lunes, 24 de octubre de 2011

VII Volta pel Benicadell, sigue la mejora

Cartel de la carrera
Este fin de semana nos hemos desplazado toda la familia hasta la localidad de Quatretonda, en la Vall d'Albaida para pasar unos agradables días en compañía del veins, Rubén i Clara y sus "retacos" en casa de los padres de Rubén. Así, el viernes, después de una "agradable" reunión de vecinos casi a las once de la noche cogía el coche y me iba con Rubén al encuentro del resto de las respectivas familias que ya habían hecho el camino horas antes.
El sábado, todavía con las primeras luces de la mañana aprovechamos los dos para dar buena cuenta de una agradable ruta senderista por la Sierra de Quatretonda, a través de un recorrido inicialmente exigente pero con mucha tranquilidad dado que al día siguiente nos tocaba "tute". Aprovechamos el día para visitar Xàtiva y recorrer las calles de Quetretonda y prontito a dormir que al día siguiente, también prontito, Rubén y yo nos íbamos a Salem para participar en otra de las carreras del III Circuito de Carreras de la Vall d'Albaida, la VII Volta pel Benicadell. En esta ocasión el trayecto hasta Salem era corto así que muy pronto nos plantamos en la salida. El día había amanecido gris y al fondo se dejaba ver el Benicadell. Con todo el tiempo del mundo recogimos el dorsal y ante el desconocimiento del recorrido preguntamos a uno de los voluntarios por si nos podía indicar más o menos el recorrido ya que la subida se podía intuir desde dónde nos encontrábamos. ¿El resultado?, desalentador. Si lo que este hombre nos dijo hubiera sido verdad casi que lo mejor hubiera sido no salir porque la subida era "recta" hacia arriba, con "arxilagues" y piedra suelta por todos los lados. Encima el speaker no hacía más que repetir que muchísima precaución en la bajada porque "hasta allí no llegan las ambulancias y seguro que más de una caída habrá". Vamos, para echarse a temblar.
Pero bueno, al final, con algo de temor en el cuerpo, llegó el momento de la salida y, como siempre a correr como locos...
Aquí tenéis la cima del Benicadell, cortesía de la web
La montaña es mi reino

Al igual que la semana pasada en l'Olleria salgo de muy atrás y ello me obliga, casi sin quererlo a adelantar a un buen grupo de gente en los primeros metros de la carrera. Según el perfil los primeros cinco kilómetros eran los más asequibles de la primera mitad que nos debía llevar al punto más alto del recorrido así que sin querer forzar más de lo necesario sí que el ritmo inicial volvía a ser rapidillo. Sin embargo, a diferencia de la semana pasada, en esta ocasión iba muy cómodo en este ritmo. Dentro de este tramo teníamos un primer momento, más o menos kilómetro y medio, que picaba para abajo, otro kilómetro y medio que picaba bastante para arriba (unos 130 metros de D+), un tercer tramo de kilómetro y medio que también picaba para abajo y que nos dejaba a los pies de la subida verdadera hacia el Benicadell. Cinco kilómetros que alcanzamos treinta minutos justos y bastante entero para afrontar la parte dura de la prueba, aquella que teóricamente tenía que ser algo parecido al infierno.
A partir de este punto, y a la espera de la parte complicada, la carrera discurre por una senda muy bien arreglada (en algún tramo recientemente) y que permitía un buen pisar. Los dos siguientes kilómetros eran los realmente exigentes de la carrera, con desniveles medios del 14 y del 12 por cien. Viendo que la subida era exigente (y temeroso de lo que teóricamente debía venir) y que el propósito del día era seguir acumulando kilómetros y competición, mi planteamiento fue el de hacerla caminando. Cierto es que algún tramo lo hubiera corrido pero finalmente, una vez alcanzado un buen ritmo de subida que me permitía sobrepasar a muchos compañeros, prefería mantener el ritmo de crucero y no forzar demasiado. Sobrepasados estos dos kilómetros todavía quedaba el octavo parcial, también de ascensión pero con muchos tramos de falsos llanos, que tenía un desnivel cercano al 5% y en el que sí que me animé a forzar un poquito la marchar y correrlo en parte. Del infierno ni rastro así que al final llegué arriba mucho más entero, incluso, de lo que hubiera deseado. Segundo "parcial"  de tres kilómetros completado en 27 minutos y aquí empezaba el tercer tramo de la carrera..... a bajar!!!!
Tampoco en este tramo las cosas eran tan feas como las habían pintado. La bajada no era nada técnica y se prestaba a correr con alegría. Al poco de iniciar la bajada pasamos por, creo, la caseta del guarda donde, sin parar, aproveché para hidratarme un poquito que aquí ya empezaba a picar un poquito el calor, y a seguir con la bajada. Más allá de los tiempos de paso lo importante para mí es que hacía tiempo que no me encontraba tan a gusto ni tan cómodo bajando. Con la misma política de no forzar más de lo necesario pero con muy buenas sensaciones fui completando el descenso que me debía de llevar hasta el kilómetro 14. Dos kilómetros, el nueve y el diez, de descenso bastante pronunciado por una senda muy bonita y que en este tramo tenía las zonas más técnicas, para un parcial de 10.07, seguidos por otros dos mucho menos pronunciados y con más toboganes, transitados en 9.41, y los dos últimos de bajada, hasta el catorce, por pista buena parte de ellos aunque con un tramo de senda al principio algo más complicado y que completo en 9.52.
Llegados aquí quedaba volver al pueblo por dónde habíamos salido así que en este caso tocaba volver a subir. Y debo reconocer que en este punto me dejé llevar del todo porque las piernas daban para más pero viendo que el 1.30 se me iba a escapar por poco bajé el pistón y me limité a acabar la carrera sin más. Último tramo a 6.24 de ritmo medio y entrada en meta en 1.32.42 (siete segundos más según el tiempo oficial). En esta ocasión no pude entrar en meta con Leyre porque llegaron tarde así que solamente quedaba ducharse y volver a esperar a Rubén que en su cuarta carrera desde que debutó en Vilafranca acababa en algo más de dos horas.... bien!!!!
Resumiendo; estamos ante una carrera que personalmente me sorprendió gratamente tanto por el nivel organizativo como por su recorrido. Quince kilómetros que permiten "volar" a los velociraptors pero que también son una buena ocasión para ir iniciándose en esto del trail. Gracias al pueblo de Salem por el trato recibido y ésta queda apuntada para ediciones futuras siempre que el calendario nos dé un respiro por estas fechas, que no siempre es así. Aquí tenéis los habituales enlaces a los tracks y si alguien tiene ocasión de trotar por la zona que no lo dude, estamos ante un buen entrenamiento.



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