Cartel de la prueba |
Todos sabéis que estos últimos meses he andado muy "ocupado" preparando algo que no estaba previsto para este momento pero que las circunstancias pusieron a tiro de piedra y no hubo más remedio que afrontar. Pero a pesar de la ilusión y la entrega con las que he estado preparando la Maratona di Roma en ningún momento he olvidado cuál era el objetivo prioritario y casi absoluto para este año 2012, la Marató i Mitja. Después de un magnífico año 2010 en el que conseguí algo que parecía una quimera como fue ese sub-8, el 2011 vino cargado de malas sensaciones hasta bien avanzado el año y ello provocó, entre otras cosas, mi renuncia a la MiM. Desde ese mismo momento, un par de semanas antes de la prueba, la edición del 2012 se convirtió en objetivo prioritario para este año, situación que desgraciadamente se consolidó con la tragedia que nos tocó vivir pocos días después de la edición del año pasado. Y es que, si como esa Amiga que nos dejó decía en su última entrada en el blog, lo "importante es estar", evidentemente allí estaremos con todas nuestras ganas para dedicar el día a la memoria de un ángel que nos abandonó. Y todo esto viene a cuento porque esta mañana, en tierras valencianas ha empezado mi asalto a esa carrera mítica ya que si en ningún momento he abandonado mis sendas y mis montañas, ahora sí podemos decir que ha empezado de verdad mi temporada montañera.
Declarado por Acuerdo del Consell de la Generalitat de fecha 8 de febrero de 2002, el Paraje Natural Municipal Les Rodanes, con una superficie de 591,77 ha, se localiza en el monte de utilidad pública denominado Les Rodanes, en el término municipal de Vilamarxant en la provincia de Valencia, estableciéndose además una franja de protección de 500 m. Les Rodanes presenta un elevado valor natural, pudiéndose ser catalogado como una singularidad litológica, incluso de la Comunidad Valenciana, por presentar litologías silíceas de areniscas del triásico de la facies del Bundsantein, conocidas como rodeno y que tan escasas son en el resto de la Comunidad Valenciana, donde predominan las calizas y dolomías cretácicas y jurásicas. Además presenta una desarrollada geomorfología hipógea, constituida por 11 cuevas y simas. La presencia de estas litologías originan, junto a los distintos factores ambientales, que se desarrollen suelos característicos que sustentan un elevado número de especies vegetales, contabilizándose hasta un total de 170 taxones distribuidos entre las diferentes asociaciones vegetales presentes en Les Rodanes. Destaca la vegetación característica de suelos pobres en bases desarrollados sobre las areniscas y argilitas del Bundsantein, dominada por formaciones de estepa negra y jaguarzo morisco. La fauna también se encuentra bien representada en este paraje natural municipal, destacando el grupo de las aves con cerca de 50 especies presentes y el de los mamíferos con 15. De entre las aves se puede citar el ratonero común, el cernícalo vulgar, la lechuza común, el autillo y el mochuelo común, de los mamíferos destaca la comadreja, el zorro y el jabalí. Posee además un elevado valor de posición al constituir la masa vegetal mejor conservada en el entorno metropolitano de Valencia, razón por la cual ha sido incluida en el futuro Parque Metropolitano del Turia.
Encuadrada dentro del Circuito Trail Valencia 2012, de la que es la primera carrera, la aventura de esta mañana nos llevaba a afrontar el III Trail Les Rodanes de Vilamarxant. Hace un par de años tuve el placer y la sorpresa de descubrir la zona de Les Rodanes gracias a lo que fue la primera edición de esta carrera. Por aquel entonces me impresionó la zona así que a pesar de lo cerca que estaba de Roma, desde el momento en que vi que se celebraba esta tercera edición me pareció una buena carrera para iniciar mi asalto a la MiM 2012. Dicho y hecho; de nuevo en compañía de Rubén, quien en esta ocasión se decantaba por la prueba para principiantes, afrontábamos el breve recorrido en coche que nos dejaba en el Polideportivo Municipal donde se ubicaba la zona de salida de la carrera dispuestos a dar buena cuenta de un recorrido que recordaba como bastante más exigente de lo que a priori marcaba el perfil. Además para esta edición el kilómetro diecisiete parecía esconder una subida de esas en las que como llegues justito puedes pasarlo mal de verdad.
Después de saludar a alguno de los conocidos que en todas las carreras vana apareciendo por la salida, me dispuse a colocarme en la línea de salida dispuesto a afrontar los veintitrés kilómetros de que constaba esta edición. Para el regreso a la montaña mi objetivo era solamente disfrutar, sin marcarme ningún tiempo previsto, y tratar de correr durante las dos horas y media largas que calculaba a priori con buenas sensaciones y dominando un cansancio muscular que imaginaba que estaría ahí como recordatorio de la aventura romana. Así que en el momento de empezar me coloqué en una posición intermedia, bien arropado por el grupo y me dispuse a iniciar esta nueva aventura por las sendas, la que hace 111 si mis cuentas no fallan. Al principio el circuito daba una vuelta por los alrededores de la zona de salida, imagino que para que el pelotón se disgregase y evitar en lo posible los tapones. De esta manera, después de aproximadamente setecientos metros nos adentrábamos ya en las pistas de tierra y durante un par de kilómetros el recorrido iba llevándonos por una continua sucesión de sube y bajas que finalmente desembocaban en un pequeño tramo de asfalto que nos llevaba a las faldas de las Rodanas, ya metidos en pleno Paraje Natural.
Y me permitiréis que aproveche este momento para volver a mostrar mi indignación con todos aquéllos que van sembrando el monte de restos de geles y barritas sin importarles lo más mínimo este detalle. Con lo poco que cuesta guardar los restos hasta el siguiente avituallamiento es una verdadera lacra observar carrera a carrera como las sendas se llenan de porquería. Un cero absoluto para todos...
Decía antes que la carrera nos dejaba a las faldas de Les Rodanes. Para este momento ya habíamos transitado el kilómetro cuatro y de momento las cosas marchaban según lo previsto, a ritmo de crucero y con buenas sensaciones. Se iniciaba ahora la primera ascensión del día; un par de kilómetros de subida sostenida con un desnivel aproximado del 7%. Como me encontraba cómodo intentaba mantener el trote durante el mayor tiempo posible y la verdad es que era una agradable sorpresa comprobar como ese trote se mantenía durante prácticamente toda esta primera subida aunque hay que decir que seguía siendo a un ritmo tranquilo. Finalizada la ascensión tocaba bajar; otros dos kilómetros de descenso bastante sostenido y por pista en gran parte del tramo que me servían para seguir manteniendo ese ritmo cómodo que llevaba desde el principio y para comprobar que a estas alturas de la historia, kilómetro ocho, las piernas todavía resistían el órdago al que las sometía.
Entrábamos ahora en un tramo de carrera que sin ser duro del todo sí que se mostraba incómodo, con continuados toboganes que no impedían un ritmo sostenido pero que seguramente acabarían por dejarse notar. Además entre el kilómetro ocho y casi el once la tendencia era "alcista" así que poco a poco las fuerzas iban minándose con un recorrido que, tal y como recordaba del 2010, se mostraba bastante más exigente de lo que aparentaba sobre el papel. Llegados al once teníamos otro kilómetro de descenso, descenso que como casi todos los del día no era en absoluto por terreno cómodo y a partir de ahí un nuevo tramo hasta el diecisiete de continuos toboganes, con algún tramo de pista pero que iban haciendo mella en mis piernas. De hecho los kilómetros dieciséis y diecisiete serían con diferencia los peores del día y presagiaban de todo menos bueno.
En plena ascensión... |
"Afortunadamente" en el diecisiete, un kilómetro después de haber alcanzado a Rubén en su periplo por la ruta corta y de haberlo dejado atrás (luego supe que con molestias que no le impidieron acabar), empezaba la subida dura del día: novecientos metros de ascensión dura de las de verdad, con un primer tramo de apenas quinientos metros con un desnivel del 26% que daba paso, después de cien metros escasos a un segundo tramo que nos dejaba en las antenas con un desnivel del 10% aproximadamente. Alcanzado este punto, y después del avituallamiento más serio del día para quien esto escribe que se saltó varios (el segundo y último), tocaba empezar a descender por una senda algo más cómoda que las anteriores. Sorprendentemente a la vista de las sensaciones anteriores a la subida la misma la hice con buenas piernas aunque a ritmos siempre cómodos y al llegar a las antenas no quedaban restos de las molestias anteriores así que pude centrarme en hacer un descenso en condiciones, siempre con las lógicas precauciones y más en un momento en el que seguía sin tener claro que las piernas fueran a tener la agilidad y soltura necesarias en caso de "susto".
Momento de la entrada en meta |
En fin, buena carrera, buena organización con el único pero del cronometraje sin chip pero con buenos avituallamientos, una buena bolsa del corredor y buenos servicios en meta, y un circuito bien marcado. La semana que viene nos vamos a tierras de la Vall d'Albaida a dar buena cuenta de la Media Maratón de Montaña de Carrícola que será el motivo de la próxima entrada en este blog. Hasta entonces los habituales enlaces...
Perfil de la carrera en Wikiloc |
3 comentarios:
Les Rodanes de Vilamarxant se ven duras aunque tu objetivo el la Marato i Mitja es de una dureza extraordinaria.Ánimo y a por el reto de la temporada.
Hola Tinyo
Conozco esta ruta, pero ya sabes, algo más pausado, sin prisas, simplemente andando jajaja.
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Ramón, después de la Maratona di Roma fue una agradable sorpresa poder acabar con tanta suficiencia la carrera del domingo, buena señal de cara a la MiM.
Jose, cada uno a la suya... unos corremos y otros andáis pero todos por amor a la naturaleza...
Gracias por la visita
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