Cartel de una espectacular carrera |
Entramos en el mes de abril; aunque parece que el año empezó ayer las cosas se desarrollan de manera vertiginosa y ya nos hemos chupado un tercio del 2012. Y llegados a este punto parece que se aproximan días complejos a nivel laboral, algo que evidentemente puede acabar por afectar a todos los aspectos de la vida. Pero a pesar de ello creo que debemos intentar ser positivos y ver las cosas con un halo de optimismo y tratar de que esas dificultades no se trasladen demasiado al día a día. Es evidente que junto a la familia y a los amigos es muy importante encontrar alguna vía de escape que nos permita evadirnos aunque sea un ratito de los problemas cotidianos y aquí es donde aparece este mundillo de las carreras. El año pasado, aunque de manera diferente, a estas alturas también estaba resultando complicado el día a día en el trabajo. Mi mayor error entonces fue dejarme arrastrar por la vorágine que imponía el día a día y dejar que esa vorágine afectase a esos otros aspectos de mi vida; este año estoy plenamente decidido a que eso no vuelva a ocurrir y, más importante aún, estoy convencido de que así será y que la familia y la montaña, el running, serán mis vías de escape para hacer frente a esas dificultades que inexorablemente se acercan paso a paso y van dejando un ligero poso de decepción en la cabecita de quien esto escribe. Poco a poco esa ilusión en que se convirtió la Maratona di Roma quedó atrás y empieza a verse como un inolvidable recuerdo y como un hito en mi historia como corredor popular. Pero ahora toca seguir adelante y marcarse nuevos retos. Y a estas alturas el reto es claro; tal y como ya indiqué en la entrada anterior la Marató i Mitja asoma por ahí, cercana, muy cercana, y con ello la ilusión cambia de nombre y de territorio, volviendo a mis queridas sendas y con muchas ganas de saldar varias cuentas pendientes con la carrera. Y en este entorno debemos ubicar la carrera de ayer, la Mitja Marató de Muntanya Carrícola-Compaq.
El recorrido de la prueba sobre un plano del término |
Situado en la vertiente norte de la Sierra del Benicadell, la superficie de Carrícola es montañosa, especialmente en las estribaciones de la sierra, donde alcanza los 812 metros de altitud en el alto de la Fontfreda. El clima es templado, con inviernos fríos; los vientos dominantes son los del oeste y este. Drenan el término los barrancos del Castellet y del Pleit: el término municipal de Carrícola, ubicado en la Vall d'Albaida, limita con las siguientes localidades: Atzeneta d'Albaida, Bélgida, Búfali y Palomar.
La localidad tiene su origen en una alquería musulmana que el Rey Jaume I cedió junto con la Torre del Castellet, que hoy se encuentra en el término de Palomar, a Berenguela Alonso en 1270. En 1273 pasa, también por donación del Conqueridor, al Obispo de valencia. La Baronía de Carrícola fue vinculada, en 1477, por el Cardenal Lluís Joan del Milà i Borja y recaló posteriormente en los Orense y los Tamarit. Fue lugar de moriscos y contaba antes de la expulsión con 56 casas.
Basada tradicionalmente en la agricultura, la casi totalidad de los cultivos de Carrícola, que en la actualidad cuenta con 79 censados (2011), son de secano (almandros, algarrobos y olivos). Carrícola ha sido pionera en la introducción de la agricultura ecológica como iniciativa de desarrollo sostenible. A través de ella se han podido generar beneficios económicos y en forma de oferta de productos que hacen factible iniciativas de turismo rural. Así Carrícola se convierte en excelenta lugar para el inicio de rutas dentro de los parajes naturales que envuelven el municipio, enclavado en la Sierra del Benicadell.
A esta parte del mundo me llevaba la aventura del fin de semana. Ya el año pasado estuve a punto de ser parte de la primera edición de esta carrera de montaña pero mi mal estado de forma y poco motivación por aquel entonces me alejaron de ella. Este año, sin embargo, desde el momento en que supe de su celebración pasó a formar parte de mis carreras marcadas, ansioso por conocer la zona y de volver a disfrutar de la compañía del Benicadell. No hace demasiados meses ya tuve ocasión de correr por la zona, en la Volta pel Benicadell con salida en Salem; en esta ocasión la carrera nos llevaba a recorrer en toda su extensión la zona de la Ombría del Benicadell. Como ocurrió en la carrera de Salem, pasé la noche en Quatretonda, invitado por Rubén, lo que nos permitió, especialmente a mi, evitar un madrugón de esos que hacen historia. De esta manera tras un corto viaje en coche nos plantábamos con tiempo de sobra en Carrícola donde, a pesar de que todavía quedaba un rato largo para el inicio de la carrera, ya se vivía ambiente de carrera y de fiesta. Da gusto llegar a sitios donde, como ocurrió ayer, un pueblo se vuelca en un acontecimiento con el cariño y la entrega con el que lo hace Carrícola (por algo es el único pueblo que yo conozca que dedica un monumento al corredor); con la noticia de la renuncia definitiva de Rubén, todavía con molestias resultado de la Maratona di Roma y de Les Rodanes de Vilamarxant, y con un creciente estado de excitación que trasladaba el espectacular ambiente que se respiraba en la plaza de Carrícola fuimos viviendo los momentos previos al inicio de la carrera hasta que, casi sin darme cuenta, me encontraba ya en la línea de salida a la espera del cohete que daría inicio a la misma. Antes una agradable sorpresa cual fue la presencia de Torko en la línea de salida (enhorabuena por el retorno, campeón) y en la misma línea de salida la no menos agradable presencia de Ana, la Asgarradeta que también pululaba por allí con problemas con el Garmin. El objetivo era todavía impreciso; no tenía claro cómo afrontar la carrera aunque es cierto que un tiempo en torno a las dos horas y quince minutos fue lo que le predije a Rubén.
Kilómetro tres |
Llegado el momento de la salida, ubicado en una zona intermedia del pelotón salimos, como no podía ser de otra manera a tota canya. El inicio de la prueba se desarrolla por los alrededores del pueblo, con la intención, imagino, de deshacer el pelotón y evitar los típicos atascos. Sin embargo, transcurrido el primer kilómetro la carrera empieza ya a picar hacia arriba y nos dirige directamente hacia el Castillo. Cierto es que la pendiente no es exagerada pero hasta el kilómetro cuatro, sobrepasada ya la torre no deja de picar hacia arriba, dejando además lo más duro para los doscientos metros finales de ascensión. A pesar de ello el inicio de la carrera fue bastante bueno, con buenas piernas aunque siempre reservando bastante para evitar sustos que uno todavía no las tiene todas consigo en la montaña. En este tramo de subida llegaba el primer parcial en el Garmin, el de los tres kilómetros que transito a una media de 5.13 el kilómetro (¿demasiado rápido?).
Superado el castillo nos esperaba un kilómetro de fácil descenso que, sin embargo, se convirtió en el tramo más difícil del día. no sé si sería el calor que empezaba a apretar o un mal momento sin motivo aparente pero lo cierto es que en el momento de tener que empezar a correr más rápido las piernas no acabaron de mandarme buenas señales. A la vista de ello me tomé las cosas con mucha calma a la espera de que llegasen mejores momentos y así, poco a poco, me planté en el kilómetro seis, con un segundo parcial de 7.45 el kilómetro. A partir del cinco había empezado una subida que, sin ser muy dura, nos llevaría finalmente hasta el kilómetro doce, donde se ubicaba la cota más alta de la carrera. Ya en el seis parece que las malas sensaciones habían desaparecido y las piernas mostraban de nuevo cierta frescura. A pesar de ello seguí siendo prudente y me marqué un ritmo de subida que podía mantener con bastante facilidad. Así, a la altura del kilómetro ocho y medio nos esperaba un pequeño descanso en forma de fácil descenso que nos llevaría, ochocientos metros más adelante, a encarar la parte final de la subida. Al final esta primera parte de la subida nos lleva a pendientes medias cercanas al ocho por ciento.
Poco después del tercer parcial, 7.27 de media, se iniciaba esa segunda fase de la subida. A pesar de que en este punto ya me encontraba plenamente recuperado de esos "problemillas" del inicio, afronté el inicio de la subida encuadrado en un grupete bastante apañado que llevaba un ritmo que me permitía subir con bastante comodidad. Quizá en este momento me faltó algo de determinación para irme hacia delante ya que el ritmo que llevaba el grupo era más que cómodo para mí pero ahora de nada vale decir que hubiera hecho otra cosa; lo cierto es que con esa relativa facilidad fui apurando los tres kilómetros que nos llevaban hasta la parte más alta de la carrera. Así, unos metros antes del kilómetro doce alcanzábamos ese punto y enseguida a prepararse para un cambio en el perfil. A priori se iniciaba un tramo complicado de descenso así que después de comprobar como el cuarto parcial me marcaba un "excesivo" 8.27 el kilómetro, me dispuse a dar buena cuenta de lo que quedaba de carrera, mayoritariamente en descenso de vuelta a Carrícola. Destacar que la vista del Benicadell que teníamos en ese punto era espectacular....
Iniciamos el descenso más o menos en compañía del mismo grupo de la parte final del ascenso. Seguía yendo muy cómodo pero al mismo tiempo seguía sin decidirme a adelantar posiciones y avivar el ritmo. En este momento era más la pereza de tener que adelantar en una estrecha senda a todo el grupo de corredores que otra cosa. Así alcanzamos el trece y poco después la chica que iba por delante del grupo, cuatro o cinco posiciones por delante sufre un accidente y rueda por los suelos. A pesar de lo aparatoso del mismo y de que sus muestras de dolor eran evidentes acabará por finalizar la carrera. Como ya se quedaba con ella algún corredor decidí seguir la marcha, ahora con el camino despejado, algo que me permitirá acelerar el ritmo. Poco después, al final de la senda, doy aviso a la Cruz Roja del accidente y continúo la marcha. Estamos ya en el catorce y se inicia aquí un largo tramo, con preponderancia de pista que nos llevará hasta más allá del dieciséis y que se convierte en una sucesión de cortas subidas y bajadas que no permiten coger un ritmo constante en ningún momento. En este momento ya tengo en la cabeza el objetivo de acabar por delante de la cuarta chica, que me había pasado en la anterior bajada pero a la que llevo siempre en mi campo de visión. En este tramo de pista alcanzamos el kilómetro quince, con un parcial de 5.58 el kilómetro.
Dos kilómetros y medio de toboganes van haciendo mella en las piernas, todavía muy frescas y en el ritmo pero mentiría si no dijese que estaba disfrutando muchísimo del recorrido y de las buenas señales que se intercambiaban las piernas y la cabeza, excepcionalmente enteras en estos momentos de la carrera. Sobrepasado el dieciséis tocaba volver a bajar por sendas en un nuevo tramo de algo más de dos mil quinientos metros, jalonados con algún repecho, pero que permitían bajar con buen ritmo y sin demasiadas dificultades. Casi al final del descenso llevaba el aviso del kilómetro dieciocho, con un último parcial de 5.27 el kilómetro.
Momento de la llegada. Posición 193 |
Poco después finalizaba este tramo de descenso; nos esperaba algo más de un kilómetro en el que nuevamente el recorrido picaba hacia arriba con más repechos que descensos y que acababa con una última dificultad de medio kilómetro a un ocho por cien que a estas alturas se notaban, vaya si se notaban. A pesar de ello el ritmo seguía siendo adecuado y pronto me encontré al inicio del último descenso de la carrera, kilómetro veinte (si mal no recuerdo en la Font Freda), al inicio del cual pude dar caza y sobrepasar a la cuarta chica, del Aper Alcoi, cumpliendo así mi objetivo antes indicado. Este último descenso tampoco era demasiado técnico pero sí que estaba jalonado continuamente de giros que te impedían sostener el ritmo y que allá por el veintiuno desembocaba en una pista asfaltada que poco después nos dejaba en una espectacular línea de llegada, abarrotada de gente. Un último esfuerzo después del último parcial a 5.25 me permitía alcanzar la meta con un tiempo de 2.17.41 que colmaba mis aspiraciones, sobre todo porque llegué muy sobrado de fuerzas y con la "certeza" de tener en mis piernas unos cuantos minutos de rebaja en caso de haber apurado mis posibilidades.
A partir de este momento, el "reencuentro" con Torko que llegaba un poco antes y con Anita que lo hacía unos minutos después, la recogida de una completísima bolsa del corredor y a comer algo y, sobre todo, beber porque el calor empezaba a ser significativo. Muy bueno el balance de la carrera, tanto a título personal con la satisfacción de haber pasado una más que agradable mañana por una zona desconocida para mi hasta ayer y de haberlo hecho con muy buenas sensaciones y con un refuerzo importante de moral de cara a lo que está por venir, como a nivel organización ya que no puedo poner ningún pero a la misma. Agradecer sobre todo el cariño con el que se nos trató por parte de la gente del lugar y ya preparando la próxima aventura. De momento el fin de semana que viene toca reconocimiento de la MiM así que haremos algún tramo y para el siguiente nos veremos las caras por Titaguas. Hasta entonces, los habituales enlaces.
Perfil en Wikiloc |
7 comentarios:
Roberto, el año que viene vamos a por las 2 horas de carrera, así que prepárate. Bonita carrera e inmejorable ambiente. Saludos.
Al año que viene bajamos sobrados campeón.
Enhorabuena de nuevo por el retorno
Quina enveja TINYO! l'ambient de la carrera en la línia de meta era fantàstic, però córrer-la és molt millor!
Hola Tinyo
No conozco esta zona, aunque si que he subido al Benicadell, pero la zona de la carrera en sí no la conozco, tendré que pasar por allí.
Enhorabuena por la carrera
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Una bonita carrrera conociendo como conozco la zona.
¡Felicidades!
Ie xaval, me alegré de verte por allí. Un reencuentro con tierras castellonenes y ambiente forero de nuevo. Enhorabuena por tu carrera que ya veo que fuiste "sobrao".
Un saludo!
PD: vaya cómo nos cuidaron en Carrícola, no? besetes!
Anna, enhorabuena a ti que te veo muy fuerte. Una alegría también para mí encontrarte por allí. Y sí, nos cuidaron de la leche
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