmente el que discurre dentro de un bosque, con buena sombra (y es que el calor empezaba a notarse) y fácil de correr.

Bajando entre rocas poco después de la caída
En estas condiciones damos cuenta de un tramo de cuatro kilómetros a un ritmo cercano a los cinco minutos y medio por kilómetro pero, justo cuando más a gusto me encuentro llega un contratiempo en forma de caída, fuerte pero afortunadamente sin consecuencias. Y es que algo que hay que tener en cuenta es que no se puede uno desconcentrar ni un solo instante porque ello es sinónimo de problemas. Por culpa de la caída pierdo momentáneamente la estela del grupo de Ritxi y, aunque en algún tramo, más adelante, parecía que podría alcanzarlo, de manera definitiva pierdo a Vicente, que podría haber sido una espléndida referencia para haber rodado un poquito más rápido en los últimos kilómetros. Pero eso será otra historia....
El caso es que poco después de la caída alcanzamos un nuevo avituallamiento, el del Coll del Catxo que marca el inicio del circular que nos llevará al Balneario de l'Avellà y de vuelta a este punto para afrontar la última parte de la carrera. Desde aquí transitamos por sendas, inicialmente cómodas pero que poco a poco van endureciéndose y que desembocan en un "cómodo" tramo de barranco que nos dejará al pie de la subida hasta l'Avellà. Con la ventaja de conocer la subida y pese a que no se trata de una subida fácil, me marco un buen ritmo de subida que me permite alcanzar y rebasar a Ritxi para, un kilómetro después, plantarme en el avituallamiento de l'Avellà donde hago la segunda ingesta de líquido importante del día y aprovecho para tomar algo de fruta. Inicialmente tenía pensado tomar un gel en este punto pero al final decido que no. A pesar de que todavía queda una corta pero dura subida a l'Infern me veo bien de fuerzas y prefiero no tomar nada. Rápidamente emprendo nuevamente la marcha y abandono la compañía de Ritxi, siempre un placer compartir carreras contigo compañero. Tras un breve descenso, cómodo al principio pero más técnico al final, de golpe nos encontramos con el cartel de "Benvinguts a l'Infern", que anuncia el inicio de la Senda de l'Infern, tramo que como bien define la organización es corto pero exigente. Al final se trata de algo menos de un kilómetro de subida que marca pendientes medias del trece por ciento pero con tramos significativamente más duros que a estas alturas dejan huella en las piernas. Aquí es donde estoy a punto de dar caza a Vicente pero me faltan 200 metros más de subida para ello y, llegados arriba, el descenso significa que poco a poco se va alejando lo que me deja sin una buena "liebre" para el final de carrera. 
Llegada a meta.
Satisfacción y buenas sensaciones a partes iguales.
Bien, a partir de aquí creo que es cuestión de llegar con buenas piernas y buena cabeza porque lo que nos resta son cinco kilómetros de descenso, más complicado al inicio, por un barranco en la parte intermedia que creo que es bastante corredor a pesar de las quejas de algún compañero y, finalmente dos kilómetros muy corredores, uno de ellos por pista y el último por hormigón que nos llevará hasta meta. El ritmo en este tamo final me deja más que satisfecho: 6.14; 5.13; 4.36; 4.23 y 4.24. Pero más me satisface comprobar como a esos ritmos, después de la paliza que llevábamos en las piernas, me encontraba fuerte de piernas y cómodo de respiración, con muy buenas sensaciones. Solamente un pero, no encontrar ese último cambio de ritmo en el kilómetro final a pesar de intentarlo y de creer que lo tenía en las piernas pero seguro que esto también llegará. De este tramo poco que contar, correr, correr y correr. Me salto los dos últimos controles porque con el botellín tengo más que suficiente y, con la sensación de dejarme tiempo en las piernas me presento en meta en un tiempo de 2.36.04 que satisface plenamente mis expectativas iniciales que pensaban en 2.45 como buen resultado.
Poco más que añadir, habitual charraeta postcarrera con los conocidos que por allí andaban, buen avituallamiento final y con cierta rapidez coche y a valencia que el viaje es largo y las niñas esperan. Solamente resta dar mi más sincera enhorabuena a la organización; permitirme que la personalice en Isma y Eladi, gracias a todos por las cosas bien hechas y por hacernos sentir como en casa en todo momento y permitirnos disfrutar con un recorrido completísimo y muy bonito. Os dejo los habituales enlaces a datos de carrera (aunque en este caso no son todo lo exactos que me gustaría porque problemas con el Fore impiden que los primeros doscientos o trescientos metros queden reflejados). Próximo objetivo.... la Fons de la Tardor.



lunes, 6 de septiembre de 2010

Por Gúdar y l'Alcalaten (4 y 5 de septiembre de 2010)


La previa por Fuentes
Después de Mosqueruela estas dos semanas transcurridas tocaba ponerse las pilas, cargarse de paciencia y apretar los machos para cumplir con el planning marcado de entrenos. Y aunque no ha sido sencillo porque el calor ha apretado de lo lindo y eso me ha obligado a buscar horarios alternativos en algún día concreto, en general estoy satisfecho porque de momento la planificación se va cumpliendo casi en su totalidad. Y aunque está resultando durillo creo que de momento las cosas marchan según lo previsto.
En cualquier caso, después del breve respiro que me había tomado (aunque sin llegar a parar del todo), las piernas, y también la cabeza, están notando el nuevo régimen de entrenes y se nota que ambas, piernas y cabeza, andan faltas de frescura. Y precisamente para darle frescura a la cabeza me decidí a dejarme caer el sábado por la tarde por Fuentes de Rubielos, pequeño pueblo de la comarca de Gúdar-Javalambre, donde se organizaba la cuarta edición de su carrera popular. El objetivo, al margen de lo indicado, pasar una agradable tarde en compañía de la familia y hacer un rodadita por esos parajes. Dicho y hecho, a media tarde cogimos el coche y, en compañía de Mónica, Leyre y Vicente, el suegro, nos dirigimos hasta Fuentes en un agradable recorrido en coche por los parajes de Gúdar. Enseguida nos plantamos allí y nos dirigimos hacia la zona de salida donde estuvimos un rato compartiendo espacio con la gente de Los Lastres (Catequice, Pacheconte y Virgilio), con Duplas, con los ya habituales por este circuito de carreras populares hombres y mujeres de negro del Running Castelló, y con algunos integrantes del Cota 2000, entre ellos Pilar con quien compartí buena parte de la carrera de Mosqueruela y a la que finalmente no pude aguantar el ritmo por aquellos parajes. Entre carreras para los niños, un ligero calentamiento, con cierta incertidumbre al respecto de la hora de salida y, sobre todo, con la sorpresa de que lo en principio podían ser once kilómetros de carrera se iban a quedar en siete, fue transcurriendo el tiempo hasta la salida. Llegado el momento, con bastante tranquilidad y relajación me dispuse a dar buena cuenta del recorrido con el único objetivo de disfrutar de un ratito por los alrededores de Fuentes.
La salida a todo tren
Pero lo que pretendía ser una salida tranquila se convirtió en una estampida en la que me vi envuelto (a pesar de que eramos poquita gente) y una vez dentro de la misma pues hubo que ponerse a correr más de lo inicialmente previsto. El recorrido era un ocho que incluía un primer paso por meta a los cuatro kilómetros. Apunto este detalle porque la primera parte del ocho, hasta el paso por meta, era bastante asequible y corredora pero respecto a la segunda parte, en parte debido al esfuerzo de la primera parte pero también porque el recorrido se endurecía, se hizo bastante complicada.
Dejábamos la carrera en la salida y en un inicio rápido de la misma. En resumen podemos hablar de una pequeña cuesta abajo en el inicio seguida de un repecho que te ponía en tu lugar y te dejaba en la senda que nos iba a acompañar casi hasta el primer paso por meta. Como ha quedado dicho esta primera parte era razonablemente suave, si bien salpicada por algún que otro repecho que te obligaba a un esfuerzo adicional. En cualquier caso, enseguida nos plantamos en la meta dispuestos a afrontar la segunda parte. El ritmo por kilómetro 4:49, 5:01, 4:30, 5:25. Hasta aquí todo dentro de previsto (casi) y con un bonito tramo entre pinares por el que daba gusto correr.
Llegando a meta.... para seguir corriendo
Llegados a meta tocaba afrontar la segunda parte, de unos tres kilómetros, que se iniciaba con la misma bajada y subida. Sin embargo, un poco antes de donde habíamos subido en el inicio hacíamos un giro a la derecha donde una nueva subida y un pequeño tramo de callejeo nos volvía a dejar en una senda, inicialmente cómoda pero que entre los kilómetros seis y siete se convierte en una subida de algo menos de un kilómetro y con una pendiente media próxima al ocho por ciento, pendiente que se endurece si tenemos en cuenta un pequeño descansillo a mitad subida. Por ello, al final tocó "poner pie a tierra" que dirían los ciclistas y andar un poco. Finalizada la subida nos plantamos nuevamente en el pueblo y una nueva subida, esta vez suave y por senda de hormigón, nos lleva a las inmediaciones de meta. Aún así, cuando apenas quedan quince metros para la misma, nuevo desvío que nos obliga a subir ligeramente y nos deja en la recta de meta, en bajada.
Leyre al encuentro del "papi"
Al final, después de este breve periplo, a falta de datos oficiales, un tiempo de 36.12, a una media de 5.13. En líneas generales contento con las prestaciones ofrecidas aunque quizá me faltó un poquito de mentalización para haber hecho todo el recorrido corriendo. Al fin y al cabo se trataba de correr un rato y el objetivo se había cumplido. Después de esto, lo mejor de la tarde, baño en la piscina, reposo en la misma tomando un apetitoso helado y, después de la entrega de trofeos, "vino español" con el que nos agasajó el pueblo a corredores y acompañantes. Ya digo, agradable tarde en compañía de la familia y de foreros y conocidos varios... y a casa a descansar para el día siguiente








Aquí tenéis los habituales enlaces que dejo en cada carrera.

Para el domingo tocaba la rodada larga de la semana. Sin embargo ante la deserción del grupo del pueblo por diferentes motivos, decidí que la mejor manera de hacerla era aprovechando la Cursa Ibérica de Figueroles de l'Alcalaten. Y después de una inscripción de última hora, el domingo sonaba el despertador a las cinco y media y para allá que me fui. Largo viaje, que no incómodo, y con cierta holgura me planté en Figueroles donde recogí el dorsal (para mi sorpresa personalizado a pesar de haber hecho la inscripción fuera del plazo marcado por la organización para ello, así que hoy en carrera iba a ser "Rober"). Presencia habitual de foreros por las calles de Figueroles; Teo, Takito, Berto y Ayacucho, JoseCarreras, etc. y nuevamente un breve calentamiento porque el objetivo, ya apuntado, era el de hacer un entrenamiento en numerosa compañía. Cerca de ochocientos valientes nos juntamos en la salida así que para evitar demasiado tapón me puse prudentemente delante y llegado el momento salida y a correr.
Las escaleras de la salida (PepotePalote)
Conociendo el recorrido del año pasado, el objetivo inicial era salir a un ritmo razonable y pasar el primer (y cabroncete) repecho de hormigón y así plantarme en la primera subida, la corta, donde me tomaría un breve respiro. Y más o menos así fue; con la referencia visual de Takito algo por delante fuimos dando buena cuenta de estos primeros kilómetros que nos vuelven a llevar hasta el pueblo y más o menos en el kilómetro cuatro nos plantamos en esa primera y corta subida. Hasta este punto ritmos siempre algo por encima de los minutos por kilómetro y cierta sensación de comodidad. Pese a ello mantengo el objetivo inicial y la subida la hago a ritmo de caracol para recuperar bien y afrontar el segundo tramo en el que había dividido la prueba y que me debía llevar hasta el final de la subida importante. Por ello, con Takito ya perdido, doy buena cuenta de los kilómetros seis y siete a ritmos cercanos al 5.30 y cuando la carrera se empina e iniciamos la subida del día las piernas están en buena sintonía. Aquí pretendo apretar un poco y tratar de rodar lo más posible durante la subida. Sin embargo demasiado pronto soy consciente de que iba a ser imposible porque la fila de corredores que se ve por delante me anuncia que va a ser muy difícil adelantar con la necesaria facilidad como para mantener esa intención de correr hacia arriba. Por ello me limito a trotar los trozos que permiten adelantar, pocos por cierto, a forzar mínimamente la marcha "andarina" cuando se puede y a dejar pasar la subida con tranquilidad, aprovechando para hidratarme porque el calor empieza a apretar.
Otra foto cortesía de Pepote
Enseguida alcanzamos el control de tiempos donde transito ligeramente por debajo de la hora. A partir de aquí el objetivo es claro, ir con mucho cuidado en la bajada para evitar disgustos que pongan en peligro la carrera del sábado que viene en Catí. Por eso los tres kilómetros de bajada caen a ritmos de cinco y pico, ritmo que mantendré, más o menos, hasta meta, siempre tratando de no forzar más de la cuenta. Llegado el último avituallamiento vuelvo a hidratarme y desde este momento manteniendo ritmos todavía más suaves, cercanos a los seis minutos el kilómetro, afronto el tramo final, con continuos toboganes y algún repecho reseñable. Poco después llegamos al pueblo y, una vez alcanzada su parte baja, donde me rebasa la cuarta mujer, doy buena cuenta del repechón último que se me atraganta ligeramente y desde ahí hasta meta sintiendo el apoyo y el cariño de un pueblo volcado con su carrera. Finalmente la marca, que era lo de menos pero sí que importa es de 1.48.30. Creo que es una marca acorde con el objetivo de la salida y estoy seguro de que en mis piernas había una mejora reseñable de la misma (aunque nunca se sabe que hubiera pasado forzando). De todas formas, con todo, supone una mejora de 25 minutos respecto a mi marca personal en esta carrera (2.12) del año 2008 y que todavía fue un par de minutos peor en 2009.
Punto y final (Pepote)
En este punto, tras recoger el kit "camiseta, toalla y mochila" que nos dan, pues nos fuimos a reponer fuerzas y dar buena cuenta del magnífico refrigerio que nos había preparado la organización. Poco después, ante lo que quedaba hasta llegar a casa, di por finalizada un espléndida mañana de montaña con el objetivo cumplido y con la mente puesta en una nueva semana de duro entreno, diferente a las anteriores porque el sábado toca correr "de verdad" en Catí.



Acabo como siempre, colgando los datos del Garmin y del Wikiloc