domingo, 4 de marzo de 2012

XXIX Mitja Marató de Vila-real; una carrera diferente

Cartel de esta prueba 
Después de la mala suerte que se cebó conmigo en forma de virus el pasado fin de semana y que finalmente provocó mi ausencia en una carrera tan especial para mí como es el Maratón de Espadán, la semana ha sido extraña pero productiva. Y digo extraña porque hasta prácticamente el viernes mi estado no ha acabado de ser del todo bueno y ello se ha notado bastante en los entrenamientos que, a pesar de que en general eran satisfactorios, siempre dejaban un regusto en forma de flojera en las piernas. Y todo ello en una semana que estaba señalada como clave en mi calendario de preparación para la ya inminente Maratona di Roma. Afortunadamente las circunstancias me obligaron a descansar el jueves y lo que en principio me fastidió bastante acabó por convertirse en una circunstancia clave en mi definitiva recuperación. Con todo ello el viernes retomaba el entrenamiento y lo que inicialmente se preveía una toma de contacto con el asfalto sin más pretensión que hacer un rodada suave acababa en una sesión de más de una hora con unos veinte minutos finales muy explosivos y, al tiempo, muy satisfactorios. Sin embargo en el aire quedaba la incógnita de cómo iba a responder el cuerpo durante un fin de semana que se antojaba duro porque mi planteamiento pasaba por afrontar el sábado la última rodada larga antes de Roma, dejando para el domingo una prueba en forma de Media Maratón a ritmo de objetivo en Roma. La rodada del sábado acabó muy bien y me dejó muy contento, treinta kilómetros a un ritmo medio de 5.28 y unas pulsaciones medias de 135 y, lo más importante, con muy buen feeling y la cabeza a tope de confianza. Y con todos estos antecedentes quedaba el postre de la semana, esos veintiún kilómetros por las calles de Vila-real.
Conocido últimamente por las gestas de su club de fútbol, al que pese a mi pasión por el C.D. Castellón no me queda más que agradeecerle su esponsorización de mi club, Mur i Castell-Tuga, Fue fundada el 20 de febrero de 1274 (738 años) por el rey Jaime I de Aragón (de ahí su nombre), para afianzar la reconquista de la zona, y situada estratégicamente sobre la antigua Vía Augusta romana a 65 km de Valencia, y en las cercanías de Burriana, hasta ese momento villa en manos de los musulmanes y en cuyo término municipal fue fundada Villarreal. Fue villa real desde su fundación, con representación en las Cortes y Diputación del Reino y tuvo el privilegio de usar como insignia propia el pendón real cuatribarrado. Formó parte del brazo real en las Cortes Valencianas y participó muy activamente en las mismas.

En su fundación, la ciudad tenía forma de planta hipodámica: un rectángulo amurallado cruzado por dos calles principales (cardo y decumano) que en su intersección central determinan una Plaza Mayor porticada, la Plaza de la villa.
La villa original, rodeada de murallas, se expandió extramuros a partir del siglo XIV debido al aumento de población, en los llamados arrabales de Castellón y de Valencia, llamados posteriormente de San Pascual y del Carmen, por estar el antiguo convento carmelita y el santuario-monasterio donde reposan los restos del santo patrón.
Los desequilibrios demográficos y económicos que caracterizan el siglo XV se tradujeron, a inicios del XVI, en constantes conflictos con los mudéjares de los señoríos vecinos y en una participación corta, pero muy activa, a favor de las Germanías.
En el siglo XVI muere en el convento del Rosario el fraile alcantarino Pascual Baylón, cuyo sepulcro en la ciudad será un foco de fuerte influencia religiosa al construirse su capilla con la protección de Carlos II de España. Entre 1566 y 1675 se amplió la huerta tradicional regada por la Sequía Major, Sequiola, Sobrirana (de arriba) y Jussana (de abajo) y se roturó la mayor parte del secano (Madrigal, Pinella y Pla Redó).
En 1706, durante la Guerra de Sucesión, ante la resistencia ofrecida por algunos vecinos de la villa, partidarios del archiduque Carlos de Austria, las tropas borbónicas del conde de las Torres de Alcorrin que desde San Mateo intentaban llegar hasta Valencia, ocupada por las tropas de Basset, asaltan sus murallas y se produce un combate con más de quinientos muertos entre ambos bandos, a la vez que el incendio de algunos edificios. El ascenso de la dinastía borbónica favoreció la vida económica de la villa, haciendo que a lo largo del siglo su población se cuadruplicara y que en la segunda mitad del XVIII viera nacer las primeras industrias de transformación textil, al tiempo que la población se involucra en los distintos conflictos y revueltas que sacuden a España, sufriendo sucesivos ataques e incendios durante las guerras carlistas. En la segunda mitad del siglo XIX, gracias a personalidades como el político José Polo de Bernabé, se introduce el cultivo comercial de la naranja, que le da un gran impulso económico a la ciudad, tanto de la mano de hombres de negocios como por parte de distintas cooperativas, al tiempo que se excavan pozos para el riego y se ponen en activo grandes extensiones de tierras de secano.
Ya en el siglo XX, tras la Guerra Civil Española, los beneficios obtenidos en este comercio facilitaron a algunos empresarios la instalación de fabricas de baldosas cerámicas, con el fin de diversificar el entramado productivo. Este tipo de industria ha seguido en expansión hasta nuestros días, siendo la principal fuente de ingresos de la economía local.


Antes de la salida con Rubén y con Marco
Y así llegaba el domingo; a las siete y cuarto quedaba con Rubén para coger el coche y marchar a tierras de la Plana para afrontar la última estación de mi particular procesión de penitencia de este fin de semana. Y al levantarme lo hacía con dudas sobre cuál debía ser mi planteamiento para esta carrera. Debo reconocer que un "encendido" debate durante el sábado en el facebook al respecto de la idoneidad de mi preparación había hecho que me plantease cambiar la estrategia aunque a estas alturas de la mañana no lo tenía todavía claro. El caso es que con puntualidad partíamos rumo a Vila-real y durante el trayecto acababa por decidir que mi objetivo en la misma iba a ser el de acompañar a Rubén para intentar que sus prestaciones fueran lo más satisfactorias posible. Con bastante tiempo llegábamos a la zona de salida y después de recoger el dorsal y de hacernos un café nos dirigíamos a la línea de salida dispuesto en mi caso a afrontar una experiencia diferente a las habituales. Antes de la salida coincidíamos con Marco y con Jordi, en plena preparación éste último de su experiencia en la Media de Vigo. Y así, sin calentamiento y plantados en la zona trasera del grupo se daba la salida y a partir de ese momento empezaba un agradable paseo por las calles de la ciudad. Pronto, antes del primer kilómetro, nos quedábamos como los farolillos rojos de la carrera pero eso no tenía ninguna importancia. En estos momentos iba muy pendiente del ritmo que marcaba Rubén para comprobar que no fuera más alto del que convenía. Y así, en compañía de otro corredor, íbamos consiguiendo estabilizar un ritmo que inicialmente era de 6.20 y que poco a poco íbamos ajustando en torno a los 6.45. En esa ocasión, para evitar estar demasiado pendiente del ritmo y de agobiar a Rubén, los tiempos de paso estaban marcados para cada tres kilómetros. Y así, en un circuito llano, muy llano, y con unas condiciones meteorológicas excepcionales, íbamos devorando poco a poco metros de asfalto.

Primera vuelta, con Rubén
Importante destacar que la gente en todo momento, a pesar de no ser demasiado numerosa, sí que estaba volcada con nosotros. No sé si con el resto de gente era igual pero nosotros, en la cola de la carrera y descolgados de los que nos precedían, notábamos en todo momento el aliento de la gente y su apoyo. Y así iba transcurriendo todo, según lo previsto, con Rubén aparentemente entero y con tiempos de paso para los tres primeros tresmiles de 19.08 (6.23 x Km), 20.11 (6.44 x Km) y 20.06 (6.42 x Km). Sin embargo, sobrepasado el kilómetro nueve empezaban los síntomas preocupantes que indicaban que algo no acababa de marchar; Rubén iba mal de cabeza y no encontraba del todo a gusto. Pese a ello seguía intentando que no se hundiese pero al final iba a resultar inútil con una primera "parada" a caminar un poco antes del segundo avituallamiento y el anuncio definitivo de que al paso por meta lo dejaba. Pese a ello aún lo acompañé hasta casi ese punto y después de la enésima confirmación de que lo dejaba, apenas doscientos metros antes de meta decidía seguir adelante con nuevos objetivos. Y llegaba el primer paso por meta en una hora y diez minutos aproximadamente....
De momento las piernas respondían sin apenas síntomas de la paliza del sábado así que me planteé como primer objetivo de la segunda vuelta ponerme en ritmos en torno al 4.40-4.45 hasta allá donde las piernas dijesen basta. Y así, cambiando el ritmo y empezando a "devorar" a compañeros que iban por delante pero sin forzar la máquina a tope fueron pasando los kilómetros. Así, en el cuarto tresmil, a caballo entre las dos carreras de hoy ya marcaba un tiempo de 16.25, a 5.29 el kilómetro. Estaba ya en el kilómetro doce y seguía con buenas piernas así que era cuestión de seguir adelante. Siempre con un objetivo por delante que me servía de acicate para mantener un buen ritmo seguía con buenas sensaciones y así, casi sin darme cuenta, alcanzaba el kilómetro quince y, con ello, el quinto parcial: 13:35 a una media de 4.32 el kilómetro. Imagino que los voluntarios que iba encontrando a mi paso no debían entender nada, como alguien tan atrás llevaba un ritmo tan distinto a lo que indicaba su posición en carrera. De hecho incluso hubo uno de ellos que me aconsejaba no ser tan conservador en otras carreras....

Y segunda vuelta, a la caza de "rezagados"
Quedaban seis kilómetros para meta y a pesar de seguir con buenas piernas, de manera consciente decido bajar un poco el pistón y me pongo en ritmos de 4.40 aproximadamente. A ese ritmo los kilómetros caían rápidos y pronto veía por delante a Jordi, el Xertolí. En el momento de darle alcance decidí quedarme un rato a su lado y tratar de animarle en un momento que imaginaba sería de los difíciles de la carrera para él. Pero enseguida me dio "vía libre" para seguir así que dejándole atrás seguía con mi particular carrera. Y así pasaba el kilómetro dieciocho con un sexto parcial de 14.12 a 4.44 de media. Sin solución de continuidad y con unas piernas que seguían increíblemente frescas a estas alturas de carrera, había que acabar la misma de la mejor manera posible y, claro, ya puestos, por debajo de las dos horas. Pese a ello volví a bajar ligeramente el ritmo porque me daba miedo tener algún percance muscular pero aún con todo seguía con mucho ánimo y fuerza hasta final de carrera con un último parcial de 14.23 a 4.48 de media y entrando en meta muy suelto y con mucha fuerza. Al final 1.58.04 reales y muy contento porque las prestaciones de la segunda vuelta habían sido en todos los aspectos muy superiores a las esperadas.
Acabada la carrera pues un poco habitual últimamente periodo de postcarrera en el que pude charlar con el maestro Mountainrunning que no se pierde ninguna con marco, mi compi de trabajo al que me faltó poco para dar alcance y que conseguía rebajar dos minutos su marca, y con una numerosa representación de los Lastres, con Virgilio, los "Pacheco Brothers" y Raquel, segunda veterana en meta. Y así, entre risas dábamos por finalizada la experiencia de este domingo en Vila-real y poníamos rumbo a Valencia después de comprobar cómo, una vez más, la suerte de los sorteos era para otros.
En fin, buen fin de semana y a partir de ahora a bajar ligeramente el pistón para poder afrontar Roma, como dicen algunos, con hambre de kilómetros. Pese a ello todavía habrá una nueva entrada antes de la de Roma en este blog. Para el fin de semana que viene toca paseo por Moixent y su Outlet Trail, eso sí afrontado como agradable paseo. Hasta ese momento os dejo los habituales enlaces.


Perfil de la carrera en Wikiloc

2 comentarios:

Jose dijo...

Hola Tinyo
Ves con cuidado que con tantos kilómetros semanales le vas a dar la vuelta al cuentakilómetros jajaja...

Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

Tinyo dijo...

Hola Jose; ya ves, apretando un poquito el culo para afrontar lo de Roma con la conciencia tranquila. De todas formas vosotros tampoco es que hagáis cortos.
Saludos