lunes, 16 de abril de 2012

II CxM Las Fuentes de Titaguas; pese a todo seguimos adelante

Cartel anunciador de la prueba
Los días siguen pasando y poco a poco se aproxima ese objetivo marcado en el calendario desde hace prácticamente un año y que se llama Marató i Mitja. Afortunadamente se puede decir que la ilusión por el mismo me motiva a seguir adelante con todas las fuerzas de que uno es capaz. Y digo esto porque no son buenos tiempos para poder centrarse en las cosas: demasiada tensión en el trabajo, poca motivación en el mismo, lleva a que la situación general de la gente, y yo no iba a ser una excepción, sea más difícil de lo que sería deseable. Y claro, aunque no se quiera esto lleva a que los problemas se vayan trasladando poco a poco al resto de aspectos de tu vida. Y así, sucesivamente, en un viaje indeseable de ida y vuelta que va acumulando tensiones y malos rollos. Naturalmente estos problemas se trasladan también al ámbito "correril" y aunque de momento las sesiones de entrenamiento no bajan en intensidad sí que es cierto que progresivamente la sensación que queda es que esas preocupaciones hacen que tampoco esas sesiones se asimilen de igual manera que hace poco tiempo y con ello la preocupación también va en aumento. Añadamos a ello cierto nivel de cansancio, lógico por otro lado, y al final el resultado es una montaña rusa de sensaciones contrapuestas que un día me llevan a lo más alto para, con demasiada frecuencia, pasar al día siguiente a una situación de desencanto con lo realizado. En fin, imagino que es lo que toca y con ello habrá que apechugar.
Acabado el apartado de lloros, esta semana tenía prevista una doble participación en el mundo de las carreras; el domingo me hubiera gustado poder estar presente en la primera edición del Gran Fons Vistes d'Algimia d'Alfara pero finalmente tuve que dejarlo de lado por una serie de motivos que o vienen al caso. Lo que sí viene al caso es el inicio en Titaguas de la Liga CxM Serranía. En esta edición de la Liga, que tuvo su primera edición en el 2010 si no mal recuerdo, está prevista la celebración de cinco pruebas, a saber: II CxM Las Fuentes de Titaguas (14/04), VI Media Maratón de Montaña Montes de Tuéjar (03/06), II SotExtrem (15/09), II Trail de Alpuente (30/09) y V Subida al Pico de Chelva (28/10). Una liga que a priori, con el conocimiento de que dispongo de las distintas pruebas, se presenta como una sucesión de carreras de dificultad media y con bonitos recorridos en los que disfrutar de esta pasión por el trail.

La comarca de la Serranía (o de los Serranos) limita al este con la comarca del Campo de Turia, al sur con las comarcas de Plana de Utiel-Requena y la Hoya de Buñol, al oeste con la provincia de Cuenca, y al norte con la comarcas del Alto Palancia y la Gúdar-Javalambre, ya en la provincia de Teruel. Los Serranos es una unidad geográfica limitada por las montañas antilicinales de orientación ibérica (NO-SE) de Javalambre por el norte y Sierra del Negrete por el sur. Entre éstas se encuentra la cuenca del río Turia, que se encuentra encajado entre espectaculares gargantas de paredes de hasta 200 metros de altura, como los de Santa Cruz de Moya, de Puente Alta en Calles y el de Chulilla. La unidad se caracteriza por los sistemas montañosos como las sierras del Remedio, la Talaya, Santa María, Sierra de los Bosques, etc. También se encuentran muelas calcáreas como las de Alpuente, Aras de los Olmos, etc. El Turia ha construido pequeñas vegas como las de Benagéber, Domeño, Tuéjar, Chelva y Loriguilla, de geología de tipo keuper, terreno muy propicio para la construcción de embalses. En esta comarca hay dos embalses, el de Benagéber y el de Loriguilla, que abastecen al área metropolitana de Valencia.
Bueno, el caso es que el sábado, a una hora poco habitual, las 16.30, daba inicio esta edición de la Liga con la celebración en Titaguas de la segunda edición de su CxM Las Fuentes de Titaguas. Aprovechando que por las fechas iba a estar en Albentosa decidí inscribirme para repetir experiencia después de la primera edición que tuvo lugar en el año 2010. En principio la carrera la recordaba como un circuito fácil, con un inicio explosivo, poco dado a mis características, pero que una vez se superaba la subida inicial permitía hacer una buena rodada sin exigirse demasiado. Por ello, a pesar de que el nivel de satisfacción durante la semana no se puede decir que fuera espectacular, sí que cayeron kilómetros, incluyendo una salidita el viernes, a priori día de descanso, en el que cayeron quince mil metros del ala, me planteaba la carrera como una nueva oportunidad de rodar por perfiles montañeros y seguir acumulando kilómetros para afrontar la MaMova de la semana que viene siempre con la vista puesta en la MiM. Añadamos a ello la salida del viernes santo que nos llevó a completar con la agradabilísima compañía de Jorge, Pallarés y Fede Arnau la primera mitad de la MiM, Castelló-Les Useres y creo que ello podrá explicar parte de la "desfeta" en Titaguas.
Titaguas es un pueblo accidentado por los contrafuertes meridionales de las sierras de Losilla y el Sabinar, que forma parte del conjunto de la sierra de Javalambre y drenado por el río Turia. Circundan a Titaguas los cerros de La Lámpara, Hontanar del Herrero, el Alto del Manzano, Muela Modorra y Castillo de la Cabrera, entre otros, todos ellos de las sierras de Losilla y del Sabinar.El terreno, arenisco y calizo, está regado por numerosas fuentes, como es la fuente del Oro, la del Hontanar (que suministra agua a la población) la del Rebollo, la de la Zarza... Algunas de ellas vienen definidas popularmente por ser saludables y con propiedades curativas. La mayor parte del término (un 70%) corresponden a montes de utilidad pública de titularidad municipal. Alrededor de 4.500 Ha. están cubiertas por bosques, mayoritariamente de pinos, encinas y sabinas. El clima es continental, de inviernos fríos y largos y veranos cortos y calurosos. Las precipitaciones de lluvia son frecuentes en primavera, siendo tormentosas en verano y de nieve en algún momento del invierno.
Bien, a lo que íbamos... acompañado en esta ocasión por David que también se encontraba por el pueblo, después de comer bastante antes de lo habitual, cogimos coche y embarcamos rumbo a la nueva aventura. El tiempo amenazaba con ponerse feo, de hecho a la altura de Arcos de las Salinas, escenario de la conocida Carrera de Alta Montaña, allá por el mes de noviembre, incluso nos encontramos con un poquito de aguanieve. Pese a ello, sin mayores contratiempos nos plantamos en la plaza del pueblo, escenario de la salida y llegada de la carrera y después de recoger el dorsal (en esta ocasión ni más ni menos que el dos) y de saludar a conocidos varios entre los que destaco al ya conocido Torko (nuevo carrerón el tuyo), fuimos haciendo tiempo hasta el momento de la salida. Llegado este instante nos ubicamos en una posición intermedia que nos garantizaba una salida cómoda para afrontar de manera inmediata la subida más dura del recorrido. Hay que tener en cuenta que en la salida eramos ciento setenta corredores, cantidad poco elevada para lo que se lleva por otros lares, pero que permite correr sin demasiados agobios. Llegado el momento de la salida y tras unos pocos metros de "respiro" aunque picando hacia arriba, se iniciaba la temida y anunciada subida inicial. Al principio por terreno hormigonado para poco después girar a la derecha y tomar una senda que entre árboles al inicio y en plena solana después (aunque poco sol había en ese momento) nos llevaba hasta arriba del todo. Salimos sin demasiada prisa pero tampoco chafando huevos con la intención de ir cogiendo ritmo pero la verdad es que estos inicios, al menos a mí, no me permiten coger ese ritmo de carrera ni de respiración que uno quisiera. Pero bueno, el caso es que empezamos la subida trotando con cierto buen ritmo aunque al final tocó parar y ponerse a caminar porque, ya digo, no me encontraba cómodo y encima alguno de los tramos tenía una pendiente espectacular. Para colmo, casi desde el principio de la senda empecé a notar como los gemelos iban a estar dando por saco durante todo el recorrido. Poco después del kilómetro y setecientos metros acababa la parte dura de la ascensión de manera que tocaba correr. Sin embargo, como ya he dicho, ni las sensaciones ni los gemelos iban finos así que incluso en este tramo más corredor me tocó caminar más de lo que hubiese querido a la espera de tiempos mejores. Aproximadamente en el kilómetro dos y medio estaba ya el primer avituallamiento y la tentación resultó fuerte y casi opto por el abandono pero al final decidí continuar al menos hasta el siguiente avituallamiento, a pesar de que llegó seguramente en el peor momento, físico y psicológico; por ello al final ni siquiera paré al objeto de evitar tentaciones mayores. Así, poco a poco, alcancé el kilómetro tres, con David ya por delante a pesar de que todavía podía verlo, y con un promedio desalentador de 7.43 minutos el kilómetro.
Llegados a este punto llegaba un perfil engañoso, con continuos toboganes que no recordaba y que a pesar de marcar una tendencia hacia abajo tampoco permitía coger un ritmo constante que me sirviese para ir dejando atrás las malas sensaciones. Al menos, a medida que iban pasando los metros, iba recuperando la respiración, aún sin forzar demasiado, y las piernas parecían ir entrando en calor así que el ánimo también iba subiendo poco a poco. El perfil descrito iba a mantenerse hasta poco antes del kilómetro siete y medio, inicio de la segunda ascensión reseñable del día. Antes de eso llegaba el segundo parcial, kilómetro seis, con un segundo tresmil en un ritmo medio de 5.10, mejor del que indicaban mis sensaciones...
Con las piernas más relajadas iniciaba el ascenso antes señalado que nos llevaría por senda hasta el punto más elevado de la carrera, por encima de los 1.100 metros de altitud. En esta ocasión intentaba de manera periódica trotar la subida pero cada vez que lo hacía, más pronto que tarde, llegaba el aviso de los gemelos y me tocaba parar. Pese a ello, la subida fue bastante mejor que la primera a pesar de que al final en un tramo de un kilómetro, entre el ocho y el nueve, se marcaba una pendiente media superior al 11%, mayor de lo que pensaba. Justo arriba de esta subida llegaba el tercer parcial del día, en esta ocasión a 6.38 el kilómetro.
Desde este momento, y hasta el kilómetro quince el perfil volvía a ser mayoritariamente descendente aunque seguía salpicado de pequeñas tachuelas que, inexorablemente, ponían a prueba mis piernas y, cómo no, mi cabeza. Dos kilómetros de bajada muy bonita por una senda que me parecía más complicada de lo que marcaba mi ritmo (probablemente fue el tramo más satisfactorio de la tarde), dejaban paso a una nueva tachuela y a un segundo tramo de descenso algo más complicado y menos corredor. El paso por el kilómetro doce (cuarto parcial a un ritmo de 5.31) nos llevaba a un quinto parcial con un kilómetro de descenso poco pronunciado, otro kilómetro y medio de falso llano por pista que al final picaba hacia arriba más de lo que parecía, y otro medio kilómetro de descenso hasta llegar al quince en un quinto parcial a 5.39. Alcanzado el quince tocaba volver a remar con un terreno complicado de ascenso no demasiado pronunciado que en otras circunstancias hubiera sido hasta trotador pero en el que mis piernas seguían negándose a correr.
Y así hasta el dieciséis y medio, momento en el que ya habíamos abandonado el recorrido del año 2010, y donde se iniciaba un largo descenso hasta el pueblo y así hasta completar los 18200 metros del recorrido, casi kilómetro y medio más que en la anterior edición, con un último parcial algo superior a los seis minutos por kilómetro, para hacer la entrada en meta, anunciada por el speaker como la de "un clásico de las carreras", algo que agradezco de corazón (uno, al final, tiene ese orgullo bien entendido y en este caso me enorgullece poder ser medianamente conocido en el mundillo aunque no sea por mis logros), en un tiempo oficial de 1.51.28, a una media de 6.08 el kilómetro, algo superior a lo previsto pero bastante mejor de lo que mis piernas daban a entender durante todo el recorrido. Y me quedo con el tiempo, que no es del todo malo a pesar de las circunstancias, tratando de olvidar lo demás.
Original detalle de finisher
Al llegar a meta, bonito detalle de la organización, con "medalla de tronco" de finisher para todos, avituallamiento final más que correcto, con horchata y todo y muy buen ambiente en la plaza del pueblo. David al final entraba tres minutos antes que yo y Torko, como ya he dicho bastante antes. En cuanto a la organización poco que reprochar. Buen marcaje, avituallamientos, incluido el de meta más que correctos y, como casi siempre, trato exquisito al corredor. El circuito bastante mejorado con los cambios respecto al año 2010 y la bolsa del corredor más que correcta. En fin chicos, gracias a todos, organizadores, voluntarios y al pueblo de Titaguas en general por permitirnos disfrutar un día más de esta pasión por correr. A partir de aquí, entramos en la parte decisiva de la preparación para la MiM, con la MaMoVa la semana que viene, la MAMUFI (esta simplemente para completar la salida programada pero sin forzar para el día 29) y una última salida que me debe llevar a completar a ritmo de entrenamiento la segunda mitad de la MiM diez días antes de la gran cita. Pero, como siempre, esto serán otras historias que contaré en su momento. De momento los habituales enlaces de todas las entradas...


Perfil de la carrera en Wikiloc

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